Miguel Messmacher Linartas, subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), aseguró que tras el anuncio de ajustes a los precios de las gasolinas se espera un efecto inflacionario no mayor a 4 por ciento.
“Sí habrá un impacto en precios, eso es innegable. Pero obviamente de lo que hay que debemos estar atentos, es de no generar una presión inflación generalizada, que nadie está esperando eso en estos momentos”, señaló el funcionario federal.
Además, dijo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), debe de estar vigilante para asegurarse que no haya quienes lleven a cabo aumentos injustificados en los precios de sus productos, con la justificación de que hubo un alza en los combustibles.
En entrevista radiofónica, el funcionario señaló será igual que en el período 2010 a 2012, cuando la base de inflación se ubicó entre tres y cuatro por ciento, por lo que “no observamos una explosión ni una espiral inflacionaria, gracias a que el Banco de México, con la reputación que se ha formado, evitó que hubiera un efecto de inflación.”, aseguró.
Además, Messmacher señaló que el aumento a los combustibles se debe a la infraestructura requerida para que sean distribuidos por todo el país, tanto para movilizarlos como para almacenarlos, además de las “diferencias también en la calidad de la gasolina que se utiliza en distintos puntos, debido a normas ambientales”, es que aumentaron sus precios.
“Hay varios cambios que se van a estar implementando durante 2017. Uno es el que se trabajó entre la Secretaría de Hacienda, Pemex y la CRE [Comisión Reguladora de Energía] para determinar 90 regiones en que se está dividiendo el país“, para definir los precios máximos de los energéticos”, afirmó.
Sobre el ajuste diario a los precios de los combustibles, Messmacher Linartas añadió que “todos los días cuando actualicemos los precios máximos, eso se estará dando a conocer en la página de la Comisión Reguladora de Energía y desde hoy se puede consultar los precios que estarán estableciéndose el 1 de enero en las 90 regiones en que se dividió el país”.
Por otra parte, el Banco de México (Banxico), señaló que el alza en los precios de las mercancías derivado de la depreciación del tipo de cambio real, los efectos temporales del incremento anunciado para el salario mínimo a partir de enero de 2017 y la liberalización gradual de los precios de las gasolinas, impactarán en los niveles inflacionarios de los próximos meses.
Según la minuta de la última reunión de la junta de gobierno del Banco central, la mayoría de los miembros señaló que las expectativas de inflación, tanto implícitas en las cotizaciones de instrumentos de mercado, como las derivadas de encuestas, han aumentado.
“La mayoría anticipa que para los próximos meses la inflación presente un incremento transitorio, derivado fundamentalmente de choques en precios relativos, para luego retomar la convergencia a su meta”, señala la minuta, difundida este jueves.
La junta de gobierno estimó que la inflación general y la subyacente se ubicarán ligeramente por arriba de 3 por ciento hacia el cierre de este año, mientras que para 2017 tanto la inflación general como la subyacente registren incrementos adicionales.
En la minuta, uno de los miembros de la junta notó que el tipo de cambio nominal ha acumulado una depreciación significativa y a pesar de que ha tenido un reducido traspaso a los precios al consumidor, esta ha sido de tal magnitud que es previsible que el impacto sobre estos precios sea considerable.
Algunos advirtieron que la persistencia de la depreciación cambiaria y las expectativas de una mayor debilidad de la moneda en el futuro podrían incluso aumentar dicho traspaso.
Por su parte, algunos miembros también destacaron el riesgo de que el incremento en el salario mínimo pudiera tener un efecto de contaminación en los salarios contractuales y, en general, en el resto de la estructura salarial, afectando las expectativas de inflación.
Como un riesgo adicional al alza, la mayoría de los miembros de la junta del Banxico mencionó que podrían suscitarse nuevos aumentos de precios de bienes agropecuarios, si bien su impacto sobre la inflación tendería a ser transitorio.