Una vez más, ciudadanos y organizaciones se unieron para marchar contra el gasolinazo, lo que consideran la privatización del agua y otros servicios.
En lo que ya es la quinta marcha semanal, exigen la renuncia del presidente de México, Enrique Peña, y del gobernador Francisco Vega. Esta vez, más de tres de decenas de camiones pesados, cuyos dueños se ven afectados por la alta inversión en gasolina, se unieron colocándose a la retaguardia de la marcha.
Cabe destacar que la presión ejercida por los ciudadanos hizo que Vega diera marcha atrás en su primer intento de Ley del Agua; además, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público desistió del incremento a los combustibles programado para inicio del mes.
No obstante, la desunión del grueso del contingente con el grupo “Ciudadanos Unidos sin Límite”, que tiene colocado un plantón en la sede del poder municipal y que es liderada por Juan Ramírez, es evidente. Líderes lo consideran un “desquiciado” por la batalla que protagonizó hace dos semanas.
Mientras que el grupo de Ramírez otros protestantes, que se distinguen porque sus marchantes se colocaron un listón verde en el brazo, convocan a un mitin en el monumento a Cuauhtémoc, el resto llama a una reunión de la Asamblea Popular en el Centro de Gobierno del Estado, donde la banda musical local, Tijuana No, ofrecerá un concierto gratuito.
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