Mientras el equipo de béisbol Águilas de Mexicali participa e hilvana triunfos en la Serie del Caribe en Culiacán, Sinaloa representando a México, en el estadio sede del club mexicalense fue desmantelada la pantalla electrónica al concretarse un embargo judicial por un juicio contra la empresa, iniciado hace casi ocho años por un adeudo por trabajos de ampliación y remodelación en las instalaciones del estadio sede de los actuales campeones de la Liga Norte del Pacifico.
De hecho, desde noviembre del 2014 intentaron embargar las cajas del Club, pero desde la empresa interpusieron un amparo, aunque posteriormente en marzo del 2016 se decretó un nuevo embargo, ahora contra la pizarra electrónica, pero quedo en posesión del club deportivo.
Finalmente la mañana del jueves 2 de febrero la parte demandante –Carla Natalia García Osuna-se presentó en las instalaciones del Estadio B-Air del Club Águilas de Mexicali y apoyada por un equipo técnico, una grúa y una actuaria del Poder Judicial procedieron a desmantelar la pizarra, que mide diez metros de ancho y seis de largo –y pesa varias toneladas- y trasladarla a instalaciones particulares.
“Solicitamos una resolución que nos permitiera cambiar de depositaria judicial”, explicó el abogado Ramsés Celaya en alusión al antecedente y la traba del embargo. La Ley Mercantil permite que se hagan cambios del depósito judicial para llevar a cabo el remate”.
Esto en función de casi 7 años de juicio y más de un año de tener embargada la pizarra la cual ilegalmente fue utilizada en los juegos de la temporada regular durante todo este lapso.
La pizarra electrónica tiene un costo aproximado –según un perito valuador- de 660 mil pesos, aunque nueva tiene un costo en el mercado de cerca de 100 mil dólares. “Vamos a intentar una ampliación de embargo”, expuso el abogado Celaya en función de que la demanda original fue por 862 mil pesos.
El abogado Celaya explicó que se entraría en una etapa de Remate Judicial, para convocar en Primera Almoneda y poder vender la pantalla.
“Para nosotros es un gran logro, una satisfacción porque ellos se creían intocables”, explica Carla Natalia Gracia refiriendo que los trabajos para desmontar la pizarra iniciaron la mañana de este pasado jueves y de inicio hubo la negativa del Gerente del Club, José Luis Rodríguez a acceder a la petición judicial, la cual finalmente fue aceptada.
Se trata de un juicio ordinario civil iniciado en el 2009- por un adeudo reclamado de 862 mil pesos ha derivado en un largo y tortuoso camino legal que incluye tráfico de influencias, denuncias por amenazas, hostigamiento y una evidente serie de triquiñuelas para obstruir la decisión de la justicia.
Todo inicio en el año 2005 y debido a un proyecto de remodelación y ampliación de una zona de butacas con un precio acordado de 862 mil 521 pesos.
El trabajo se entregó en tiempo y forma, pero no así la paga, adeudo que originalmente se aceptó y se fue posponiendo uno, dos, tres y hasta cuatro años. El 28 de marzo del 2009 García Luna interpuso una demanda mercantil ante un Juez de Primera Instancia Civil la cual ganó, luego la empresa busco una decisión de Segunda Instancia ante el Tribunal Superior de Justicia –donde también la perdió y posteriormente busco la protección de una Amparo, el cual también la fue negado. Igual les fue en el Tribunal Colegiado.