El ex alcalde quedó en deuda con la comunidad ensenadense, incluyendo algunos de los espacios deportivos, que lucen en condiciones deplorables
El abandono y ruinas que en los últimos años se ven por todos lados en Ensenada, sobre todo en su primer cuadro y las colonias aledañas al centro, no escapa al Estadio “Antonio Palacios”, recinto casi sagrado para una comunidad beisbolera y pasarela de importantes figuras deportivas, hoy sobrevive precariamente.
A sus deudas de renta, agua y luz, se agregan las instalaciones y el campo en mal estado. Butacas, pasto y fugas iban a ser reparadas a mediados de 2016, pero jugadores y aficionados se quedaron esperando esa suerte de rescate a un espacio que cumple casi 60 años y que alberga a la Liga Municipal de Beisbol, al equipo local Marineros de la Liga Norte de México, y hasta 25 equipos amateurs de distintas edades.
El estadio pertenece al Gobierno del Estado y lo tiene en comodato la Liga Municipal de Beisbol. Tiene capacidad para 2 mil 200 personas, que pueden aumentar, si reponen las butacas faltantes, hasta 3 mil 500. En conciertos y espectáculos musicales llegan a entrar hasta 8 mil personas, convirtiendo aquello en un caos, al no contar con estacionamiento y estar rodeado de la congestionada Calle Novena, la Comandancia de Policía y el callejón que lleva al Servicio de Limpia.
En las torrenciales lluvias de 1980-1981 el campo del “Antonio Palacios” quedó prácticamente enterrado y el campo de Futbol desapareció. Los últimos arreglos de los que se tiene memoria datan del trienio del alcalde César Mancillas (2004-2007), que le metió luminarias y césped, y del de Pablo Alejo Núñez Robles (2007-2010) cuando se construyeron las gradas.
El deterioro más evidente lo presenta el pasto sintético, que cumplió 11 años desde su instalación, cuando su vida útil es de ocho años cuando su uso es regular. Ahora se ve completamente café, y, cuando se le hace talacha para revivirlo, algunas manchas verdes resurgen, pero la consistencia más que de pasto es de tapete del Waldos.
Los encharcamientos han sido el tiro de gracia para el campo, le entra el agua por todos lados, a causa de drenes en mal hechos. Los arroyos le llegan por las calles 9, 11 y por el callejón, aparte una de las puertas de acceso no sirve, por lo que se convierte en una fuente más para inundarse.
Entonces, aparte del reemplazo del pasto sintético, la necesidad es instalar drenes funcionales que saquen el agua hacia la calle 9, rehabilitar una planta de agua para los sanitarios, arreglar el portón y construirle una especie de rampa, así como dos módulos de gradas, con tablones y cimentaciones de bloque, “sencillas pero cómodas”. Todo contemplado en un presupuesto de casi 4 millones de pesos.
Es así como solicitaron el apoyo a la diputada federal por el Partido Acción Nacional, Eloísa Talavera, y ésta a su vez bajó el recurso del programa federal Fortalece, con un monto superior a 20 millones de pesos, que entre otras obras contemplaban las del Estadio “Antonio Palacios”: “Elegí apoyar obras que tuvieran respaldo social, entre ellas estaba la renovación del pasto para el estadio de Beisbol, porque obviamente había una demanda y la estaban esperando mucho la comunidad del Beisbol, es el único campo de Ensenada en el que confluyen todos los que juegan Beisbol. También es la casa del equipo Marineros y de muchas escuelitas de Beisbol”, pondera la legisladora.
En abril de 2016 llegó la primera parte del recurso, de un total aprobado por 3 millones 879 mil 506 pesos, por lo que se anunció con “bombo y platillo” la rehabilitación del “Antonio Palacios” en el marco del “Juego de Estrellas” que se celebraría en junio, donde los anfitriones pensaban “lucirse” con un campo decente: “… y pasó junio, agosto, terminó el año y no se aplicó, y no hay explicación”, lamenta Juan Manuel Arellano, presidente del equipo Marineros.
“Si de por sí no tenemos espacios, el único espacio más o menos digno que tenemos es éste, y ya es un parche para Ensenada, ya merece cosas de mayor calidad si queremos crecer como ciudad, pero ¡bueno!, ya tenemos este campito, que aquí quede para el Beisbol amateur… qué mal que se desvió el recurso para esto que es sano”, expone el directivo.
Un misterio
Fueron más de 26 millones de pesos el recurso “bajado” del Programa Fortalece, más de 20 millones los que la diputada Talavera gestionó y que incluía obras como la construcciones de una Ciclovía, bibliotecas en Vista Hermosa y El Porvenir, así como la instalación de bebederos en 198 escuelas primarias. Todo quedó en el estatus de “en espera de anticipo para iniciar”.
Es el caso de la obra denominada “Rehabilitación del Campo de Beisbol ‘Antonio Palacios’”, a cargo del contratista Jesús Alfonso Valenzuela Ramos, los otros 7 millones los gestionó el propio presidente Gilberto Hirata, supuestamente para bacheo, un Rodeo en La Misión y un rastro en San Quintín, pero tampoco se sabe nada al respecto: “Me senté con él para asignar las obras”, explica Talavera, “estuvo de acuerdo, le llegaron en tiempo y forma los recursos”.
Se hicieron las licitaciones, se asignaron las obras a los ganadores, se firmaron contratos, en dos casos se dio un anticipo del 30 por ciento, se citó a los grupos gestores, diputada y alcalde se reunieron a darle banderazo a los proyectos “y luego pasó el tiempo y nada, y yo le preguntaba cuándo, cuándo, cuándo… y nada. No las empezaron y se acabó la administración”.
— ¿Y qué respuesta o argumento dio el alcalde?
“No, simplemente nos dieron largas, nos dijeron `ya va… ya va…’, y nos fueron llevando hasta el final de la administración y se fueron. Desconozco cuáles hayan sido sus razones, pero son la autoridad en turno, yo trabajo institucionalmente con la autoridad en turno, y para mí el hecho de haber bajado los recursos por el Ayuntamiento era una garantía más de que se iban a utilizar aquí, y de buena manera, digo, qué más te puedo decir…”.
Ya viendo el caso perdido, la diputada se reunió con el presidente municipal electo Marco Antonio Novelo: “Le pedí la ampliación del período para la conclusión de las obras, para que alcancen a terminarlas en tiempo y forma, me dijo que sí, que por él no había problema. Yo espero que haya continuidad y podamos terminar esa infraestructura, porque son requerimientos, banderas que traen los grupos sociales, ni yo me saqué de las saqué de la manga ni nada, simplemente la gente también se cansa de andar cargando banderas, ¿no?”.
Eloísa Talavera espera que, por tratarse de obras pequeñas estén concluidas cuando mucho a finales de enero de 2017, estará pendiente de su cumplimiento, esperar un tiempo razonable y tener la garantía de que se aplicará bien el dinero para seguir gestionando recursos para la ciudad y “sí un presidente te dice que sí, ni modo que no le creas”.
Pero a fin de que no se repita la historia, advierte: “Si el Ayuntamiento no decide concluir las obras, yo interpondrá personalmente ante el órgano correspondiente, Sindicatura Municipal, una denuncia. Pero también tengo que ir al órgano estatal y también tendría que ir a la Auditoría Superior de la Federación, yo, como diputada federal”.
No descartará instancia legal: “Yo considero que hay un desvío de recursos, tendré que estar en la PGR (Procuraduría General de la República) también, sí voy acudir a todos los órdenes de gobierno, nomás que también tengo que confiar en la autoridad electa y darle su tiempo para que haga las cosas”.
Respecto al sinsabor que dejó la administración de Gilberto Hirata Chico con este caso más de desvío de recursos de programas sociales, externa: “Competir y conseguir los recursos federales para tu municipio, para tu Estado, es muy complicado, tenemos Estados con mucha más población y muy agresivos en la pelea por los recursos”.
Luego para que al lograrse alguna partida la autoridad municipal no la ejecute: “Claro que a mí me ocasiona decepción, me ocasiona problemas, porque qué tal si la siguiente que llegue a gestionar me dicen ‘para qué quieres si tu municipio no ejerció’, la oportunidad se la van a dar a otro. A mí me cuesta, me obliga a ser mucho más agresiva en la pelea de los recursos, si nos hacen quedar mal como legisladores”.
Niños, ciclistas y lectores, también perjudicados
Entre las alrededor de ocho obras contempladas dentro del Programa Fortalece para Ensenada, estaba la del suministro e instalación de bebederos a 198 escuelas públicas de nivel primaria, con el contratista Tsunami Servicios y Maquinaria, S.A. de C.V., con una inversión autorizada de 6 millones 803 mil 637 pesos, la partida más fuerte del listado. Quedó en el estatus “en espera de anticipo para iniciar”.
“Es para instalar una planta de ósmosis inversa para primarias, para que los niños tengan agua potable, porque resulta que ésta es el primer componente para una campaña saludable contra la obesidad en los niños”, resalta la diputada Eloísa Talavera.
También está la “Construcción y Equipamiento de Biblioteca ‘El Porvenir’”, a cargo del contratista Ingeniería Integral de B.C., S.A. de C.V., contemplada en 2 millones de pesos 915 mil 844, aunque el estatus es igual a la obra anterior: se reportó un 30 por ciento de anticipo, pero igual se dejó inconclusa. “Solo dejaron un pilar y unas varillas ahí paradas”, reportaron a ZETA ejidatarios de la zona, mientras que el anterior delegado dijo desconocer qué pasó.
La biblioteca en esa delegación del Valle de Guadalupe se iniciaría una vez concluida la tercera etapa de otra ya iniciada por el municipio, bajo el concepto de “Construcción de Biblioteca Vista Hermosa”, a cargo de Flip Constructora, S.A. de C.V.; el gobierno de Hirata recibió 4 millones 373 mil 767 pesos, se dio al contratista el 30% y quedó congelada en el estado “ejecución”.
Una Ciclovía ha sido el clamor varios años por parte de los ensenadenses, y para su ejecución, la autoridad municipal logró un recurso federal por 4 millones 448 mil 941 pesos, la obra la haría Tsunami Servicios y Maquinaria, S.A. de C.V. y quedó “en espera de anticipo para su ejecución”.
Están también la “Construcción de Unidad de Patinaje, en la Unidad Deportiva Vista Digna”, por un millón 263 mil 532 pesos, con el contratista CEDVA Constructora, S.A. de C.V.; y la “Rehabilitación de Vialidades”, sin mayores datos que una inversión de 2 millones de pesos 624 mil 200 pesos. Contratistas y grupos ciudadanos que gestionaron, empezaron a protestar por los incumplimientos.
El 29 de noviembre de 2016, un día antes de concluida la administración encabezada por Gilberto Hirata, la legisladora Talavera dio conocer el posible desvío de estos recursos -en medio de otros tantos del Ramo 33-, lamentando cómo con la omisión se perjudicaba a 80 mil niños de educación básica y a miles de deportistas. Advirtió acción penal y calificó a la administración de Gilberto Hirata como “un desorden generalizado”.