Si la forma es fondo, la próxima administración municipal, encabezada por Marco Antonio Novelo, tendrá el buen trato que no tuvo Gilberto Hirata por parte del gobierno estatal de Francisco Vega, quien relegó a Ensenada por tres años.
Durante la toma de protesta del también empresario hotelero, todo fueron risas, abrazos y apapachos entre uno y otro. Rompieron el protocolo e hicieron latente su compadrazgo.
Ante la presencia de los nuevos regidores, acarreados, ex alcaldes, funcionarios de los tres órdenes de gobierno y medio gabinete de Kiko Vega que llegó en un comando de 12 Suburbans, Novelo fue arropado por todos, menos por Hirata, quien no asistió huyendo a las protestas y conatos de linchamiento en su contra.
“Ensenada es su casa, señor gobernador, aquí será siempre bienvenido, atendido con hospitalidad”, las primeras palabras del nuevo alcalde fueron de agradeciento para Kiko. Y más deferencias el resto de la ceremonia.
Sin dar a conocer aún a su gabinete, Novelo presentó “Los 9 ejes” de su gobierno:
Reingeniería administrativa funcional; Saneamiento financiero; Gestión eficiente de recursos federales, entre otros conceptos técnicos que tuvo que definir.
Con voz potente y hasta autoritaria, pero con muchos tropiezos en el habla, leyendo a medias el discurso escrito en hojas que le volaba el viento y que el mismo Kiko le atrapaba en el aire y se las sostenía para continuar, Novelo prometió: “No voy a tolerar distracciones, arrogancias ni dispendios.
“Yo no quiero un gobierno de funcionarios contentos y de ciudadanos enojados”, prosiguió ante una asistencia de muchos políticos panistas y no tantos del PRI.
Sin hacer alusión a las deudas públicas y los desvíos del Ramo 33 que le deja su antecesor refirió: “Yo acepto la crítica social, son sanas las denunicas cuando se incumplen las obligaciones”, remató.
El ridículo lo hizo precisamente Francisco Vega de Lamadrid, quien durante la sesión solemne, el gobernador, erró y también se puso a levantar el brazo derecho como si fuera él quien asumiera el cargo.
Tras darse cuenta de la equivocación, volteó en firmes pero no pudo esquivar las risas de los asistentes, quienes le advirtieron que él debía tomarle la protesta a Novelo. Mejor se interrumpió el evento para darse un efusivo abrazo y después continuar con las risas y la asamblea.