En el tema de seguridad, en la naciente administración municipal de Juan Manuel Gastélum Buenrostro se abastecieron de recurso humano de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado. Ambos gobiernos -municipal y estatal- panistas, y además de relación amistosa entre gobernador y alcalde, faltaba más. Daniel de la Rosa, el titular de la SSPE fue quien debió apechugar los enroques. A Felipe Chan lo había nombrado a cargo del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4), y a Marco Antonio Sotomayor desde hace años y en un apoyo transexenal, le había conferido el cargo de más alta responsabilidad después de la suya: el de subsecretario de Seguridad Pública. Hoy los dos despachan bajo las órdenes del presidente municipal de Tijuana. Sotomayor como titular de Seguridad Pública de la ciudad, y Chan como director de la Policía Municipal. Más allá de si la SSPE controlará la estrategia de la dependencia tijuanense, dada la influencia de De la Rosa sobre los nuevos titulares, o si siendo funcionarios de seguridad no debieron pasar el filtro de los exámenes de Control, Evaluación y Confianza, el problema es que “El Patas” tapó dos hoyos en su administración y dejó dos huecos en la estatal. Por lo pronto Sergio García, a quien le habían encargado el despacho del C4, recibió la Subsecretaría de Seguridad Pública por parte de Sotomayor. Martínez será ratificado en la dirección que ostenta, ahora solo faltará nombrar al número dos de Daniel de la Rosa.
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