Sí, nunca como hoy estuve tan atento a una elección de otro país. Como está claro, dependemos mucho de EE.UU, aquí en la frontera.
Todo empezó con el racismo enfermizo del candidato que ganó gracias a la mano de Vladimir Putin, ruso gobernante.
Hirió mi nacionalidad, mi mexicanidad, mi integración personal, al hacer que nos miren como se expresó el Señor Donald Trump.
Ni cuando Ronald Reagan, ni con Nixon, ni con Jimmy Carter, ni con Obama, un candidato presidencial había herido y hablado de todos los mexicanos, que somos violadores, rateros, que les quitamos el trabajo a los meros gringos güeros o norteamericanos.
La noche del 8 de noviembre fue una noche no apta para cardiacos. La amenaza está en boca del blondie Trump y es latente. Un candidato que usa el dedo índice para amenazar, que no lo baja para nada. Es de cuidado este hombre Donald Trump, que habla de los musulmanes de cochinos, de degenerados, sucios. Siendo que es él el enfermo mental, traer una esposa joven, llevar a cabo más de 3 matrimonios, y presentar a sus hijos pa’llá y pa’cá en tiempos de elección.
Todos sabemos que EE.UU tienen un libertinaje sexual y es primer productor de pornografía y el país con más divorcios mundialmente. ¿Conocerá la Biblia este Señor Trump? ¿Leerá algo de proverbios?
Bueno, poco escribo sobre la política estadounidense y hoy lo hago, pues ha ofendido mi ser como habitante mexicano, de Estados Unidos Mexicanos. Como fronterizo, como ser humano, sin serlo, ni llevarlo a cabo.
Dice por allí un futurista o adivino. Donald Trump no llegará al año de gobierno y sufrirá un atentado. Es ofensivo ver e irritable oír a Donald Trump, pues se ganó el odio latino, pues él inició la hostilidad, que será el talón de Aquiles en los próximos cuatro años en periódicos, en su nación y en el mundo, pues ya habló mal de los musulmanes ¡y eso es grave!
Apenas empieza la guerra de guerras. Así lo inició y así será. Donald Trump es el Hitler de Occidente. Nunca como hoy. Arribó. ¡Cuidado!
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B. C.