Política Breve y de Emergencia
El 2016 se acaba y estamos precisamente en la época de hacer reflexión, análisis y plantear nuestros propósitos, todo ello bañado con el siempre especial y gratificante aderezo de la esperanza; y aunque el año que se termina definitivamente será recordado como uno de complejidad y dureza, más vale prepararnos porque pareciese que este décimo sexto del tercer milenio de nuestra era, es mera transición hacia condiciones aún más extrañas y difíciles, a las que habrá que adaptarse.
Cierto contundentemente es el hecho de que los últimos 12 meses trascurrieron para todos con la misma velocidad y ni hoy ni en otra época fueron más largos o más cortos según aprendimos, claro, está la consideración de que febrero tuvo 29 días, pero fuera de eso, todo normal. Sin embargo, reto al que quiera a desmentir que el 2016 “se fue en un suspiro” y menos ahora que después de 100 años los humanos confirmamos las teorías de la Relatividad de Einstein y con el descubrimiento de las Ondas Gravitatorias podremos escuchar nuestro mundo desde su segundo de vida cero.
2016 es solo transitorio porque cuando la humanidad confronta y prueba la fragilidad de sus teorías, otras surgen rápidamente, aunque solo sea para calmar nuestra neurosis y explicarnos todo o al menos intentarlo. Esfuerzo especial deberemos hacer para descifrar el futuro de las encuestas políticas, que fallaron para siquiera atisbar el resultado del BREXIT en el Reino Unido o el estrepitoso triunfo de Donald Trump en Estados Unidos; cómo enfrentaremos al mundo (no es literal) si nuevamente se desata la carrera armamentista nuclear y algunos insisten en ver en un tercio de la población mundial a una amenaza terrorista.
Grandes hechos nos confrontan, cuando al mundo le reviven los males del racismo, la xenofobia, la intolerancia y la exclusión, todos exaltados real o artificialmente por un solo líder, que le dice al mundo que encontró al responsable de sus males y es un país latinoamericano del tercer mundo de nombre México; sí, al país más poderoso del mundo lo metimos en problemas. ¡Creo que ahora sí tenemos problemas!
Convulso el año que termina, porque el orden mundial reclama transparencia y rendición de cuentas, la “información tecnológica” facilita el conocimiento y casi en un instante el mundo (literalmente) se entera y se enteró de dónde ocultan los ricos y famosos su dinero, las empresas de malos manejos son puestas al descubierto y sus conexiones llegan a todas partes. Caen primeros ministros, revocan poderes de presidentes, funcionarios son obligados a dimitir y son procesados, otros son detenidos, las participaciones electorales rozan las cifras más bajas de la historia y el propio modelo democrático es puesto en duda.
¿Sobrevivirá si en verdad se estrechan los vínculos políticos de Rusia y Estados Unidos?
En el 2016 el mundo topó con sus problemas, los que probaron el calentamiento global y los que no creen; inexistentes por prohibidas pruebas de armamento nuclear y exceso de movimientos telúricos que cobran vidas humanas; virus de propagación en proporción pandémica y nuestra impreparación para combatirlos; terror y muerte por todo el mundo y aún no sabemos si la violencia se combate con violencia o con más armas (de portación legal o no).
Preparémonos para el año 2017 que lo bueno de haber vivido los 12 meses de transición previos es precisamente que habrá menos incertidumbre. Definitivamente tenemos que ahorrar, los recursos públicos son insuficientes, la austeridad tiene que ir en serio; si queremos desarrollo real el Estado debe hacer que prevalezcan el orden, la justicia y la trasparencia; más, mucho más que antes deberemos demostrar misericordia con los otros, porque estamos fallando en el dar las oportunidades que nos hagan mejores; solidaridad con el que sufre y conciencia, mayor conciencia porque unos tenemos más responsabilidad. Preparémonos con la esperanza puesta en que haremos lo mejor de nuestras capacidades. ¡Feliz Año 2017!
Que la historia lo registre.- En enero del 2016 nadie creía que Donald Trump iba en serio, sus contrincantes republicanos ni siquiera se acercaron para considerarle en sus acuerdos de unidad. Hoy que prevaleció, no considera la unidad.
Botón rojo.- Las molestias por los incrementos en los impuestos se resuelven cuando el ciudadano recibe con eficiencia los servicios.
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas.