Para no contestar a ZETA los cuestionamientos sobre la supuesta campaña de desprestigio que el encargado de los contratos de publicidad del Gobierno del Estado, Jorge Alberto Cornejo Manzo, orquesta contra la codirectora de este medio informativo, Adela Navarro Bello, y de Agencia Fronteriza de Noticias (AFN), Dora Elena Cortés Juárez, que ha tenido alcances nacionales y por la cual la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ya investiga, el gobernador, Francisco Vega de Lamadrid, rehusó contestar al reportero de este semanario.
Sucedió después del “Desayuno Gobernador” organizado por el Comité Municipal del Partido Acción Nacional (PAN) en un salón social de la colonia Los Álamos – el mismo donde Ricardo Anaya se encampañó –. Vega salió del recinto y el periodista de ZETA lo siguió. La pregunta fue muy puntual:
Gobernador, la persona señalada por esta campaña de desprestigio es Jorge Cornejo, ¿va a tomar alguna decisión?
Éste escuchó perfectamente, hizo una mueca, decidió no contestar, se apoyó de sus guardaespaldas y aceleró el paso ante los llamados a responder sobre Cornejo Manzo, y las veces que éste usó presupuesto de la Dirección de Comunicación Social, a cargo de Roberto Karlo López Páez, para amedrentar y manipular a periodistas y sus líneas editoriales: que omitan temas incómodos para la administración estatal, como el letal adeudo con el Hospital General de Tijuana.
La estrategia: amenazarlos con el retiro de la propaganda oficial, sustento de muchos medios de comunicación. O, tal y como expuso el columnista del Diario El Mexicano, Gerardo Fragoso, usarlos como herramientas para atacar la vida personal de Adela Navarro y Dora Elena Cortés.
Pero Vega de La Madrid ignoró al reportero de ZETA y rodeado de escoltas logró abordar el asiento de copiloto de su vehículo, que antes de arrancar a alta velocidad, tuvo a guardaespaldas bloqueando la visibilidad a través de la ventana.
Es más, el representante de AFN, uno de los medios que se han visto afectados por este ataque a la libertad de expresión que ya está siendo investigado por los organismos de derechos humanos nacionales y estatales – la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), a cargo de Melba Olvera – y que ha sido sujeto de seguimiento periodístico de medios como Proceso y Sin Embargo, no pudo salir del salón social para entrevistar a Kiko: otro de los escoltas uso su brazo para bloquear la salida.
Minutos antes, al interior del lugar, Vega de Lamadrid presumió titubeando:
“Somos un gobierno y ustedes saben extremadamente respetuoso de la libertad de expresión, somos un gobierno que creemos en la libertad de expresión y nosotros hacemos todo lo posible para facilitar el trabajo de todos ustedes (los reporteros). Seguiremos haciéndolo así y se presentó o se presentará se recibirá y le darán en su momento el curso que consideren (no dijo quién).”
Cuando se le preguntó si tenía conocimiento de los actos denunciados por la codirectora de ZETA, Adela Navarro, así como Dora Elena Cortés, el columnista Gerardo Fragoso e incluso el ex candidato tricolor a la alcaldía de Tijuana, René Mendívil Acosta, dijo:
“Algo vi ayer por la noche y sin embargo de ser así, yo tengo más que la conciencia tranquila yo respeto la libertad de expresión y a todos los medios y a todos quienes los representan y así seguirá siendo mientras yo sea gobernador”.
Pero unos pocos minutos después desdeñó a un periodista, y su equipo bloqueó físicamente a otro.
