Cientos de negocios en ciudades y estados como Washington DC, Philadelphia, Chicago, Houston, Carolina del Norte y Nueva York, entre otras, no abrieron y los empleados no asistieron a laborar este jueves, como un gesto de respaldo a la convocatoria que se viralizó a través de las diversas redes sociales, que llamaba a los inmigrantes a no ir a sus trabajos ni enviar sus hijos a la escuela.
La convocatoria surgió tras las primeras medidas migratorias anunciadas por el nuevo gobierno de Donald Trump, como son: la ampliación del muro fronterizo y el retiro de fondos a ciudades santuario, y deportar a miles de inmigrantes que viven en aquel país de forma ilegal.
Asimismo, se da luego de que la semana pasada fueran arrestados más de 680 inmigrantes en operativos realizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), en 12 estados, desde California hasta Kansas y Carolina del Sur.
Los ánimos se agitaron aún más, tras la firma de otra orden ejecutiva por parte del mandatario republicano, que suspendió temporalmente el programa de refugiados y prohibió la entrada por 90 días de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
“En apoyo a todos los inmigrantes estaremos cerrados [el] jueves”, se lee en un cartel detrás del vidrio de un restaurante mexicano con sus puertas cerradas en el barrio de Harlem en Nueva York, según lo reporta Univisión.
“No más odio, no más detenciones, no más injusticia. Todos tenemos derecho a disfrutar el fruto de nuestro trabajo y la libertad”, se lee en una cartulina pegada en la entrada de un salón de belleza ubicado en Norristown, Pennsylvania.
Sus dueños -que emplean en su mayoría a personas indocumentadas- apoyaron la convocatoria con el fin de protestar contra las medidas migratorias del nuevo gobierno del republicano Donald Trump y mostrarle la importancia de los inmigrantes en Estados Unidos.
Según el medio hispano, se desconoce quién o qué organización hizo el llamado, con la consigna “No ir a trabajar, no abrir nuestros negocios, no comprar en tiendas o por internet, no comer en restaurantes, no comprar gasolina, no ir a clases, no mandar a nuestros hijos a la escuela”.
Uno de los empresarios que no abrió su comercio es el chef español José Andrés, quien afrontó una demanda de Trump por cancelar un plan para abrir un restaurante en un hotel de Washington. “Formamos parte del ADN de América. América no puede funcionar sin nosotros”, dijo.
