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martes, octubre 8, 2024
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Carta a Santa Claus

Soy un niño que pido para esta navidad, que los que deciden las políticas públicas, no hablen con palabras huecas sin sentido, como retórica para convencer de que lo que dicen es verdad. No habrá aumento a la luz ni a la gasolina.

La participación de otros países en tecnología de exploración y extracción de petróleo en México, es violatorio de nuestra soberanía. Cuando candidato lo decía, ahora con la votación voluntaria de quienes conforman el Congreso de la Unión y la aprobación de los senadores, se le llama reformas estructurales.

Que los presidentes de la República no pidan prestado al Fondo Monetario Internacional (o empréstitos), pues no dejaremos de ser un pueblo dependiente, sino un país mal administrado (no subdesarrollado). Se mantenía un costo por dólar de 12.50 pesos, ahora a 20.00 pesos y todavía le faltan tres años.

Que los gobernadores atiendan a los pobres (que también votan) mediante los principios de solidaridad y subsidiaridad, generando empleos y para que obtengan fuentes de trabajo e ingresos y no sean dependientes de esperar que del cielo les caiga todo.

Que los presidentes municipales no celebren contratos más allá de sus tres años de ejercicio, y que los diputados limiten mediante reforma a la ley o reglamento, el alcance que lo haga nugatoria y lo invalide.

Que no toquen el dinero descontado (vía nómina) a los trabajadores sindicalizados por concepto de previsión social (derecho a jubilarse, pensionarse, contar con medicamentos y préstamos personales), que vaya directo a una cuenta del Issstecali (se cumple con el objeto y no quede al arbitrio o disposición de entes investidos de presidente, tesorero o recaudador o el colegiado que conforman el H. Cabildo.

Que no aumenten al predial para mantener sus gastos y sueldos; al contrario, que cuenten con menos personal haciendo más. No inventen puestos, y que el aumento salarial a los responsables de las áreas, sea mediante comisión de salarios, ajeno al Presidente en turno; y sea integrado por trabajadores, de la iniciativa privada, institución educativa media y superior y del gobierno municipal, con un número de integrantes igual en cantidad y número, que no haya voto de calidad y no partiendo del sueldo que se tenía en la anterior administración.

Que no vengan a parafrasear de “…no cobraremos sueldos hasta que no se resuelva el problema financiero del gobierno”. Todos podrían renunciar, pues sus familias esperan el ingreso por el trabajo o función que realizan.

Que los partidos no busquen personas reconocidas en el ámbito como payasos, ciclistas, boxeadores, futbolistas, activistas, cronistas, entrevistadores (as) de programas televisivos y actrices; que todos participen en la contienda electoral. ¿Será asegurar su supervivencia como partido y recibir financiamiento del gobierno?

Que los miembros de instituciones autónomas (Instituto Electoral del Estado -IEE-, Derechos Humanos -DH-, Tribunal de lo Contencioso Administrativo -TCA-) no anden pidiendo bonos, pues el salario es el correspondiente al iniciar su gestión. Que los bonos sean solo para los trabajadores de maquilas, empleados públicos, no por designación.

 

Atentamente

Sergio Campillo H.

Tijuana, B.C.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Francisco Navarro Fausto Francisco Navarro Fausto francisco 9 francisco@zeta.com
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