La noche de este sábado, autoridades de California cerraron el paso vehicular en uno de los dos cruces fronterizos a Tijuana, luego de que manifestantes llegaran a la garita San Ysidro-El Chaparral como parte de las protestas realizadas en todo el país por el alza de hasta el 20 por ciento en el precio de la gasolina en México.
Aunque la protesta era pacífica y en lugar de cerrar el paso a los automovilistas que entraban a Tijuana, levantaron las plumas de la Aduana de México para que los carros ingresaran sin revisión por parte de las autoridades aduanales, alrededor de las 6:00 de la tarde, hora de Tijuana, patrullas obstaculizaron el pase hacia Tijuana.
Tanto las carreteras interestatales 805 como la 5 quedaron cerradas en su paso hacia el Sur, informó el Departamento de Transporte de California (Caltrans), así como las distintas conexiones de otras carreteras y autopistas en dirección a Tijuana.
Por el momento, se registran largas filas para salir de California a Tijuana en el único cruce que continúa abierto en la garita de Otay. Al día, más de 60 mil vehículos transitan esta frontera.
Al mismo tiempo, la Policía Federal continúa en las instalaciones de la planta Pemex en Rosarito, municipio al sur de Tijuana, para retirar a un grupo de manifestantes que desde el lunes 2 de enero mantienen bloqueado el acceso de pipas de combustible, también como una manera de protesta ante este aumento de gasolina, el más alto en los últimos 20 años.
Por su parte, la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) confirmó que el cierre de la garita se derivó de una petición del gobierno mexicano, quien pidió apoyo a las agencias estadounidenses para desviar el tránsito hacia la garita de Otay.
“Todos los viajeros que deseen entrar a México en vehículo, deben hacerlo a través del cruce fronterizo de Otay hasta nuevo aviso. El cruce San Ysidro continúa abierto en ambas direcciones (Norte y Sur) para los peatones, al igual que el cruce PedWest”, informó la CBP.