María tiene un mes inconsciente en una cama de la Clínica 1 del IMSS, tiempo que sus familiares cumplieron sin saber qué tiene, pues ha habido una resistencia de la institución a entregarles copia del expediente. De palabra -de los doctores- han escuchado diagnósticos distintos y hasta un error médico. Una reacción alérgica, dice el Seguro Social oficialmente hasta que ZETA les cuestionó. Padres y hermanas de María no pueden evitar sospechar de una negligencia
La tarde del jueves 20 de octubre de 2016, María del Carmen Rubio Maldonado ingresó a uno de los quirófanos del Hospital General Regional Número 1 -Clínica 1- del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana para que le realizaran un legrado, cirugía consistente en raspar las paredes del útero para vaciar su interior.
La mujer de 45 años de edad experimentaba abundante sagrado menstrual y había sido canalizada para esa operación por un ginecólogo adscrito a la Clínica 27 de la dependencia de salud federal.
Cuando terminó el procedimiento aparentemente exitoso, y momentos antes de ser llevada a la sala de recuperación, la paciente manifestó a los médicos que la atendían que sufría un malestar y que tenía problemas para respirar.
Después vinieron urgentes labores de resucitación por parte del personal médico, luego en terapia intensiva le realizaron más estudios e introdujeron una aguja a sus venas – cateterismo- para determinar si tenía arterias tapadas.
Que no pudiera respirar provocó la falta de oxígeno en el área cerebral – hipoxia-, lo que dejó un daño neurológico del que a más de un mes María aún no se recupera, por lo que se encuentra inconsciente y con leves reacciones corporales en el tercer piso del hospital, constantemente vigilada por sus familiares.
FAMILIA EXIGE INFORMACIÓN CLARA, SOSPECHAN NEGLIGENCIA
Mayra Martínez Rubio, hija de María del Carmen, contó a ZETA que su madre “no tenía algún problema en la matriz” que ameritara una cirugía, según lo demostraban estudios previos en los que quedaba claro que “salió todo bien”, sobre todo por el hecho de que quedó validada la ausencia de quistes en el útero.
Además, quien vive en el municipio de Ensenada, expresó que el diagnóstico brindado por personal médico de esa unidad de salud ha sido cambiante y contradictorio desde el primer momento.
Tan es así, que el primer indicio que tuvieron los responsables de atender a María del Carmen fue el de un infarto, por lo que le hicieron pruebas intravenosas para analizar el estado del corazón. Luego vinieron las sospechas de una trombosis -coágulo de sangre- en el corazón o en los pulmones, o de una embolia cerebral, para todo ello se realizaron varios estudios – incluidos ecocardiogramas y electrocardiogramas- en los que intervino un cardiólogo del IMSS. También hubo un ultrasonido abdominal para definir si el daño había sido provocado por un error mientras se realizaba el legrado.
De acuerdo a Mayra, uno de los doctores que atendieron a su madre apuntó al choque anafiláctico -reacción alérgica al componente anestésico- como la causa del problema respiratorio por el que durante unos segundos “no le llegó oxígeno al cerebro” y éste se dañó.
Otra de las quejas de la joven que labora en una maquiladora ensenadense, es la falta de acceso de los familiares al expediente, ya que tanto los médicos como las enfermeras han afirmado que no es posible que ellos -los parientes- tengan acceso a esa documentación.
Con gran preocupación, Mayra declaró a este Semanario que algunos de los médicos han advertido sobre la inminente posibilidad de que su madre sea dada de alta del nosocomio, pese al estado en el que se encuentra. El argumento: podría ser víctima de enfermedades infecciosas al quedarse donde se encuentra. “Si no le salió nada, ¿por qué me la programaron? (al legrado). En base a esto mi mamá tiene un mes que no despierta y me la quieren dar de alta en el hospital así”, dijo.
Por su parte, la madre de la paciente, María Maldonado Vázquez, mujer de escasos recursos que a pesar de su diabetes y las dificultades para trasladarse desde su casa (Zona Este) se mantiene al pendiente de su hija, narró a ZETA que las versiones de paro cardiaco y alergia le llegaron desde el primer día -20 de octubre-, pero desde entonces no ha habido información clara de parte de la autoridad de salud.
“No nos han dicho completamente qué realmente es”, remató, y continuó, “todavía no nos han dado los papeles, no sabemos por qué, nos tienen que dar el expediente”.
Al igual que su nieta, María lamentó el constante interés del personal médico de retirar del hospital a la mujer que se mantiene en estado de inconsciencia.
“Nos dicen que nos vayamos preparando para buscar dónde llevarla, pero no se nos hace justo”, enfatizó.
POBREZA DIFICULTA LOS CUIDADOS
Tanto María del Carmen como sus padres habitan en la colonia Lomas del Encinal, comunidad de escasos recursos y con poca pavimentación de la Zona Este de la ciudad, por lo que para los mismos -ambos de la tercera edad- resulta complicado atenderla diariamente, aunado a que tienen problemas de salud.
Cabe destacar que la empresa industrial Foxconn en la que la hoy paciente trabaja desde hace años, le permitió la incapacidad y seguir obteniendo parte de su sueldo, lo que ha solventado las necesidades económicas de sus padres.
Sin embargo, para Mayra y Guadalupe, hijas de María del Carmen, la situación es diferente. Para viajar desde Ensenada -donde viven- deben gastar alrededor de mil pesos, solamente descartando otros servicios en sus propias casas.
“Se nos hizo difícil porque tenemos que comprar la comida, el agua…”, relató Mayra -madre de tres hijos-, tan fuerte es el costo de los viajes, que ambas mujeres se quedaron sin dinero para trasladarse a Tijuana cada fin de semana. “Yo no tengo el modo de estar allá, tengo que trabajar”, aseveró.
ALERGIAS A ANESTESIA SON IMPREDECIBLES: IMSS
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), habló sobre el tema hasta que ZETA insistió, pues mantenía el hermetismo con la familia. Isidro Haro, coordinador auxiliar de Gestión Médica de la delegación del IMSS en Baja California, explicó que de acuerdo al expediente de María del Carmen, ésta padece miomatosis uterina, patología del interior del útero que provoca sangrado abundante.
Por ello, el legrado estaba “debidamente indicado”, porque el procedimiento no solo detiene el sangrado, sino que descarta la presencia de cáncer y determina la viabilidad de retirar la matriz.
A decir de Haro, la paciente experimentó una reacción alérgica a la anestesia, mejor conocida como choque anafiláctico, que causó un espasmo laríngeo -cierre de la garganta- que no le permitió respirar, por lo que su cerebro se quedó sin oxígeno, induciendo un daño cuyas secuelas no se conocerán hasta que la mujer despierte.
El ginecólogo de profesión puntualizó que ese tipo de alergias son “impredecibles”, por lo que “todos los que somos sometidos a procedimientos quirúrgicos podemos ser alérgicos al anestésico”, no obstante, esa clase de reacciones son extremadamente raras, aunque pueden ser mortales.
Sobre la preocupación de la familia de que se dé de alta a María del Carmen a pesar de su estado de inconsciencia, Haro fue enfático al decir que un acto de esa naturaleza es viable:
“Sí hay pacientes que se mandan a su casa”, principalmente porque en el ambiente del nosocomio hay infecciones que podrían provocar una recaída en las personas que estén siendo atendidas. En ese caso, deberán ser llevadas a su domicilio con el equipo -oxígeno- y demás indumentaria que favorezca su recuperación fuera del hospital.
Por otro lado, el especialista radicado en Mexicali fue claro al decir que la familia “está en todo derecho” de solicitar el expediente médico a los directivos del hospital, y de acercarse para obtener información clara, lo que de acuerdo a la familia, no ha sucedido.