Tres víctimas del tiroteo ocurrido el 18 de enero en el Colegio Americano del Noreste, en Monterrey, N.L., se reportan estables, aunque “existe la necesidad de esperar más tiempo para diagnóstico definitivo”, señala una ficha emitida por la Secretaría de Salud del gobierno de Nuevo León, la cual encabeza Manuel de la O Cavazos. Tanto la profesora como dos de los alumnos heridos a manos del estudiante Federico Guevara Elizondo, llevan alrededor de un mes hospitalizados, con lesión en el cráneo “por arma de fuego”. Otra alumna que también resultó lesionada (por rozón en el codo izquierdo), según se reportó un día después de los hechos, fue dada de alta.
Conforme a la información oficial, la salud de las personas aún hospitalizadas, en cada caso ha mejorado de manera distinta. En lo referente a las tres, según se indica, su “evolución neurológica” ha sido “favorable”.
De acuerdo a la cédula correspondiente, la profesora (Cecilia Cristina Solís), con 27 años de edad y quien está internada en el Hospital Universitario José Eleuterio González, atiende “órdenes verbales” y presenta “una mejoría considerable en la parte del hemicuerpo izquierdo”. Comienza a “recibir alimentación por la boca”. Uno de los pupilos (Luis Fernando Ramírez), con 14 años de edad e internado en el mismo centro médico, puede atender “órdenes verbales sencillas” y “empieza a tener movilidad en las cuatro extremidades”. La otra víctima (Ana Cecilia Díaz Ramos), también con edad de 14 años e internada en el Hospital Muguerza Sur, “come sola, atiende órdenes sencillas” y está empezando a caminar.
El mismo día de los hechos, el “agresor”, de 15 años, a quien sus compañeros apodaban “Fede”, “fue declarado con muerte cerebral” en un hospital, a consecuencia de un balazo que él mismo se dio en la cabeza, tal como muestran imágenes en video que registró una cámara de seguridad instalada en el salón de clases y lo cual fue confirmado por el vocero estatal Aldo Fasci. Conforme a reportes de prensa, los padres del menor decidieron donar sus órganos.
En internet aparecieron mensajes con el nombre del agresor, anunciando que se llevaría a cabo la masacre; a propósito de lo cual Fasci descartó que el suceso estuviera “relacionado con grupos que promueven la violencia en redes sociales”: “No hay prueba que determine que el chat donde este muchacho escribió una hora antes en Hispachan, que él iba a cometer este acto, sea real”, señaló el portavoz del Grupo de Coordinación de Seguridad.