Cuando está lloviendo ponemos el nombre, qué día tan feo. Cuando se nubló, qué día tan feo. Cuando hace frío y cae nevada, que día tan feo, cuando hace aire y se derriban los árboles, qué día tan feo, cuando hay temporal de calor, qué día infernal, cuando se eclipsa el día, qué día tan feo y fenomenal. Cuando uno está solo y nadie lo visita dice qué día tan feo he vivido.
Día feo es cuando se muere un amigo, un familiar, cuando te dice tu médico tienes una enfermedad terminal, cuando no hay solución a lo in-solucionable, cuando te quedas sin trabajo, cuando ya no puedes trabajar más. Éstos sí son días feos, la naturaleza no son días feos, así los manda nuestro creador Dios y debemos aceptarlos donde estemos y como estemos, no nos aflijamos tan pronto, ya habrá tiempo y hora para la aflicción, que todos lo hemos de vivir algún día, pues no somos objetos, somos de carne y hueso, tenemos espíritu, alma y nos duele lo irreparable, y sin remedio, la ley de la vida.
P.D. Mientras haya salud, y no aceche la muerte en el núcleo familiar o alguna enfermedad, no hay día feo. Cada día es bello y nos son regalados por el creador del universo y lo llamamos Dios. Así sea.
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B. C.