Un total de 4 mil 756 armas de fuego decomisadas en diversos eventos y corporaciones policiacas de los Estados de Baja California, Baja California Sur y Sonora, algunas canjeadas por la propia ciudadanía, fueron destruidas esta semana por la Comandancia de la II Región Militar, con sede en Tijuana.
Las armas, de diferentes calibres, fueron cortadas en tres o cuatro partes, pasando una sierra eléctrica en las partes esenciales para su funcionamiento, como el cañón y el mecanismo de disparo. Las partes de metal son utilizadas para la elaboración de ornamentos y las de plástico y madera incineradas, se informó durante la ceremonia.
El armamento se sumó a las 5 mil 442 piezas inutilizadas durante 2016, para un total de 10 mil 158 armas destruidas.
Una vez que dejan de ser necesarias para el desarrollo de las investigaciones criminales y juicios penales, aquellas que son producto de detenciones y decomisos efectuados por las corporaciones policiacas y el propio Ejército, son entregadas a éste para su resguardo y disposición final. Las que presentan malas condiciones de conservación o que no son útiles para el Ejército son destruidas.
Parte de las mismas también fueron recabadas por las Fuerzas Armadas, a través de su programa de canje, con el cual se motivó a la población a entregar cualquier arma de fuego de su propiedad a cambio de una suma de dinero. La cantidad erogada a quienes entregan armas llega hasta los 5 mil pesos, dependiendo del calibre y condiciones de la misma, sin necesidad de que la persona que hace el canje se identifique, detalló el General Enrique Martínez López, Comandante de la II Zona Militar, al anunciar que la próxima campaña de canje iniciará el 15 de febrero de 2017.
Pistolas y rifles es lo que más comúnmente canjean los ciudadanos aunque, subrayó, no falta quien se presenta con armas largas y de uso exclusivo del Ejército.
No siendo requisito la identificación, quienes se acerquen a canjear armas pueden ir con la seguridad de que no se investigará la procedencia de las mismas, aunque sí será necesaria la firma de un recibo por la cantidad entregada, ya que dichos recursos están sujetos a fiscalización, informó Martínez, “lo que importa es que sean retiradas de las calles a la brevedad”, dijo.
“Vamos a ir a los lugares más emblemáticos en cada delegación de aquí de Tijuana, incluso parques municipales o cerca de instalaciones de gobierno donde pongamos a gente a recibir armas y poder quitar de las calles todo este material que puede ser empleado a veces para un ilícito, otras veces se puede presentar un accidente en el seno familiar por el mal uso”, explicó el General, para concluir:
“El trabajo es permanente, todas las autoridades debemos abocarnos a tratar de reducir donde podamos los índices de criminalidad, para que la sociedad pueda desarrollar sus actividades de forma cotidiana”.