Baja California en general y Mexicali en particular son lugares simbólicos porque en épocas muy diferentes se han convertido en referentes a nivel nacional.
Baja California con aquel triunfo de Ernesto Ruffo Appel en 1989 despertó el México que por décadas había sido oprimido y callado por sistema priista. De ahí se generó una gran “ola” democrática que permitió reconocer el voto en otros estados como Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y muchas entidades más.
Por su parte Mexicali y su población se han caracterizado por encabezar una lucha histórica con ciertos resultados pero nunca el esperado, me refiero a las altas tarifas eléctricas que pagan sus habitantes verano tras verano. Todavía recuerdo las grandes concentraciones que se hacían en la época de los 80’s y principios de los 90’s en el Centro Cívico de esa ciudad para reclamar al Gobernador Xicoténcatl Leyva su enorme corrupción; aquellos manifestantes tuvieron un gran valor porque en esos tiempos la autoridad no se andaba con miramientos al grado de encarcelar y amenazar a quienes participaban. A pesar del riesgo y el miedo ahí estaba la voz del pueblo haciendo valer su fuerza. Madres de familia a un costado de Palacio de Gobierno “trepadas” en un poste de luz exigiendo resultados (entre ellas mi madre) o las famosas “caceroleras” quienes para hacerse escuchar con cazuela en mano y una cuchara hacían un ruido ensordecedor, estos son ejemplos difíciles de olvidar.
En estas semanas que a nivel nacional se anunció el incremento a la gasolina se presentaron muestras de rechazo en diferentes puntos del país, en Mexicali se bloqueó por varios días la planta de Pemex en La Rosita poniendo en riesgo la economía de la ciudad al grado de que cuerpos de emergencia como la Cruz Roja estuvieron a punto de suspender el servicio de emergencia. Afortunadamente los manifestantes despejaron el lugar y se reactivó el servicio de gasolina.
Lo que siguió de esta inconformidad (bloqueo) es digno de aplaudirse, dos concentraciones masivas en el mismo Centro Cívico exigiendo entre otras cosas dar marcha atrás al “gasolinazo”, la derogación de la llamada Ley del Agua, suspender el reemplacamiento vehicular, así como las renuncias de autoridades como el Presidente Enrique Peña Nieto y el Gobernador Francisco “Kiko” Vega.
Hoy más que nunca los ciudadanos tienen frente así una valiosa oportunidad de hacer valer su voz, como ejemplo de la presión realizada el Gobernador Vega dio marcha atrás primero al reemplacamiento y ahora la Ley del Agua.
Las dos concentraciones tuvieron su efecto, pero en la segunda marcha celebrada el pasado domingo participaron personas que nunca lo habían hecho anteriormente, amigos y familiares se dieron cita con sus hijos en un acontecimiento inédito en varias décadas.
La clave desde mi punto de vista para que no pierda fuerza este movimiento dependerá que los partidos políticos y los llamados líderes sociales se mantengan distantes y más bien aprendan de lo acontecido, el papel protagónico es de los ciudadanos de a pie.
En la medida de que sea un verdadero movimiento de la sociedad y no de los partidos políticos o charlatanes es como se medirá el éxito. Ver a familias completas sin algún interés político solo el exigir ser escuchados me hizo recordar aquellas manifestaciones de antaño.
Llegó el momento de los ciudadanos; de las familias que están desesperadas por lo que está sucediendo y no encuentran la forma de canalizar su inconformidad. Si el gobierno se equivoca y da una lectura equivocada al no entender su sentir estará cavando su propia tumba.
Por lo pronto la voz popular se escuchó desde Mexicali hasta el resto de México.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro