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martes, octubre 1, 2024
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Audelia Villarreal, la historia que cambió vidas

Con la integración de un equipo de trabajo a razón de servir a la sociedad, Audelia Villarreal fundó la asociación civil Corazón de Niño, la cual se constituyó un año después de que a su hijo le detectaran una cardiopatía congénita. Este término se utiliza para describir malformaciones del corazón u otros padecimientos.

Desde su creación, en el año 2001, siendo pionera en la detección de males cardiológicos como sociedad civil, Corazón de Niño, AC pretendió mejorar la calidad de vida de los infantes;  la voluntad de ayudar se dio a través de encontrar niños con padecimientos del corazón y buscar los medios para enviarlos a la Ciudad de México para su tratamiento.

Poco a poco, las detecciones fueron mejorando y sobre todo, sin necesidad de acudir al interior de la República.

“Cada niño al final puede superar una cardiopatía congénita y convertirse en una historia de éxito en un adulto, que pueda cumplir sus sueños, eso es finalmente por lo que nacimos”, comentó Audelia Villarreal, presidenta y fundadora de la asociación civil.

“Este año atendimos a 200 niños y sus familias, alrededor de 800 personas en el año, casos nuevos detectamos 80 en 2016 a través de todas estas estrategias, con esto queremos llegar a que el niño sea diagnosticado, atendido, tratado, en las ramas de la cardiopatía congénita que son diversas, a una edad más temprana, que evite que el niño tenga complicaciones permanentes o se arriesgue su vida”.

Carrera Superheroes de Corazon en vafor de los ninos de sudcalifornia

La ayuda surgió a través de una experiencia personal, a la edad de 6 años, a su hijo le fue detectada una malformación congénita, lo cual los llevó a pasar un viacrucis para buscar esa estabilidad familiar; el pequeño de casa ya contaba con un marcapasos, lo cual de inicio encendió las alertas y, aunque parecía un gran tropiezo, Audelia lo vio como una oportunidad de salvar vidas.

“Nacimos como organización en 2001, a partir de una experiencia familiar en que en el año 2000 a mi hijo le ponen un marcapasos y fue algo difícil de resolver, hoy sabemos que no era el caso más difícil y complicado médicamente hablando, porque en el camino hemos aprendido del tema, sin embargo como familia el tiempo se detuvo, en el año 2000  en La Paz había pocas instalaciones médicas, no había oportunidad como lo hay hoy en el Hospital de Especialidades Salvatierra”, comentó la fundadora de Corazón de Niño.

La asociación trabaja con poco más de 20 voluntarios, el rendimiento que mantiene es de 1 a 10, esto es, cada peso que reciben como institución en efectivo, se convierte en 10, gracias a los donativos en servicio y en especie. Como lo describe Audelia, es una asociación que fue creciendo gracias a los favores y oportunidades, transformando las ganas de ayudar y en esperanzas de vida, demostrando a las propias autoridades que las intenciones de ayudar se transforman en hechos, y los hechos hoy han devuelto la felicidad a más de 100 familias.

“Cada vez hay más oportunidades, yo quisiera describir a Corazón de Niño como una organización con muchas oportunidades, con muchos buenos amigos, llenos de favores, que permite este rendimiento del efectivo y nos lleva a un nivel más allá como Estado”, agradeció.

Para Audelia y su familia fue un golpe muy duro el que uno de los pilares de la casa haya sido vulnerado en su momento, el dolor fue muy fuerte, pero más lo fue lamentar la situación; lo importante fue informarse sobre cómo atacar el problema, una vez detectado, el dolor de la familia se convirtió en esas ganas de salir adelante y usar la situación como un método de ayuda a los demás, ya que “en el lado médico, ahora sí que estoy agradecida, primeramente con dios porque nuestra historia es de éxito, mi hijo ahora tiene 23 años, es un joven que ya se graduó, es ingeniero, vive por su cuenta en Guadalajara, pues es un chavo que en su mapa, en su identidad, el tema de las cardiopatías congénitas o el marcapasos es algo más; a él lo identifica o le da la fuerza de vida, otras cosas que son las virtudes y habilidades que cada quien tenemos”, y así, pronto fue creciendo y mejorando su calidad de vida.

Tanta fue la inspiración de ayudar a través de la experiencia, que Audelia Villarreal ha tomado la determinación de compartir con todas las familias en esta situación, su historia contada por ella misma y su hijo. En enero de 2017 presentará el libro “Diego y Yo Vamos al Hospital”, “donde contamos en complicidad a manera de cuento, testificamos y contamos nuestra historia a manera de construir una guía de los niños que se van a someter a cirugía y que además es interactiva, y el niño puede personalizarlo y la historia puede quedar, como cada libro es de cada quien”.

Con esta experiencia, Audelia quiere decirles a las familias que no están solas, que muchas han pasado por ese escalón y existe una salida, hay éxito al final del trayecto y por eso pide confiar en los expertos.

 

La evolución de la ayuda

Todavía para 2013 la situación se mantenía complicada y se necesitaban mas cómplices que buscaran el bien de los niños de Sudcalifornia, ya no era suficiente enviar a los niños a la Ciudad de México, en primera por lo costoso para las familias, lo tedioso para que los pequeños pasaran por el proceso de viaje y pudieran operarse y obtener tratamiento para mejorar su salud, fue por ello que “conocimos a Los Cabos Children’s Foundation, ellos traían un proyecto para hacer cirugía de corazón en La Paz, mientras tanto, del año 2001 a 2013, caso que detectábamos, caso que enviábamos a la Ciudad de México; cuando nos enteramos que había la posibilidad de que pasara en La Paz, para nosotros fue un milagro, tan solo escuchar la idea, sucedió el milagro, hoy por hoy van más de cien niños operados en La Paz, en trabajo en conjunto de organizaciones, del Gobierno del Estado, Secretaría de Salud y principalmente todo este esfuerzo de la sociedad civil organizada”, lo cual ha consolidado la ayuda a las familias que menos tienen, ya que las operaciones no tiene costo alguno y son con el afán de dar una excelsa calidad de vida a los menores.

Para Audelia Villareal convertir a los niños en superheroes es con el fin de que afronten como luchadores que son, contra su padecimiento

Con la llegada del apoyo de Los Cabos Children’s Foundation se pudo cambiar el plan de trabajo, ahora los niños y sus familias no requerían pasar por un largo trayecto para ser operados, la intervención ya se podía realizar en La Paz, exactamente en el Hospital de Especialidades “Juan María de Salvatierra”, sueño que se vio cristalizado con 100 niños y niñas a los que les fue devuelta la sonrisa, y con ello el bienestar a su familia.

“Había sucedido el milagro de ser resolutivos en el Estado y tomar esta oportunidad”, recuerda Villarreal, con ello se logró que la distancia se acortara en gran proporción.

“Entre el niño y la atención médica hay muchos kilómetros de distancia, y hay muchos recursos que no se tienen, para que el niño pase a atenderse, entonces de repente aquí en La Paz se tiene toda infraestructura, todo construido, como un milagro, pero qué pasa con el niño que vive en Guerrero Negro y no puede llegar a la ciudad de La Paz, entonces en ese replanteamiento decidimos hacer seis campañas permanentes que son las rutas de ayuda que como organización tenemos muy definidas”.

A esto se suma la ambulancia aérea recién adquirida por el Gobierno del Estado, una importante herramienta para los sudcalifornianos, con la inversión de 7 millones de pesos; en noviembre de 2016 se hizo entrega de la nave, la cual prestará servicio a alrededor de 780 mil sudcalifornianos que requieran un traslado de emergencia.

La fundadora de Corazón de Niño mencionó que en su vivencia personal, en México se vivía “una situación muy limitada, las cardiopatías congénitas en el año 2000 a nivel país era algo como que no se conocía bien a bien de qué se trataba, entonces decidimos buscar informarnos, que es lo que yo siempre recomiendo a los papás, la decisión de todo lo que pase con los hijos es con los papás, en pequeña a gran escala, entonces lo que tenemos que hacer es tomar nuestra responsabilidad, informarnos y dar pasos tomados de la mano como familia”; por ello se trabaja para brindar una mejor atención a los niños y que éstos puedan tener un mejor y más rápido tratamiento médico.

Las seis rutas permanentes para acortar aun más la distancia entre los infantes y la medicina se clasifican de la siguiente manera:

Identificar niños con cardiopatía. Implementación de estrategias para la detección temprana de la cardiopatía congénita y así evitar mayores estragos al menor.

Tratamiento adecuado. Que los menores sean atendidos con el mejor equipamiento por Ley, con herramientas que salven vidas.

Salud bucal. A través de la boca los niños con algún padecimiento cardiológico se ven afectados seriamente en su salud.

Difusión y capacitación. Por medio de diferentes campañas masivas, informar de cada uno de los padecimientos y dar a conocer la sintomatología para que haga la detección oportuna de la enfermedad congénita.

Asistencia integral del paciente y su entorno. Se busca una mayor atención diversa a los niños con padecimiento de cardiopatías congénitas, para de esa manera recibir su tratamiento, incluso desde el rincón más alejado de la capital.

Vigilancia y seguimiento. El equipo de trabajo con apoyo de diversas instituciones civiles a nivel nacional intercambia información y da el debido seguimiento a los pacientes.

 

Una gran influencia

En el mes de octubre, en reconocimiento al trabajo y seguimiento para atender desde edad temprana, el Congreso del Estado hizo entrega del Decreto 2210 a Audelia Villarreal y Corazón del Niño, el cual contempla la reforma al Artículo 60 de la Ley de Salud, declarando obligatorio que en los hospitales de Baja California Sur se aplique a los recién nacidos el Tamiz Cardiológico por Oximetría de Pulso para detectar cardiopatías congénitas; dicho decreto modificado, fue publicado en septiembre de 2016 en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado.

En su momento fue entregado por el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso Local, Marco Antonio Almendáriz Puppo, a la presidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) en la entidad, Gabriela Velázquez de Mendoza;  al secretario de Salud, Víctor George Flores; y a la presidenta de la asociación civil Corazón de Niño, Audelia Villarreal.

Con este logro no solo consolidó el trabajo del gran equipo de Corazón de Niño, sino que dejó en claro que desde la trinchera más apartada del macizo continental se pueden lograr muchos objetivos, uno de ellos y el más importante para todo padre y madre de familia, es la protección de los hijos.

“Nuestra organización lo propuso desde 2014, logramos el decreto de Ley, se modificó el Artículo 60 de la Ley Estatal de Salud y somos el primer Estado en México en tener la Ley que cada recién nacido tenga el derecho de ser estudiado a través de una oximetría de pulso; además, somos el primer Estado en México en tener la implementación a nivel Sector Salud, que una cosa es que exista la Ley y otra es que suceda, hoy por hoy está la Ley en un periodo de que están terminando la implementación, la capacitación; logramos a través de esta Ley que hospitales lejanos como Guerrero Negro, que nunca habían tenido un oxímetro de pulso de alta calidad, hoy lo tengan”, celebró Villarreal.

Pero este sentir de ayuda es más ambicioso, Audelia y su equipo de trabajo ya comprobaron que sí se puede, se pudo y sigue pudiéndose en Baja California Sur, que esa ambición de ayudar a los menores ya toca otras puertas a nivel nacional; la propuesta podría llegar hasta el Congreso de la Unión y entrar en discusión, para que el decreto por Ley en Sudcalifornia sea una realidad en todo México.

“Uno de los objetivos finales de esta alianza es convertir el Tamiz Neonatal Cardiaco, así como está en nuestro Estado, proponerlo y que suceda a nivel nacional, ya estamos trabajando en eso desde hace meses, y te puedo decir que quizá ya más de un año, la construcción de bases de datos, de estadísticas, al final el trabajo es integral”, reveló.

Tal ha sido el impacto del trabajo que Corazón de Niño ha hecho, que personajes de talla nacional e internacional se han unido a las campañas para promover la salud en los niños y niñas de Baja California Sur y ahora del país.

“La carrera ‘Superhéroes de Corazón’, que este año en octubre hicimos la segunda edición, contamos con la participación de Fernando Platas como invitado especial, creamos algo que se llama la Liga del Corazón, el primer año habíamos tenido a Carlos Mercenario, y lo que pretendemos con esto es que sea una súper campaña de difusión, en la que la gente, los mil 500 corredores que tuvimos este año en una ciudad de 300 mil habitantes, cada uno se convierta en superhéroe y lleve este mensaje a toda esa gente que pueda tener a su alrededor y que nos ayude a detectar más casos en esta campaña masiva de difusión; ahí mismo tenemos el programa Superhéroes de Corazón México, que se entrega una capa a cada niño diagnosticado con una cardiopatía y permite empoderar al niño desde adentro y que sienta que tiene la capacidad de enfrentar al proceso médico que está viviendo”, resaltó Audelia.

El evento reunió mil 500 corredores, de éstos, 173 atletas pertenecientes a 17 Estados del país. Aunque la justa deportiva es relativamente nueva en Baja California Sur, se espera que en 2017 haya  una mayor convocatoria  con 2 mil corredores.

De acuerdo a información obtenida, la tercera edición de “Superhéroes de Corazón” contaría con la presencia de un corredor especial, el cual ya fue añadido a la Liga del Corazón; se trata de Rubén Villarreal, quien recorrerá 200 kilómetros entre Los Cabos y La Paz en silla de ruedas durante cinco días. La tercera edición se realizará el 8 de octubre de 2017, donde también se  tiene confirmada la presencia de un deportista olímpico femenil, con la intención de incrementar el apoyo a niños con problemas del corazón.

Además de agradecer la colaboración de las autoridades, Villarreal resaltó cuatro pilares importantes para que Corazón de Niño siga en pie: “Primamente a mi familia, esto es un esfuerzo familiar, no sería posible soñar tanto, ser tan oportunista en el mejor de los sentidos, si no está involucrada toda la familia y no nos mantenemos en unidad; segundo, los voluntarios de nuestra organización, son más 20 personas talentosísimas, profesionales que apuestan a este trabajo de manera voluntaria; tercero, a los patrocinadores, a las organizaciones que nos dan donativos o las que nos tiene como sus donantes; cuarto, al público en general, porque cuando hacemos un evento vemos la respuesta, vemos esa simpatía, ese ánimo… lo vimos en la carrera de Corazón de Niño”.

Lo que sí pueden decir los sudcalifornianos sobre la fundadora y presidenta de la asociación civil es que, gracias a la lucha, al esfuerzo de una mujer, hoy la ayuda que ofrece Corazón de Niño es muy sólida, y por esta valiosa contribución, ZETA nombra a Audelia Villarreal, Personaje del Año 2016 en Baja California Sur.

Autor(a)

Antonio Cervantes
Antonio Cervantes
Antonio Cervantes Antonio Cervantes Antonio T 42 antonio@zetatijuana.com
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