Mario Medina Garzón, quien fue detenido con la presunta portación de dos pasaportes falsos con las fotografías del gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, y de su esposa, Karime Macías Tubilla, fue dejado en libertad por la Procuraduría General de la República (PGR), ya que la falsificación de documentos no es considerado un delito grave.
El hombre narró que un tío suyo -quien supuestamente tiene un despacho jurídico en la Ciudad de México-, lo envío a Chiapas para entregarle los pasaportes a Duarte en la frontera con Guatemala, pero no especificó el lugar del encuentro.
Las pasaportes apócrifos estaban a nombre de Alex Huerta del Valle y Gabriela Ponce Arriaga, sin embargo, ambos tenían las fotografías de Duarte de Ochoa -con sobrepeso y bigote-, y de su esposa, la ex primera dama de Veracruz -quien aparece con el cabello recortado-.
La Policía Federal Preventiva aseguró que pudo detectar a Medina el jueves pasado, al notarle cierto nerviosismo cuando se encontraba en el Aeropuerto Internacional de Tapachula, ya que pretendía viajar en un vuelo comercial. Los agentes inspeccionaron al sujeto y encontraron los documentos falsificados entre sus pertenencias, además de portar 7 mil dólares en efectivo.
MONTAN OPERATIVO EN LA FRONTERA PARA ENCONTRAR A DUARTE
Según lo declaró el propio Medina, el ex mandatario veracruzano intentaría abandonar el País para esconderse en Guatemala. Ante ello, la Policía Federal (PF) reforzó la vigilancia en el estado de Chiapas para evitar que ex Duarte de Ochoa o su esposa, puedan salir de territorio nacional.
En días pasados el sacerdote católico y activista por los derechos humanos, José Alejandro Solalinde Guerra, advirtió que el gobernador con licencia se encontraba escondido en un rancho de esa entidad, mismo que cateó la PGR, pero no encontraron a nadie en el inmueble.
Según El Financiero, tras la detención e interrogatorio de Medina Garzón, la PF llevó a cabo operativos de cateo en el rancho llamado Huertos de Janeiro, y en una vivienda del municipio de Ciudad Hidalgo, en la frontera con Guatemala.
En este último inmueble detuvieron a otra persona vinculada a Duarte de Ochoa, de la que no se ha revelado su identidad. Mientras tanto, Medina Garzón, el primer detenido, pagó una fianza y obtuvo su libertad, aseguró el medio.
Por su parte, la Policía Nacional de Civil (PNC) de Guatemala realizó un operativo de identificación de personas en la frontera con México y en la carretera costera que va a la capital de ese país, confirmaron fuentes oficiales al diario El Universal.
Las indagaciones sobre el paradero de Duarte en Chiapas se suman a las declaraciones de su suegro, el empresario chiapaneco Antonio Macías Yazegey, en las que mencionó que dejaría el estado de Veracruz, para mudarse a Tuxtla Gutiérrez, ante “el hostigamiento” de la PGR y por “respeto” al gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares.
En entrevista con medios locales, dijo desconocer dónde se encuentran su yerno e hija, pero admitió que su familia tiene bajo resguardo a sus nietos. Además, afirmó que junto con su esposa, María Virginia Yazmín Tubilla Letayf, y sus nietos -hijos de Duarte- se mudarían a la capital chiapaneca, y sólo ocasionalmente viajará a Veracruz para “atender sus negocios”.
Rechazó estar involucrado en algún desvió de recursos, ya que, dijo lleva 44 años “chingándole duro”, y en 2009, aseguró, se sacó la lotería. “No soy rico de ahorita y tengo como comprobarlo”, acotó. Antonio Macías es empresario cafetalero y, según El Universal, dueño del periódico Oye Chiapas.
LA RED DE CORRUPCIÓN DE DUARTE
El lunes, Jorge Ramírez Tubilla, primo hermano de la esposa de Duarte de Ochoa, entregó al Congreso local una carta en la que el mandatario solicitó suspender la licencia, concedida el 13 de octubre pasado, al gobernador prófugo de la justicia desde más de un mes.
Duarte pidió licencia al Congreso de Veracruz el pasado 12 de octubre, 48 días antes del fin de su mandato, para enfrentar acusaciones de corrupción, pero unos días después desapareció al conocer la existencia de una orden de aprehensión girada por un juez federal, por lavado de dinero y delincuencia organizada.
De acuerdo con el informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dado a conocer el 4 de noviembre, los faltantes de Duarte serían de al menos 35 mil millones de pesos. Por su parte, Yunes Linares ha dicho que la deuda de Veracruz a corto plazo es de 43 mil mdp.
Incluso, el auditor federal Juan Manuel Portal calificó como “histórico” el monto de la irregularidad y destacó que se han presentado 54 denuncias penales por anomalías detectadas en el ejercicio de los recursos públicos en aquella entidad.
Casa Veracruz y el Palacio de Gobierno fueron tomados por casi 15 días por un grupo de alcaldes de la oposición que demandan la entrega de dos meses de recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FIMS) y del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (FAFM), que representa un monto de 7 millones de pesos.
Por su parte, la PGR anunció que ofrece 15 millones de pesos a quien proporcione información “veraz” para localizar y capturar al gobernador con licencia de Veracruz, según lo estableció el acuerdo específico A/178/16.
También informó que congeló 112 cuentas bancarias, además de que confiscó cinco empresas y cuatro propiedades relacionadas con la red de amigos, familiares, exservidores públicos y personas imputadas en los hechos delictivos por los que se persigue al mandatario con licencia.
Tanto el procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade, como el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, han asegurado que Duarte de Ochoa será detenido, sin embargo, han afirmado no saber en dónde está.
Tampoco el gobernador interno de Veracruz, Flavino Ríos Alvarado, dice conocer de su paradero, aunque habló con su predecesor el día en que le facilitó un helicóptero para trasladarse de Xalapa a Coatzacoalcos.
El pasado 12 de octubre, Javier Duarte de Ochoa concedió una entrevista a la cadena Televisa, en la cual anunció que solicitaría la licencia a su cargo. Horas más tarde, a través del encargado de la Secretaría Particular del Ejecutivo, José Ramón Cárdeno Shaadi, envió al Congreso estatal el escrito donde solicitaba licencia para la separación del cargo con “carácter de definitivo”.
Previo a formalizar la licencia, Duarte de Ochoa señaló en la entrevista que no huiría de Veracruz y aseguró que se permanecería en la entidad hasta concluir las investigaciones en su contra.
“Me quedo en Veracruz. No es un tema de huir, es al revés, es para dar la cara, es para enfrentar esta situación y es para, sin soberbia lo digo, evitar que Veracruz siga estando en una coyuntura política”, dijo Duarte en aquel momento.