Aunque clausurado, residentes del fraccionamiento Colinas de Agua Caliente temen que el bar La Cerve vuelva a operar, si las irregularidades en torno a su apertura son subsanadas, luego que fue cerrado el 28 de enero ante la inconformidad de ellos.
Señalan que el bar abrió la última semana de diciembre de 2016, en un centro comercial en la calle Oaxtepec del fraccionamiento, cercano además a escuelas. Aseguran que los responsables del local no hicieron pública la pretensión de abrir un negocio de venta de bebidas alcohólicas, y por ello no tuvieron oportunidad de inconformarse previo a la inauguración.
Una vez abierto el bar, los vecinos se inquietaron no solo por el alto volumen de la música hasta la madrugada, también por la colocación de mesas fuera del establecimiento, que presentaban a los clientes de La Cerve tomando en vía pública. Además que el negocio cuenta con pocos cajones de estacionamiento y los asistentes tomaban las banquetas residenciales, bloqueando la entrada o salida de otros vehículos y dañando algunos; inconvenientes que en conjunto sustentaron una queja presentada al Ayuntamiento de Tijuana.
La Dirección de Inspección y Verificación informó a ZETA de las irregularidades en que incurrió el establecimiento, motivo de la clausura: incumplir con la distancia mínima respecto a espacios educativos, en este caso a 95 y no a 150 metros de la escuela más cercana; contar con tres cajones de estacionamiento de al menos nueve para operar, y que es irregular que se encuentre en zona residencial.
Este Semanario trató de contactar a los responsables del establecimiento, incluso proporcionando números de teléfono para entablar comunicación periodística, pero hasta el cierre de edición, no hubo respuesta.
