Ante la airada inconformidad de la población en contra de los gasolinazos, que ha derivado en bloqueos y acciones de violencia en la región, el Arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, pidió al gobierno de México “escuche el clamor de su pueblo en postración”.
En un mensaje a la comunidad, luego de que uno de los manifestantes en la protesta efectuada en la planta de PEMEX en Rosarito embistiera con una camioneta a elementos policiacos, el prelado expresó: “lamentablemente las manifestaciones pacíficas han derivado en expresiones violentas y fuera de control, con fatales consecuencias para todos”.
Para evitar este tipo de acciones, pidió al gobierno asegurar canales de comunicación efectiva, “aún es tiempo de ofrecer a nuestro pueblo un gobierno eficiente, cercano y servidor y solidario en su dolor y su pobreza”.
Para ello, “propongo que las autoridades y especialistas que conocen a fondo el origen, causas y condiciones de esta crisis, ofrezcan respuestas de fondo, aunque esto implique decisiones radicales de conversión y solidaridad de todos los gobernantes y servidores públicos”.
“Como padre y Obispo me duele el dolor de mi pueblo”, continuó, Moreno Barrón, al subrayar que “la violencia siempre engendra más violencia y enfrenta a las autoridades con el pueblo y a los ciudadanos entre sí”.
A los ciudadanos los conminó a evitar el enfrentamiento con elementos del Ejército y policías, “no permitamos que grupos y personas que buscan sus intereses particulares se aprovechen de la compleja situación que estamos enfrentando, cuando los que generan los disturbios se mezclen entre nosotros, no nos dejemos contagiar por su violencia a flor de piel y dejémoslos solos en evidencia, recomendó.
Reconoció que el pueblo tiene el derecho a manifestarse en desacuerdo, “a mostrar sus inconformidades ante la conducta o decisiones del gobierno que le parezcan injustas, pero siempre por los causes legítimos, como lo son el diálogo, las protestas pacíficas, la denuncia pública, la exigencia al gobierno del cumplimiento de sus obligaciones y compromisos”.
Exhortó a la ciudadanía a evitar toda expresión de violencia y a reconocer que “nuestra fortaleza está en mantenernos unidos en el ideal de un México mejor, sin la manipulación de partidos políticos o líderes que buscan solo su provecho”.
A feligreses y grupos religiosos pidió unirse en oración para el restablecimiento del orden y la paz en Baja California, “hoy México y Baja California nos necesitan responsables en nuestros trabajos, solidarios para exigir a nuestro gobierno el cumplimiento de sus obligaciones”, dijo.
Y concluyó: “El clamor de un pueblo solidario nadie lo resiste, no hace falta recurrir a la fuerza violenta”. Isabel Mercado
