La historia está escrita y el candidato republicano Donald Trump ganó y por un amplio margen si consideramos que las anteriores elecciones en ese país se definían por el resultado de uno o dos estados; en esta ocasión no fue así.
Cuando se fracasa hay responsables y nadie lo asume salvo en algunas ocasiones donde la candidata o candidato “pone el pecho” ante los errores de campaña. En mi anterior colaboración expliqué porqué consideraba la posibilidad de un triunfo de Trump; confieso que en el último día revisaba las encuestas y percibía un ambiente muy favorable para Hillary, desafortunadamente todos los escenarios se colapsaron para la candidata demócrata.
El republicano fue competitivo en prácticamente todos los estados y las entidades consideradas “columpio” las ganó en su mayoría. Todos nos preguntamos ¿qué fue lo que pasó? Por más que nos lastime hay una explicación y los números no mienten, estos son algunos datos al comparar el perfil del votante según el candidato:
El voto masculino, un 41% lo hizo por Hillary y un 53% por Trump. El voto femenino, un 54% por Hillary y 42% por Trump. La raza blanca, un 37% por Hillary y un 58% por Trump. La raza negra, un 88% por Hillary y un 8% por Trump. El latino o hispano, un 65% por Hillary y un 29% por Trump. Entre 18-29 años, un 55% por Hillary y un 37% por Trump. Entre 30-44 años, un 50% por Hillary y un 42% por Trump. Entre 45-64 años, 44% por Hillary y un 53% por Trump. Si terminaron “high school” o menos, un 45% por Hillary y 51% por Trump. Cursaron “college” o equivalente, 43% Hillary y 52% Trump.
En el tema de ingresos están muy parejos, inclusive los que ganan por debajo de 30 mil dólares al año votaron por Hillary.
De todos estos datos se desprende información sumamente interesante: en el segmento femenino apenas pudo Hillary Clinton oponerse a Donald Trump, muy a pesar de los comentarios sexistas y un pasado repleto de acusaciones sobre acoso sexual. Uno podría imaginarse que las mujeres hubiesen votado en clara mayoría por Hillary, pero no fue así.
Tampoco en el voto hispano o latino se presentó una mayoría abrumadora por Clinton, si bien es cierto que ganó con ventaja me parece increíble que un 30% lo haya hecho por Trump. Se van a tener que realizar estudios a profundidad para conocer a detalle sus motivaciones ante una persona que despertó el “voto de odio” contra su misma sangre. Al leer y escuchar algunos analistas coinciden en señalar que aquel paisano que ya radica en ese país y tiene nacionalidad estadounidense ya se cree “gringo”, por lo tanto no quiere que alguien más le compita el territorio ganado. Si bien me parece una atrocidad es una hipótesis que se tendrá que explorar.
La gente blanca, el anglosajón representado por la población más tradicional tuvo un voto mayoritario por Donald Trump. El candidato republicano logró un discurso diferente, agresivo para nosotros los extranjeros, pero muy efectista para los norteamericanos al poner los valores más tradicionales por delante. En términos coloquiales habló hacia adentro, es decir a las familias que perciben una pérdida de identidad y que necesitaba de una defensa a sus intereses más recalcitrantes.
Los análisis apenas inician, mientras tanto la economía mundial reaccionó negativamente. El peso ni se diga. Ojalá los mercados asimilen rápidamente la noticia porque está muy cabrón vivir en la zozobra.
Por lo pronto en Estados Unidos se impuso el populismo respaldado por una gran dosis de racismo de consecuencias aún desconocidas.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro