Citados 30 minutos antes de la hora de llegada de funcionarios, cientos de ancianos en sillas de rueda, bastones y andaderas, sorteando escaleras, jardineras y áreas de terracería, llegaron esta mañana a la Cancha de Usos Múltiples del Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Tijuana para recibir un cheque de mil 500 pesos.
Con todo y que la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) suspendió actividades este 2 de noviembre, dejando desocupados salones, explanadas y el Teatro Universitario, la Secretaría de Desarrollo Social del Estado (SEDESOE) escogió el complejo más alejado –dentro del campus- de la calzada Tecnológico, donde los beneficiarios se bajaron del transporte público.
Desde la vialidad que pasa por la Universidad caminaron (algunos fueron llevados en automóvil) 800 metros para llegar al CAR, a donde entraron por una puerta de servicio para tomar un camino que carece de infraestructura necesaria para personas con limitaciones físicas.
Ancianos consultados, explicaron que fueron invitados por los “líderes” de sus comunidades, quienes funcionan como enlace con la SEDESOE. Les dijeron que llegaran a las 9:30 de la mañana, pero el evento inició a las 10. Aun así, por las dificultades para ubicar y arribar al lugar, decenas de viejitos llegaron cuando la ceremonia protocolaria había concluido.
Después de los discursos, los aproximadamente mil 900 asistentes tuvieron que hacer una fila para recibir uno por uno su cheque.
Sobre esto se cuestionó al subsecretario de Desarrollo Social, Luis Bustamente, quien respondió que aunque suelen entregar los apoyos dentro de las comunidades, la idea de citarlos a todos es para que “se conozcan, nos sirve como una interacción”.
Dijo que esta mañana se repartieron 2 millones 800 mil pesos en cheques de mil 500 pesos por un mes, y que en lo que va del año han sido 16 mil los viejitos beneficiados en Baja California.