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martes, octubre 1, 2024
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WESTWORLD

Desde la aparición de “Lost” y el misterio de su isla, la pantalla chica no había contado con un programa que atrajera tan rápido al televidente y lo involucrara en generar teorías por sus infinitas posibilidades de desarrollo. Sin embargo, con su debut a principios de octubre, “Westworld” rompió la racha al presentar una historia de ciencia ficción que, en su mayoría, transcurre en un parque temático del futuro, donde los visitantes viven la experiencia completa de estar en el Oeste. Basada en la película homónima de Michael Crichton que llegó a los cines en 1973, la serie contó con diez capítulos que llevaron a un nuevo nivel la premisa y popularizaron más el concepto.

Quizá por ello, cada semana el programa sumó más adeptos y terminó siendo visto por  2.2 millones de personas en su última transmisión, el domingo 4 de diciembre. Dirigido por Jonathan Nolan, el episodio “The Bicameral Mind” se encargó de resolver los enigmas que mantuvieron enganchado al público y que finalmente dieron la razón en otra de sus teorías: la existencia de dos líneas de tiempo.

En ésta se comprobó que dos de sus personajes principales, William (Jimmi Simpson) y El Hombre de Negro (Ed Harris), realmente eran la misma persona con intenciones diferentes al paso de los años; empezando por su relación con Dolores (Evan Rachel Wood), quien pasó de ser alguien -un robot- por quien sentía estrecho afecto, a un personaje irrelevante en sus emociones. Con los números a su favor y la confirmación de que habrá una segunda temporada, aunque sea hasta 2018, “Westworld” es la nueva joya de HBO y una oda completa a la miseria, después de todo, robots o humanos, la desdicha parece apoderarse de cada uno de los personajes y desdibujar la línea que separa la ficción de la realidad.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Brenda Mancera Brenda Mancera Brenda 30 friganea@gmail.com
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