Que el actual gobierno de Estados Unidos pretenda reforzar la vigilancia fronteriza y esté sobre la mesa la posibilidad de deportaciones masivas ha reflejado una respuesta lenta del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y su aparato de gobierno.
Lo anterior lo declaró el senador de la República, Armando Ríos Piter, en una breve visita a Tijuana realizada la tarde de hoy lunes 27 de febrero.
En una rueda de prensa realizada en el Desayunador del Padre Chava, el legislador hizo referencia a las declaraciones del mandatario estadounidense que indican el incremento de hasta 15 mil elementos más en la vigilancia de la frontera, y en lo preocupante que resulta que deportaciones masivas de mexicanos estén sobre la mesa.
Ríos Piter enfatizó que actualmente ni los gobiernos estatales ni las organizaciones civiles de la frontera cuentan con los recursos suficientes para proteger a los migrantes que vendrán.
En ese sentido, adelantó que mañana martes 28 de febrero el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, comparecerá ante el Senado, ahí – afirmó – se le externarán las inquietudes migratorias.
Principalmente el hecho de que los albergues de los 19 puntos fronterizos son precarios y no están preparados para la necesidad actual ni para el incremento de las repatriaciones.
“Los instrumentos presupuestales son a todas luces insuficientes”, ponderó.
Sin embargo, es de destacar que lo que Ríos Piter prometió es tan sólo hacer visible la problemática ante Videgaray Caso y el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña.
La visita de uno de los 128 senadores del país no deja nada concreto y quienes operan los refugios se dicen en desabasto de lo mínimo para garantizar la dignidad humana de los migrantes nacionales y extranjeros.
La intención de un punto de acuerdo que el senador por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sería, apenas, “para buscar una gestión y un diagnóstico compartido”, en un momento en que las autoridades federales de Estados Unidos han ejecutado ya acciones orientadas a expulsar con más fuerza a los indocumentados.
Además criticó a Peña Nieto por no haber presupuestado los recursos para migración acorde a lo que Trump ha sostenido por meses, abriendo la puerta – por omisión – a una crisis humanitaria.
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