A.J. Preller, gerente general de los Padres de San Diego, ya había dicho que el equipo, a partir de la temporada 2017 y en el futuro, giraría en torno a Wil Myers.
El primera base tuvo en 2016 la mejor campaña de su carrera, bateó .259 de promedio, con 28 jonrones y 94 carreras impulsadas, además de 68 bases por bolas y 28 bases robadas, siendo convocado al Juego de Estrellas. Así que a su 26 años y todavía elegible para arbitraje, el equipo sandieguino decidió firmarlo con una extensión hasta el final de la temporada 2022, con opción para 2023, totalizando 83 millones de dólares. El contrato mayor otorgado en la historia de la franquicia.
“Es muy emocionante para mí ayudar a que vengan campeonatos en la cuidad. Me siento muy especial de estar en San Diego y buscar postemporada en las temporadas que vienen”, señaló Myers en conferencia de prensa, quien llegó a los Padres en diciembre de 2014 desde los Rays de Tampa Bay, como parte del canje entre tres equipos que envió a Joe Ross y Trea Turner a los Nacionales.
Además, fue Novato del Año de la Liga Americana con Tampa Bay en 2013, antes de jugar apenas 147 partidos en las siguientes dos temporadas, debido a problemas en una muñeca.
“Estoy emocionado por el futuro, de los jóvenes que tenemos y me alegra poder contribuir al proceso; espero que vengan los mejores años en San Diego”, concluyó.
Por su parte, el manejador Andy Green mencionó que es motivante ver que alguien como Wil crea en el proyecto a largo plazo: “Tomó el rol de líder dentro y fuera de campo, y cree que podemos hacer algo grande en San Diego. Que haya puesto su futuro con nosotros nos motiva, y definitivamente el futuro parece brillante”.
Para la próxima campaña, el equipo apostará por el talento joven formado en sus sucursales y de canjes con otras organizaciones.