A dos meses de que Aída Sánchez, residente de la colonia Camino Verde, presentó una denuncia contra quien resulte responsable del acoso del que está siendo parte, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), solo ha determinado la realización de un estudio que defina si tal persecución ha afectado emocionalmente a la ofendida, mientras que la integración de la carpeta de investigación sigue en proceso.
Del hecho, la quejosa expone a ZETA: “He tenido seguimientos. Primeramente me vinieron a seguir a mi casa, hace como 3 meses la misma persona vino como 3 veces con diferentes hombres en diferente camioneta…me fueron a seguir hasta mi trabajo la misma persona, fue con otra persona diferente a mi trabajo y también después supe que hablaron ahí y a los días me despidieron injustificadamente”.
“Es una persona morena, sin pelo, se ve como si hiciera deporte, es una persona en buen estado físico, más o menos como de mi tamaño”, describió a quién, asegura, la ha estado siguiendo y que no ha logrado identificar su identidad.
Uno de sus vecinos fue testigo del acoso del que dice ser víctima, a escuchar parte de una conversación, justo cuando uno de sus acosadores advertía: “de todas formas la voy a matar”.
Además de ser interceptada en cualquier momento del día, Aída Sánchez señala que a diario recibe llamadas telefónicas en que cuelgan a los pocos segundos de que contesta, sin que el interlocutor diga una sola palabra.
De manera reciente, agregó, hubo un intento de sustracción a su hijo, quien se encontraba en unas canchas de futbol rápido en la colonia 20 de noviembre, cuando una mujer se le acercó, prometiéndole que si iba con ella “le iba a comprar un videojuego”. Sánchez comenta que su hijo pudo reconocer el peligro, por lo que salió corriendo en busca de su padre. La afectada relaciona este hecho con el acoso del que ha sido parte desde hace algunos meses.
Comentó a ZETA que esta situación le ha afectado en su vida diaria, no solo perdiendo su trabajo sino desmotivándole para salir de casa, lo que hace únicamente para recoger a su hijo de la escuela.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó a ZETA de que la denuncia de Sánchez por estos hechos fue presentada el 10 de octubre de 2016, integrándose la carpeta de investigación por el delito de amenazas.
A la fecha, el único avance que el caso registra, es la liberación de un oficio a Servicios Periciales para que se entrevistara a la ofendida, a efecto de producir un dictamen psicológico que determine si la misma cuenta con afectación emocional, esto el pasado 25 de noviembre.