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martes, octubre 1, 2024
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La Constitución a 100 años

De Trez en Trez

 

 

 

Centenario.- La mejor manera de celebrar el centenario de la promulgación de la máxima Ley del país, es decir, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es cumpliéndola y haciéndola cumplir. Ni más ni menos.

No hacen falta grandes ceremonias, con invitados cómodos, con discursos llenos de palabras huecas, que alaban las bondades de nuestras leyes, o que insistan en lo valioso de los constituyentes que dotaron a nuestro país de la Carta Magna después de muchos años de inestabilidad política y social.

Así como tampoco es motivo para que se le ocurra a algún “genio” dentro de la administración federal, inaugurar monumento alguno que después resulta ser una oda al mal gusto y a la corrupción, además de caro e innecesario; ejemplos tenemos varios a la vista y a nuestra cuenta.

En efecto, el próximo 5 de febrero, nuestra Constitución cumple 100 años de haber sido promulgada con el nombre “Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que reforma la del 5 de febrero de 1857”, que entraría en vigor el 1 de mayo del mismo año. Ese mismo día se publicó en el Diario Oficial de la Federación, de tal suerte que desde entonces y con todas sus reformas ha regido la vida jurídica entre gobernantes y gobernados, fijando los límites y definiendo las relaciones entre los poderes de la federación y entre éstos y los ciudadanos; de igual forma, establece las bases para el gobierno y para la organización de las instituciones en que el poder se asienta; estableciendo, además, los derechos y los deberes del pueblo mexicano.

Sin el ánimo de disertar sobre derecho constitucional, basta decir que la Constitución de 1917 está compuesta por 136 artículos distribuidos en nueve Títulos. La Constitución está conformada por dos partes, conocidas como dogmática y orgánica. En la dogmática se consignan las garantías individuales y se reconocen derechos y libertades sociales. La parte orgánica corresponde a la división de los Poderes de la Unión y el funcionamiento fundamental de las instituciones del Estado.

Trátase pues, de un documento jurídico de suma importancia, además de novedosos en su tiempo, al cual, también se “le ha metido mano” a conveniencia de alguno que otro gobernante en turno, llegando en ocasiones a la exageración de pretender “elevar a rango constitucional” situaciones que no vienen al caso.

Así pues, nada de mensajes incongruentes, palabras huecas ni celebraciones vanas. Solamente respeto y cumplimiento de la Máxima Ley del país.

Frases.- Así se las gastan los altos funcionarios, nada más lea: “El gobierno está listo para recibir con dignidad a los connacionales que ahora residen en Estados Unidos”… Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación. Sí, y ahora les van a ofrecer mejores condiciones de vida, oportunidades, empleo bien pagado, educación de calidad y seguridad; es decir, las mismas circunstancias que antes no tuvieron y por las que tuvieron que salir del país. Cómo no. Demagogia pura.

Otra: “Pedimos al gobierno mexicano que encuentre todas las medidas técnicas y responsables para que no aumente el precio de los combustibles en el país”… Enrique Ochoa Reza, aún dirigente nacional del PRI (a quien, por cierto, le quieren tocar “las golondrinas”). Pues, para morirse de risa, primero son sus diputados y senadores, junto con los del PAN, del PRD y de MC los que votan a favor de la Reforma Energética que abrió la puerta a la liberación de precios y ahora, “solicitan que no haya más gasolinazos”. Otra vez demagogia.

Una más: “…estamos revisando y buscando encontrar un equilibrio entre las finanzas públicas para suavizar el efecto sobre los precios de la gasolina”… José Antonio Mead, Titular de SHCP (antes también SRE, Energía, Sedesol y SHCP. ¡Nomás!). Como decíamos en la escuela: “Con paciencia y salivita…”

Otra: (con Trump) “Ni sumisión ni confrontación”… “Enriquepeñanieto”. Menos mal, ¡qué tal si sí! Lo bueno que esta vez no preguntó “¿qué hubieran hechos ustedes?”

Para terminar: “Estar juntos como muéganos no sirve para nada”… Cuauhtémoc Cárdenas. Ésta sí que tiene sentido. Si no sabemos para qué y cómo, es decir, sin metas y objetivos concretos y específicos, esta llamada “unidad nacional” no sirve para nada. La ciudadanía se está manifestando, falta a la clase gobernante tomar acciones concretas y no subirse, cual cómodo pasajero beneficiario a esta campaña de unidad.

P.D.- Hoy no hay. ¡Anda muy entrumpada! (léase enfadada, mohína, molesta, encabritada, fastidiada, etc…)

 

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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