Relativo a la llamada por teléfono entre Trump y Peña Nieto.
Al señor Trump no hay que tratarlo como presidente de USA, sino como lo que ha sido toda su vida: un empresario capitalista, un borracho de cantina (aunque dicen que no tiene vicios) y como jugador de póker.
Acostumbrado a blofear no hay que caer en su juego. Es un tipo que así ha sido desde joven. Hay que conocerlo mejor. Habrá que leer los libros que parece que ha escrito, para contrarrestar su arrogancia. Por ahí dicen que “perro que ladra no muerde” y este sujeto es uno de ellos. Se queja mucho, hace mucho ruido y lanza una serie de amenazas para acalambrar a sus oponentes políticos, acostumbrados, éstos, a las buenas maneras. Todas las personas tienen su lado flaco.
Hay que analizarlo a la brevedad en todos los aspectos posibles: sus padres, niñez, juventud, vida empresarial, psicológicamente, etc. En alguna parte de su cerebro, en algún sitio debe tener su lado vulnerable, y, cuando se lo encuentren, sobres, hasta que diga: I give up.
Correo: ezequielhmendez@hotmail.com
Tijuana, B.C.