La omisión municipal ha permitido el avance de una obra pluvial edificada por un particular en terrenos del Club Campestre de Tijuana, proyecto que carece de licencias de construcción y uso de suelo; autoridades del XXII Ayuntamiento de Tijuana fueron informadas del caso desde diciembre de 2016, y aunque dicen haber suspendido la irregular acción el 10 de febrero, su edificación sigue en curso
En noviembre de 2016 se inició la construcción de una obra de entubamiento de drenaje pluvial en un callejón de servicio ubicado en los polígonos 1, 2 y 3 de la colonia Hipódromo, entre el campo de golf de Club Campestre y la calle Consulado.
El inmueble se encuentra dentro de la superficie propiedad de Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A.C., pero el proyecto no lo desarrolla el organismo civil, sino un particular: Jorge Antonio Perroni Lutteroth, propietario del lote 9, el cual colinda con los terrenos afectados de Club Campestre, donde edifica unos condominios; proyecto que sería el beneficiado directo del pluvial que instala en un terreno ajeno, sin acreditar propiedad y sin las licencias correspondientes para la construcción.
La falta de permisos oficiales no ha sido impedimento para que la obra sea ejecutada, con todo y que la autoridad municipal la ha observado en dos ocasiones, pero sin mediar hasta el momento multa alguna por la arbitraria edificación.
Negligencia de autoridad deriva litigio
Desde 1972, Club Campestre tiene escriturada en propiedad una superficie de más de 57 hectáreas sobre Bulevar Salinas y Avenida Hipódromo, en la colonia del mismo nombre, extensión en la que se incluye un canal empedrado que desemboca en una planta tratadora de agua asentada frente al paso de servidumbre, inmuebles todos dentro del plano propiedad del organismo social.
Aun cuando un cerco delimita el campo de golf, en las escrituras se asienta la posesión a favor del club de: polígono 1, con superficie de 190.19 metros cuadrados; polígono 2, de 180.73 metros cuadrados; y polígono 3, de 283.05 metros cuadrados.
Es en los terrenos de estas tres extensiones donde se realiza una obra de entubamiento de un drenaje pluvial, la cual fue detectada y suspendida el 29 de noviembre de 2016 por el XXI Ayuntamiento de Tijuana, al no ser presentadas las licencias de construcción correspondientes.
La anterior administración municipal expidió a los ejecutores del proyecto un permiso para movimiento de tierra, única anuencia con la que cuenta la obra hasta el momento.
El proceso de construcción se detuvo temporalmente, pero con el cambio de administración continuó, por lo que al percatarse los representantes del Club Campestre de Tijuana, optaron por realizar un peritaje que diera certeza a la delimitación de la propiedad.
El estudio se realizó a finales de diciembre de 2016 por el perito Germán Gabriel Zambrano Delgado, y concluyó; “Sí está ocupando con las obras de entubamiento del pluvial parte del polígono documental, propiedad del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A.C. (sic)”.
Una vez con el peritaje, la parte afectada acudió ante las autoridades del XXII Ayuntamiento, logrando que funcionarios que se acreditaron como representantes del área jurídica, Catastro, Dirección de Administración Urbana -DAU- y Dirección de Obras Públicas, se presentaran en el lugar donde se erige la obra.
Los servidores públicos reportaron lo que ya se sabía, que el único permiso vigente en el punto del conflicto era para movimiento de tierra, y aunque se comprometieron a actuar en consecuencia, el proyecto siguió su desarrollo.
Ante la negligente actuación de las autoridades municipales Club Campestre presentó el 5 de enero formal denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado -PGJE-, por los posibles delitos de despojo y daño en propiedad ajena; la querella quedó asentada con el Número Único de Caso 0204-2017-00736.
Posteriormente, el 17 de enero el organismo presentó un juicio sumario civil para la suspensión de la obra.
Suspensión de papel
Sobre el estatus de la obra de entubamiento de drenaje pluvial que se construye entre los terrenos de Jorge Antonio Perroni Lutteroth y Club Campestre, el secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Ricardo Lomelín Clapera, informó: “Actualmente se encuentra suspendida desde el día 10 de febrero del año en curso”.
Después de la respuesta del funcionario, ZETA acudió al lugar constatando que el proyecto continuaba en construcción. Desde el 15 de febrero se buscó a Perroni Lutteroth para conocer su versión ante los hechos en los que se le señala, pero no se obtuvo respuesta. Quienes ejecutan el proyecto tampoco quisieron proporcionar información al respecto.
En la información brindada por el gobierno municipal se ratificó que la obra solo “cuenta con Licencia de Movimientos de Tierra MT-081-16 expedida el 30 de noviembre de 2016 con vigencia de 30 días, para el predio identificado con clave catastral CH-013-009. Por lo que actualmente se encuentra vencida y en proceso de que se extienda prórroga de la misma”.
Lomelín Clapera indicó que el gobierno de Juan Manuel Gastélum no ha aplicado multa alguna por la edificación irregular, argumentada en que “la suspensión de la obra es la primera sanción que se aplica conforme al reglamento”, y sostuvo, “en caso que se continúe con los trabajos el procedimiento, sería la aplicación de una multa y/o clausura de la obra”.
Dijo desconocer que el terreno en donde se asienta el pluvial entubado se encuentra en litigio, y de la inspección realizada por personal a su cargo, “se pudo observar que se estaban realizando movimientos de tierra en el polígono CH-013-009 y en una posible demasía colindante al predio”.
Anotó que la existencia de una querella podría “en parte”, ser causal para la suspensión de la obra, por lo que “se le solicitó al propietario presentar la documentación que acredite la propiedad de la demasía en la que se detectó que estaba trabajando, así como proyecto de solución pluvial de los trabajos realizados incluyendo la memoria correspondiente”.
Exigen destruir obra
La parte demandante espera que en próximos días el Juez de Primera Instancia dicte a su favor el juicio sumario civil, en el que demandan la suspensión de la obra y, en su caso su demolición, así como el establecimiento de una fianza hasta la resolución definitiva de la demanda.
Alberto Rafael Herrera, apoderado del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, dijo que, además de la invasión de terreno, el paso de la tubería del drenaje pluvial ha afectado el funcionamiento de la planta tratadora de agua -ubicada frente el paso de servidumbre y sobre el polígono 1-, y al haber dañado un poste de subestación a través del cual se le suministra energía eléctrica.
“Se pide la restitución de las cosas al estado en el que anteriormente se encontraban”.
Para garantizar que todo quede como se encontraba antes del inicio de la obra nueva, la parte quejosa pidió que a la demandada se le fije fianza para responder por los daños y perjuicios, o se le multe o arreste en caso de reincidencia.