Política Breve y de Emergencia
El incremento de 20% al precio de las gasolinas en todo el país a partir del 1 enero no es el acabose que para este caso hablaríamos de un gobierno; no. El incremento es más bien el inicio de la gestión del 2018-2024. Porque mientras el PAN, PRI y PRD se echan a la cara la responsabilidad del incremento, Morena encabeza el grave, serio y alarmante descontento nacional.
Estar del lado de las verdaderas causas sociales, es y debiera ser la tarea de todas las organizaciones políticas, como de hecho debiera ser la labor básica del gobierno, pero si en el afán de hacer prevalecer el único y personal punto de vista del presidente de la república quienes le acompañan en el gobierno se desconectan de la realidad ciudadana se desvinculan de sus bases y parece que este tema de los hidrocarburos, perdieron completamente la brújula.
Los tomadores de decisiones en el gobierno hoy metidos a comparsa, debaten abiertamente el tema de quién tiene más responsabilidad al apoyar con su voto la aprobación de la Reforma Energética o la Reforma Fiscal, porque públicamente dicen que una de ambas es la medida política causante del incremento. Solo que en el falso debate olvidan que todos aprobaron la Miscelánea Fiscal y el Presupuesto de Egresos 2017, donde con la proyección de egresos se empatan los ingresos.
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De una sola vez incrementar gasolinas, electricidad y gas, más los incrementos de impuestos y derechos de los gobiernos estatales y los de los municipales, todos con la justificación de que se necesitan mayores ingresos para sostener el gasto público y desde luego con cargo a los ciudadanos, provoca la “tormenta perfecta” para complicaciones económicas y estallidos sociales, artificiales y reales.
Que el presidente Peña Nieto salga en cadena nacional a decirle a los mexicanos, con actitud de sólida y patriótica decisión que no tenía de otra y que esa era la única forma de enfrentar el problema financiero que se avecina y más aún, que el que no lo entendiera era porque no estaba razonando, es un agravio para los millones de mexicanos que sufren las consecuencias y que aún pueden tener una manera libre de pensar.
Las acciones y movilizaciones sociales de choque, como los cierres carreteros, las tomas de instalaciones públicas, el robo y el vandalismo justificado en la causa social, son prácticas políticas de mediados del siglo pasado todavía vigentes, que instrumentadas artificialmente convocan a un sector social sumido en la pobreza y en la falta de oportunidades, pero que cuando con las mismas estrategias y un fondo social de reclamo real unifican a la población, prenden como pólvora y pasto seco, evidenciando nuestro atraso como nación.
¿Por qué es tan difícil de entender para los gobernantes que la democracia se basa en los deseos, aspiraciones y decisiones de las mayorías? ¿Por qué olvidan que cuando se tiene la responsabilidad de gobierno se actúa en representación de y no como potestad ganada en privilegio individual como premio a la personal sabiduría?
Las acciones del gobierno federal donde se incluyen los senadores y diputados, que seguramente provocarán una escalada de precios e inflación, están pavimentando el camino de su relevo en manos ajenas a las suyas, encabezadas por López Obrador.
Que la historia lo registre.- Al dar la cara a la Nación y justificar su política de incrementos a los hidrocarburos, Peña Nieto pasó a la historia; como lo hicieron Díaz Ordaz, López Portillo y Salinas de Gortari.
Botón rojo.- El regreso de Videgaray precisamente a la conducción de la política exterior del país, ¿se habrá decidido en Washington?
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas.