El gobierno de Estados Unidos compensará con un millón de dólares a los hijos del inmigrante mexicano Anastasio Hernández Rojas, luego de la demanda interpuesta por su muerte, ocurrida hace casi 6 años.
El 28 de mayo del 2010 una docena de oficiales federales fronterizos golpeó y aplicó repetidas descargas paralizantes hasta matar cerebralmente a Hernández en San Ysidro, a unos dos metros de la barda fronteriza. El médico forense de San Diego, California, determinó que el mexicano murió por homicidio.
La resolución la tomó una Corte federal en Arizona, a donde el caso fue trasladado, para prevenir conflicto de interés, según informaron los abogados de Hernández Rojas.
Los hijos que sobreviven a Anastasio Hernández recibirán el monto, menos 250 mil dólares por honorarios de abogados y gastos.