La semana que concluye se vio salpicada desangre en algunos estados de la república; agresiones registradas a distintos niveles, desde tiroteos hasta ataques a quemarropa como el ocurrido en el Colegio Americano del Noreste, en Monterrey, Nuevo León; un hecho que conmovió a la sociedad y dejó en pánico a cientos de estudiantes
Una oleada de crímenes, algunos rayando en la atrocidad, sacudieron a México esta semana. Al menos, diez personas resultaron muertas, en cuatro hechos aislados. La cifra de heridos fue doble, de estas 20 víctimas, tres se reportaron como lesionadas de gravedad, por impacto de bala. Los casos van desde el ya recurrente atentado contra una figura política del orden municipal, hasta una múltiple agresión con el sello de práctica criminal importada.
El miércoles 18, un estudiante del Colegio Americano del Noreste, en Monterrey, Nuevo León, baleó a su maestra y a tres compañeros con un arma “calibre 22”. Acto seguido apelaría al suicidio. El adolescente llevaba por nombre Federico Guevara Elizondo. Los hechos ocurridos en un salón de clases, quedaron registrados en video, material que se integró a las investigaciones correspondientes.
En el video de la masacre, filtrado a redes sociales: un joven se acerca al atacante y le hace una seña en la sien simulando una pistola; a continuación el estudiante dispara a su catedrática de Química y sus compañeros.
Fotografías de los heridos y material video-gráfico circularon en Internet, lo que causó indignación entre la sociedad.
El vocero de Seguridad de Nuevo León, Aldo Fasci Zuazua, declaró que el autor del agresión avisó a sus compañeros que llevaría un arma a la escuela, solo que éstos no le creyeron. El funcionario señaló que el menor era aficionado a la cacería y por “ello su destreza” en el uso de armamento, además de que la pistola que utilizó pertenecía a su padre. También afirmó que reportes señalaron que la relación del estudiante con sus compañeros de clase “era normal”, que no tenía “problemas especiales” o que padeciera “bullying”, y que “no se habían detectado cosas alarmantes o señales de alerta”
Una investigación de la Secretaría de Gobernación (Segob) confirmó que el joven perpetrador –quien presuntamente anunciaría el crimen en la página cibernética, Legion Holk–, no pertenecía al grupo en la red social Facebook, con más de 200 mil seguidores, y afirmó que el menor tampoco era parte del grupo Secta100tirfika, que tiene una actividad similar a la Legión Holk. Más tarde, la división Cibernética de la Policía Federal (PF), dio a conocer que ubicó y canceló al menos 44 cuentas de redes sociales, entre éstas, las que se identifican con grupos que promueven la violencia.
A decir de Fulgencio Hernández, del Departamento de Prensa del Gobierno de Nuevo León, en entrevista telefónica con ZETA, uno de los compañeros del agresor, que presentaba “heridas en el brazo, fue dado de alta”. Dos alumnos más y la maestra, quienes presentaron impacto de bala en la cabeza, fueron operados el mismo miércoles 18 y para el día de ayer, jueves 19, se encontraban “en observación”.
El crimen conmocionó a la sociedad a nivel nacional, un día después del incidente, según reportes, miles de jóvenes presentaron ausentismo en escuelas, ya que presuntamente un nuevo ataque se realizaría en un plantel escolar.
Balacera en Playa del Carmen
El lunes 16, se registró una balacera en Playa del Carmen, y el alcalde de Batopilas, Chihuahua fue víctima de un ataque a mano armada. Al día siguiente Quintana Roo volvió a sentir los estragos del clima de violencia que impera en la república, habida cuenta de los ataques con disparos a dos instituciones de seguridad pública en Cancún, donde posteriormente se activó el Código Rojo y las calles quedaron vacías. El miércoles, un video que circuló en redes sociales sorprendió a propios y extraños, con imágenes que mostraban al estudiante Federico Guevara disparando contra su maestra y compañeros.
Todo ello en un periodo semanal y como panorama de un país que inició 2017 sumido en una crisis política evidenciada con protestas por más de la mitad de los estados, como signo del hartazgo social y respuesta a los gasolinazos implementados por el gobierno. Una atmósfera a la que se suman casos de ex gobernadores encarcelados, o considerados en calidad de prófugos, de funcionarios, agentes del orden, implicados en actos delincuenciales, como termómetro del nivel de corrupción que predomina en México.
Por los cuatro sucesos violentos, hubo víctimas de diversa índole: defensores del orden, extranjeros, turistas, servidores públicos, personal docente y estudiantes.
En Playa del Carmen, el centro nocturno Blue Parrot, donde se celebraba la clausura del festival de música electrónica BPM, con presencia de visitantes nacionales y extranjeros, fue escenario de una balacera cuyas líneas de investigación apuntan a la venta de droga, o cobro por “derecho de piso”. Presuntamente un homicida ingresó al evento y abrió fuego contra una persona que estaba sentada. El equipo de seguridad de los organizadores, reaccionó. Aparentemente, el arma de un guardia se activó y lesionó a más personas. El hecho provocó una estampida de los presentes. A decir Cristina Torres, alcaldesa de Solidaridad, donde se encuentra Playa del Carmen, la mayoría de los heridos, que en total fueron 15, presentaron “lesiones por la estampida”. Tres integrantes del Staff, perdieron la vida, y dos asistentes al festival.
Por la tarde de ese mismo día, hombres armados atentaron contra el alcalde de Batopilas, Chihuahua, Israel Varela Ordoñez, en la capital del estado. De acuerdo al vocero de la Fiscalía general de Chihuahua, Carlos Huerta: “Alrededor de las 16:30” se recibió reporte sobre una persona víctima de “disparos por arma de fuego mientras circulaba en su vehículo”. Unidades de Seguridad Pública municipal arribaron al sitio señalado como lugar de los hechos y repararon en que se trataba del alcalde Varela Ordoñez. Conforme al portavoz de la fiscalía, el munícipe sobrevivió, y solo fue impactado por “algunas esquirlas en el rostro”. Acerca de este acontecimiento, se sabría que el alcalde viajaba de Batopilas a la capital chihuahuense a “bajar recursos” para el municipio que gobierna. Sobre el o los atacantes, Carlos Huerta informó en su momento: no habían sido localizados.
Martes de balaceras
En Cancún, Quintana Roo, las instalaciones de la Fiscalía del Estado y de la Dirección de Seguridad Pública estatal fueron baleadas, por un mismo grupo de personas, a decir del nuevo gobernador Carlos Joaquín. Los agresores también lanzaron granadas. Por estos hechos, un policía ministerial y tres atacantes murieron. El comando armado perpetró los ataques desplazándose en motocicletas. Versiones extraoficiales (filtradas a internet y recabadas por la prensa) apuntan a que las agresiones obedecieron a un intento de rescate de una vendedora de droga apodada “Doña Letty”, que supuestamente surte en la zona hotelera y discotecas de la localidad y trabaja para el Cártel de Sinaloa. Como medida de seguridad, se activó el Código Rojo en la entidad, ocasionando que vialidades quedaran “desiertas”.
Clima de violencia
Durante tres días consecutivos: fueron 3 balaceras, con víctimas fatales, en Cancún y en Playa del Carmen; un atentado fallido contra un presidente municipal y un hecho inédito en el estado fronterizo de Nuevo León: la agresión múltiple perpetrada por el joven Federico Guevara en las instalaciones de su escuela, a la usanza de los crímenes que se registran en Estados Unidos en instituciones educativas: que, según estudios, para 2015, en los últimos 15 años al menos se habían registrado, en promedio, uno por año.