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martes, octubre 1, 2024
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Trump: la guerra por el muro

La ruptura

Ante lo que se vislumbra como un rompimiento de relaciones pacíficas entre México y Estados, debido a la decisión del Presidente de aquel país de construir un muro y cobrárselo a México, así como hacer un llamado a los inversionistas para no abrir nuevos negocios en la República Mexicana, Enrique Peña Nieto, reaccionó cancelando la visita que tendría a Washington el próximo 31 de enero, y retirando al secretario de Relaciones Exteriores de la agenda que llevaba a cabo en aquella capital. A México ahora no le queda más que intentar construir relaciones con países que despreció porque apostó a la perpetuidad del TLC. Expertos coinciden en la falta de estrategia en política exterior del gabinete del mandatario mexicano para frenar las amenazas de Donald Trump. “Tenemos un gobierno que ha cedido su soberanía por esa vinculación neoliberal y de intereses corruptos”, señala el senador Manuel Bartlett

Enrique Peña Nieto tuvo la oportunidad de dignificar la postura de México ante Estados Unidos, de haber cancelado a tiempo su encuentro con Donald Trump, después de que éste confirmara la construcción del muro entre ambos países, y que además, México lo pagaría.

Pero no lo hizo. Una vez más, permitió al estadounidense imponer su agenda y marcar las reglas del juego. El 26 de enero, después del anuncio oficial, y de la negativa de Peña a que el país pague por el muro en territorio norteamericano, Trump tuiteó que si México no está dispuesto a pagar el muro, sería mejor cancelar la reunión programada para el 31 de enero.

Horas después, Peña Nieto finalmente respondió, en Twitter:

“Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes con el @POTUS (Presidente de Estados Unidos)”.

El rompimiento entre ambas naciones se confirmó con un mensaje que Trump envió desde Filadelfia, lugar donde se firmó el Acta de Independencia de Estados Unidos en 1776 y cuyo simbolismo evocó el mandatario estadounidense, acompañado de su vicepresidente Mike Pence y congresistas republicanos como Paul Ryan. “No tiene sentido reunirnos si México no respeta a Estados Unidos”, acusó el magnate, y repitió su discurso de protección comercial que llevará a fábricas y a la industria minera de vuelta a su país.

Reprochó que México se benefició del Tratado de Libre Comercio (TLC) con un déficit de 60 billones de dólares para Estados Unidos. Con ello, prácticamente dio por concluido el acuerdo firmado en 1990. Canadá había anunciado días antes que de renegociarse el TLC, lo haría solo con Estados Unidos.

FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM.- El senador Manuel Bartlet pide echar atras la Reforma Energetica

Analistas y expertos coinciden que entre las repercusiones sociales y económicas para ambos países, se vislumbra la caída del peso ante el dólar, así como una fuerte recisión en México a raíz de los castigos arancelarios.

Las consecuencias para Estados Unidos, no son precisamente mejores. De entrada, castigar las importaciones para privilegiar al mercado nacional implica un incremento a los precios para los consumidores estadounidenses.

Además, algunas industrias como la automotriz, subsisten de las exportaciones. El rompimiento de tratados internacionales podría afectar estas transacciones.

Caso contrario es la dependencia de la manufactura china, casi un 70 por ciento de los artículos vendidos en Estados Unidos son producidos en ese país, lo cual hace casi imposible que el país pueda producir -con mano de obra tan barata- la totalidad de productos que consume.

 

Consecuencia del neoliberalismo y la corrupción: Bartlett

Para el senador Manuel Bartlett, el rompimiento de relaciones con México es consecuencia de los años de política neoliberal a partir del TLC y recientemente de la Reforma Energética.

“México tiene que tener claro cuáles son sus intereses nacionales. A las trasnacionales se les dieron garantías hasta para pedir territorios, la seguridad nacional se dejó en manos de norteamericanos. Tenemos un gobierno que ha cedido su soberanía de una manera inmensa con esa vinculación neoliberal y de intereses corruptos entre cúpulas panistas y priistas”, declara en entrevista con ZETA.

El ex secretario de Gobernación apunta que tanto políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como del Partido Acción Nacional (PAN) se han encargado de atraer fondos extranjeros y han metido las manos en negocios energéticos, a través de la corrupción de intereses económicos.

No obstante, considera que el TLC “tampoco es una maravilla para México, más bien es una camisa de fuerza, beneficia a algunos, pero nos dejó un país con la mitad de su población en pobreza”.

El legislador de izquierda asegura: “El TLC no solo facilita el tránsito de mercancías, reglamenta el funcionamiento de la economía nacional, establece límites a las acciones del Estado. Le impide a México apoyar a sus sectores y, por lo tanto, a los intereses nacionales porque va en contra de las reglas del mercado”.

Bartlett ve como “una agresión brutal” el comportamiento de Trump. “Es una majadería grotesca que acepte la cita con Peña Nieto y antes de que llegue, dé la orden ejecutiva de que construyan el muro”, añade.

Este tambaleo de la política exterior entre gobiernos neoliberales, explica el senador, tiene consecuencias mayores porque con el TLC, México se veía como parte de América del Norte, “la zona más competitiva del mundo”.

Sin embargo, esta integración energética representaba el dominio de Estados Unidos sobre el petróleo y la electricidad mexicana. “El gobierno mexicano se dio cuenta 20 años después que la dependencia no debe ser porque generó las concesiones y las entregas de la energía a empresas extranjeras, eso empeora la situación”.

¿Cree que hay que dar marcha atrás a la Reforma Energética?, se pregunta a Bartlett.

“Claro que sí. Ante esa situación, se tendría que poner una política de emergencia y detenerse la entrega (de la Reforma Energética) para recuperar la soberanía de México y operar con libertad, no estar atenidos a esas vinculaciones que resultan nefastas, peligrosas y gravísimas”.

 

Y Peña Nieto,  como Moctezuma

De acuerdo con Ernesto Carmona Gómez, especialista en relaciones México-Estados Unidos, otra de las funciones del discurso de Donald Trump en torno al muro es “hacer al gobierno mexicano aceptar todas las condiciones que le están poniendo”.

Lo preocupante es la falta de respuesta por parte del equipo de Enrique Peña Nieto. “No hay una preparación, se ve bastante improvisación en el equipo de la presidencia actualmente. Están respondiendo a las agresiones con una actitud que parece de temor”, manifiesta.

El comercio binacional, entre los mas afectados

Carmona Gómez considera este aspecto especialmente preocupante, en especial si se contrapone a la extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán, un día antes de la toma de protesta de Trump, como un gesto de buena voluntad.

“Me viene a la memoria Moctezuma intentado apaciguar a Hernán Cortés, haciéndole regalos, cuando Cortés no venía por regalos, venía por todo. Así está actuando este gobierno, haciendo concesiones, tratando de tener gestos de buena voluntad con alguien a quien no le interesan”, señala.

El doctor en Ciencias Políticas y Sociales continúa su explicación: “Estados Unidos no le está pidiendo apoyo al gobierno mexicano para una postura democrática o acción económica, simplemente quiere de México una serie de cosas, principalmente recursos públicos para pagar su muro, y México está respondiendo de manera pasiva”.

Para Carmona Gómez, esta actitud del gobierno mexicano le está cerrando las puertas diplomáticas en otras naciones.

Hace unos días, el gobierno de México canceló su participación en la Cumbre CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). “Eso nos aleja de aliados potenciales cuando deberíamos establecer canales nuevos para sustituir esta gran puerta que se nos cierra. A Europa tampoco le estamos haciendo suficiente caso ni a China”, afirma.

 

México sin estrategia

“El gobierno actual subestima el ejercicio diplomático y ahora que es tan importante para abrir las puertas del otro lado, no tenemos a las personas indicadas ni profesionales en los puntos clave para construir esas relaciones”, apunta el investigador.

Por el contrario, “parece que en lugar de aprovechar esa coyuntura para disminuir y en el futuro desaparecer esta codependencia, no la queremos dejar”. La prueba, dice el investigador, es la frase “vengo a aprender” de Luis Videgaray cuando fue nombrado secretario de Relaciones Exteriores.

“Lo que nos podría salvar es una diplomacia profesional, bien ejecutada, con pensamiento estratégico, que nos acerque a Europa, América Latina y a nuestros socios en Asia, que revise todos los acuerdos internacionales”, destaca.

Entre los aspectos que le restan competitividad a México para buscar nuevos mercados, están la falta de infraestructura carretera, de puertos y aeropuertos, así como la política fiscal y la corrupción, observa el doctor Carmona Gómez.

“No podemos ofrecer mano de obra más barata, ni más ventajas a las grandes trasnacionales, a las cuales ya se les dan bastantes privilegios, se les regalan los terrenos, se les da acceso a recursos naturales casi gratis”, manifiesta.

“Hemos dejado de lado las cosas que realmente agregan valor a un país como la educación y las condiciones de inversión extranjera, confiando que nuestra alianza con Estados Unidos nunca se iba a terminar”, complementa.

Ya que las instituciones internacionales no tienen peso sobre Donald Trump y no se puede esperar un gesto que suavice su postura hacia México, el académico insiste: “Hay que reconstruir todo. Si el gobierno no tiene un plan, desde la ciudadanía podrían crearse las soluciones”.

Carmona Gómez propone establecer contacto con asociaciones civiles y los gobiernos de California, Nueva York, Chicago, para coordinar estrategias de resistencia.

“Esto va más allá de la política interna norteamericana, se vuelve un problema binacional y hay que darle una respuesta binacional. No nos tenemos que pelear con Estados Unidos, el que se está peleando con México es Donald Trump y el grupo que lo apoya”, argumenta.

 

El castigo para México

Sean Spicer, secretario de Prensa de Donald Trump, aseguró que entre las medidas para que “México pague por el muro”, está una tasa del 20 por ciento a todas las exportaciones que México realice a Estados Unidos.

Aunque luego aclaró que no era una medida aprobada, sino parte de un abanico de opciones, se trataría de una medida dañina para la economía de ambos países.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en 2015, México realizó exportaciones a Estados Unidos por 296 mil millones de dólares.

El impuesto del 20% a ese monto representaría 53 mil 200 millones de dólares. Una cifra bastante alta que perjudicaría a los consumidores estadounidenses, quienes absorberían el costo con el aumento de precios.

En cuestión de importaciones, México importó 235 mil millones de dólares en productos provenientes de Estados Unidos. Una diferencia de 60 mil millones de dólares respecto a las exportaciones.

“Vamos a tener meses muy difíciles, pero lo que tiene que hacer México es echar mano de esos 45 tratados comerciales que tiene con países de Latinoamérica, Europa y Asia”, señala el economista Roberto Valero Berrospe.

El académico de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) explica que las oportunidades en otros países podrían traer alivio a los sectores productivos de México.

“Europa representa el 20 por ciento del Producto Interno Bruto mundial. En China, que ofreció abrir sus puertas, la clase media la componen más de 300 millones de habitantes, el equivalente a la que tiene Estados Unidos”, detalla.

Sin embargo, esto no exenta al país de atravesar una situación tensa. “Este freno económico nos va a traer problemas, nos puede llevar eventualmente a una recesión económica. Nos va a costar trabajo, pero tenemos que encontrar nuevos mercados”.

Otra de las consecuencias de este choque de declaraciones entre mandatorios, es la afectación en el tipo de cambio. “En el mercado al mayoreo, el dólar tuvo un brinco muy importante. Se había mantenido debajo de los 20 pesos y llegó a los 21.30 pesos hoy (jueves 26 de enero). Subió a 21.73 pesos”, expone Valero.

Trump también amenazó con revisar los estatus de las visas de trabajo. “Eso va a tener un impacto fuerte en Baja California, tenemos a 156 mil bajacalifornianos con permiso para trabajar legalmente en Estados Unidos. Cuando este grupo está en su máximo apogeo, los ingresos en Baja California llegan a representar el 9.6 por ciento del Producto Interno Bruto y tienen un efecto multiplicador muy fuerte”.

Mientras que el otro grupo que podría verse afectado es el de las remesas. Entre las medidas que anunció la Presidencia de Estados Unidos, está el fijar cargos al envío de dinero que se realice de ese país a México.

Hasta el primer trimestre de 2016, México recibió 26 mil millones de dólares en remesas y Baja California, alrededor de 600 millones, convirtiéndose así en uno de los tres flujos de ingresos más importantes que el Estado recibe, ya que el 40% de los hogares bajacalifornianos recibe remesas.

 

El precio que pagará EU

El profesor Valero Berrospe considera que “Estados Unidos tampoco ha medido el impacto con el cierre de fronteras, Trump habla de una cerrazón económica cuando la economía mundial se rige por el libre comercio”.

De entrada explica que, por su comportamiento demográfico, Estados Unidos “es de los pocos países desarrollados que ha podido mantener sus niveles de productividad altos porque se ha alimentado mucho de jóvenes migrantes. Si le cierran el paso a la migración, van a tener problemas con la mano de obra. Estas ideas que está soltando el Presidente no tienen sustento y hablan de un desconocimiento de la economía mundial”.

Junto con la economía de Estados Unidos, los Estados fronterizos Baja California y Chihuahua podrían ser los primeros afectados de la guerra comercial por ser los de mayor apertura, según el economista.

“Lo que preocupa es que el gobierno no esté preparando una estrategia para enfrentar la situación. No veo un gobernador líder reuniéndose con las maquiladoras ni con COPARMEX para ver cómo apoyar a la industria”, concluye.

 

El absurdo e inútil muro

De acuerdo con la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), construir tan solo 665 kilómetros de muro (de los más de 2 mil que se estiman) tendría un costo de 11 billones de dólares, según un presupuesto formulado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Mientras que reparar la malla actual representa un costo superior a 25 millones de dólares.

Trump basó su retórica del muro en cuestiones de seguridad nacional. Argumentó que así se frenaría el ingreso de migrantes indocumentados, se reduciría el número de delitos violentos que cometen, se mantendrían a peligrosos delincuentes fuera del país y se bloquearía el cruce de droga.

“La administración de Trump ha decidido ignorar los datos y las cifras”, declara el doctor Jesús Peña Muñoz, investigador del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), quien expone los números de la Encuesta de Migración en la Frontera Norte sobre el flujo de mexicanos indocumentados a Estados Unidos, el cual ha bajado 50% desde el año 2000.

En efecto, la CBP reportó 415 mil 816 detenciones en la frontera durante el año fiscal 2016, uno de los números más bajos en su historia. Tan solo entre 1980 y 2008, el promedio de aprehensiones era de 1.1 millones por año.

La agencia también informó del cambio en el perfil de los migrantes indocumentados detenidos en relación a los últimos 15 años.

“Menos mexicanos y adultos intentan cruzar la frontera sin autorización, mientras que más familias y niños no acompañados están escapando la pobreza y violencia en Centroamérica”, detalla un documento publicado en diciembre de 2016.

El informe sobre los resultados de la agencia en el año fiscal 2016, añade “un número creciente de migrantes no autorizados se entregan a agentes para pedir protección humanitaria, en lugar de evadir ser detenidos”.

Tan solo en el año fiscal 2016, 59 mil 797 menores no acompañados fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza, mientras que 77 mil 857 familias fueron arrestadas en todo el país.

Según las estadísticas de la agencia, en 2016, las detenciones de mexicanos descendieron un 17% en comparación a 2014, mientras que las aprehensiones de centroamericanos bajaron un 13%.

También el argumento del paso de droga cae cuando se contrasta información oficial. Según reportes de la Agencia Antidrogas (DEA), el método más común para transportar drogas de México a Estados Unidos es a través de vehículos en las garitas y no del muro.

Mientras que la inversión en tecnología e infraestructura más compleja y eficiente que un muro, también ha visto importantes mejoras en los últimos años. Entre el equipo con el que cuenta la CBP están cientos de radares y sensores desplegados en la frontera, así como unidades aéreas no tripuladas capaces de transmitir información de blancos en movimiento a agentes, mientras captura información forense y estratégica.

Al respecto, el doctor Peña Muñoz opina: “El muro es algo simbólico, más que controlar la migración irregular y del cruce de drogas. En la frontera sabemos que es totalmente ridículo, pero es una explicación que vendió Trump y que compró mucha gente. Ahí está el resultado de su elección. Es una cuestión absurda construir el muro tanto para Estados Unidos como para México, va a ser un gasto innecesario”.

El doctor en Estudios de Población comparte: “No van a aumentar las deportaciones por poner un muro fronterizo, eso es casi garantizado. Es la realidad de la migración. Es algo que ha ignorado Trump”.

Sobre el papel del magnate republicano en la política migratoria en la Unión Americana, para el investigado “es una continuidad de los últimos 20 años de política migratoria, más que una ruptura, pero no es político, es una figura de la televisión que se convirtió en un elemento distractor muy grande”.

Para el también investigador Ernesto Carmona, Donald Trump ha dejado claro su desprecio por el orden institucional, el Partido Demócrata, la opinión pública y los medios de comunicación.

La última barrera de contención para evitar que prosperen las medidas impuestas por él es el grupo del Partido Republicanos en el Congreso que no lo apoya.

Sin embargo, recuerda la responsabilidad de Peña Nieto y su equipo en permitir que Estados Unidos, una vez más, decidiera el rumbo de las relaciones binacionales.

La pasividad del gobierno mexicano y esperar hasta que la relación se vuelva irreconciliable, la resume de manera simple. “Es como apagar las luces cuando ya todos se fueron”.

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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