Para el tres veces candidato presidencial, a Peña Nieto le ha fallado el patriotismo para enfrentar la intolerancia de Donald Trump, en perjuicio de millones de familias mexicanas y sin firmeza ni dignidad. El hijo de Lázaro Cárdenas lanzó un mensaje muy claro al nuevo mandatario estadunidense: los muros no dividen a los pueblos
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, uno de los principales referentes vivos de la historia política mexicana, arribó a Tijuana el martes 17 de enero con un objetivo definido: reclamar desde la frontera norte de México al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que no haya emitido una postura clara y contundente a nombre de los mexicanos ante las amenazas –cumplidas y por cumplir– del hoy Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
“Tiene que haber una política de dignidad y de defensa de los intereses nacionales y no de sometimiento…y que el propio gobierno parece estar aplaudiendo”, comentó antes de una reunión sostenida con diversas organizaciones, incluyendo la comitiva de padres de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
Lamentó que el magnate neoyorkino haya amenazado, incluso antes de tomar protesta, a empresas para que no inviertan en territorio mexicano, principalmente en lo referente a la manufactura de automóviles; todo frente al silencio del inquilino de Los Pinos.
“Lo más grave de esto es la actitud de sometimiento e indignidad del gobierno mexicano frente a estas declaraciones y hechos. El gobierno mexicano no ha dado ninguna respuesta con el más mínimo asomo de dignidad”, aseveró.
El tres veces candidato presidencial destacó el riesgo que implica para la economía del país la intención de deportar a millones de mexicanos que residen en la Unión Americana, así como la construcción de un nuevo muro fronterizo, por lo que Peña Nieto tendría que encabezar “una fuerte reclamación por las vías oficiales respecto a estas amenazas”.
Cuando Peña Nieto regresó al servicio público a Luis Videgaray Caso, nombrándolo como secretario de Relaciones Exteriores, expuso que éste tendrá la obligación de “mantener el diálogo económico de alto nivel” bajo el argumento de que ya lo ha hecho antes, aunque las compañías que operan en México estén siendo amenazadas y algunas ya hayan anunciado el retiro de sus inversiones en territorio mexicano.
La urgencia de la amenaza trumpista más que anunciada que sufren millones de mexicanos en ambos lados de la frontera no perturba –o así parece– al amigo del Presidente.
Para el fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), los intereses económicos y sociales de los mexicanos son los que se encuentran en principal riesgo, situación que se agrava con la política petrolera de la administración federal, que derivó en un incremento histórico de los combustibles el primer día del año, y que redundará en un nuevo aumento en febrero.
— ¿A qué responde el gasolinazo?, cuestionó ZETA a Cárdenas.
“Responde a que este modelo de desarrollo que nos han impuesto de 30 años para acá, lo que busca es concentrar la riqueza en unos cuantos, depredar los recursos naturales del país, aceptar incondicionalmente todo lo que viene impuesto por la buena y por la mala por los Estados Unidos. Me parece que lo que ha hecho falta aquí, entre otras muchas cosas, es patriotismo por parte de las altas autoridades”.
Cárdenas Solórzano respaldó a los ciudadanos que han salido a las calles a enfrentar los abusos y la corrupción imperantes en la política nacional, principalmente en Baja California, donde consiguieron que el gobernador Francisco Vega diera marcha atrás en su Ley privatizadora del servicio de agua potable.
Agregó que es la presión social la respuesta para revertir las políticas equivocadas de quienes gobiernan, tal y como hicieron alrededor de 80 bajacalifornianos que tomaron las calles, instalaciones de gobierno y aduanas con el afán de conseguir acciones del gobierno que deriven en una vida mejor para sus familias.
“Tenemos que echar bajo el gasolinazo, tenemos que darle marcha atrás y exigir que en nuestro país se ponga en marcha un proyecto distinto que tome en cuenta y que tenga como prioridad el elevar las condiciones de vida de los mexicanos, garantizar el trabajo formal y mejorar los servicios de seguridad social, educativos y de salud”, apuntó el hijo del ex Presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), quien expropió los recursos petroleros en 1938.
Como acto simbólico, el político se trasladó a la malla fronteriza a la altura de la colonia Libertad, y apuntó que esa división “representa la ignorancia y la ignominia de los vecinos que piensan que una barrera física puede impedir la fraternidad entre dos pueblos”, claramente se refería a Trump.
“Está barrera física está construida por el racismo y la intolerancia por los que no entienden que los pueblos tienen que vivir juntos y en vez de poner barreras, derribarlas”, remató. Uno de los mayores exponentes de la ideología de izquierda no reparó en decir que a Peña Nieto, el mexiquense perteneciente a una familia de encumbrados políticos y emanado del Partido erigido por la Revolución Mexicana, le ha faltado ser patriota y demostrar aprecio por el país que representa ante el mundo.