La crisis de desabasto de medicamentos e insumos presentada en el Sector Salud de Baja California deriva de la falta de recursos y la poca flexibilidad en el manejo de los mismos, por lo que se requerirán recursos del gobierno estatal y una reingeniería de la nómina para hacer frente a los recortes que sufra este rubro en el presupuesto federal. El doctor Guillermo Trejo, titular del área, ya cabildea con diputados locales y gobernador. Va por mil millones de presupuesto estatal para sumarlos a los 3 mil 700 millones que le llegan dela Federación
“No alcanza el dinero que tenemos para el Sector Salud y esto es un mal de origen” declaró a ZETA el titular de la Secretaría de Salud de Baja California (ISESALUD), Guillermo Trejo Dozal, justificando así el desabasto en medicamentos e insumos denunciados por el cuerpo médico del Hospital General de Tijuana (HGT).
El funcionario argumentó que tras la descentralización del Sector Salud en 1996, ISESALUD ha funcionado completamente con recursos federales, por lo que el Gobierno del Estado no aporta parte de su presupuesto a este rubro.
Al inicio de 2016, a ISESALUD le fue asignado un monto de 3 mil 700 millones de pesos, provenientes de la Federación. Dicho recurso se encuentra subdividido y etiquetado para el pago de nómina (que representa alrededor del 80 por ciento del total), compra de medicamentos, insumos, instrumental, camas, etcétera. Esto resta flexibilidad al ejercicio de dicho monto, por lo que el problema crónico de desabasto con que cuenta el sistema de salud en Baja California no ha podido resolverse con facilidad, además de presentar un déficit presupuestal de 300 millones de pesos.
Estos candados se deben a la costumbre que tuvieron anteriores gobiernos locales en todo el país de destinar el presupuesto asignado por la Federación de manera discrecional, destinando recursos a áreas para las cuales no estaban contempladas, lo cual no está permitido y se considera incluso un delito, explicó Trejo.
Se requiere participación de gobierno estatal
“La solicitud que yo ya hice al gobernador (Francisco Vega de Lamadrid), que ya hice al Congreso del Estado, es que el Estado de Baja California le ponga presupuesto a la salud de los bajacalifornianos, ya lo he dicho públicamente y en eso estoy”, afirmó, si bien reconoció que el destinar recursos del presupuesto estatal a salud afectaría la percepción de otros sectores. Trejo consideró que mil millones de pesos serían suficientes para mejorar las condiciones del sector en la entidad.
Esto será necesario porque se prevé una disminución a los recursos que recibirá ISESALUD del Gobierno Federal, una vez sean eliminados del padrón del Seguro Popular aquellas personas que cuenten con algún otro servicio de salud y al depender parte del monto total de la cantidad de derechohabientes registrados en Seguro Popular, siendo éste uno de los principales entes financieros de la dependencia. Trejo estimó que se pueden perder alrededor de 100 mil registros en 2017, lo que representaría una pérdida de alrededor de 130 millones de pesos.
“La encomienda y la responsabilidad que tiene el Seguro Popular es de afiliar la gente que realmente si lo necesita, entonces tiene que ir a buscar a toda esa gente que no tiene seguridad social para que no nos pegue, esa es una de las tantas estrategias” agregó.
Otra acción que puede tomarse para evitar mayor pérdida de recursos, sería el realizar estudios socioeconómicos a los beneficiarios del Seguro Popular, de manera que aquellos que tengan las posibilidades económicas para pagar una cuota de recuperación por la atención recibida, comiencen a hacerlo en la medida de sus posibilidades.
Otra estrategia será la labor preventiva contra la obesidad y las enfermedades crónico-degenerativas asociadas con este problema de salud, siendo la hipertensión y la diabetes de los padecimientos que requieren mayores recursos por parte del Sector Salud, aunado a las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en Baja California.
Trejo afirmó que de no resolverse esta situación y no existir una corresponsabilidad de la ciudadanía hacia la prevención, no habrá dinero que alcance para el Sector Salud.
“A mí me toca ordenarlo, conseguir recursos, las políticas generales, pero la operación les toca a ustedes (el personal), perdónenme pero el HGT en gran medida está como está ahorita, porque la gente que está ahorita trabajando así lo tienen”, acusó.
Trejo se negó a opinar sobre el desempeño de sus antecesores en el cargo durante la presente administración estatal, que han sido tres: Miguel Osuna Millán, Sergio Tolento Hernández y Francisco Vera González, siendo que los primeros dos ex secretarios de Salud actualmente ocupan escaños en el Congreso del Estado.
“Yo no soy el juez, yo puse que no encuentro esto y yo di lo que encontré porque yo vengo de una experiencia nada grata, y lo último que quiero es volver a tener una experiencia nada grata, yo quiero hacer las cosas perfectamente bien, lo que encontré yo lo mandé a la contraloría y a la Auditoría Superior de la Federación; ya ahí les tocará determinar qué está bien y qué está mal… pero que hay desorden hubo desorden, eso es innegable” declaró.
Reingeniería de nómina
El funcionario comentó que ISESALUD cuenta con alrededor de 8 mil empleados en toda la entidad, mil 200 de ellos empleados en el HGT. Siendo la falta de empleados en diversas áreas de dicha institución una de las quejas que manifestó el cuerpo médico del HGT, Trejo afirma que primero es necesario un análisis de cada uno de los puestos y de quien los ocupa, para mejor distribución de personal, es decir, realizar una reingeniería para reducir el gasto en nómina, antes de pensar en la contratación de mayor personal.
“Tenemos muchos contratos que se acaban a finales de este año, ahorita la indicación es que no vamos a renovar uno solo de los contratos y vamos a analizar uno por uno los que realmente se justifican, porque es la única forma para ubicar a la gente donde debe ir” explicó, agregando que hasta entonces no se sabrá qué áreas del HGT requieren más personal.
Sobre el tema del desabasto de medicamentos e insumos, comentó que éste se originó no solo por la falta de recurso económico, sino por una mala programación en la compra de los mismos y en la falta de un control adecuado sobre el almacén del HGT.
El director del HGT, Fernando Peñúñuri Yépiz, afirmó que el abasto actual de la institución es de alrededor del 60 por ciento, lo que ha sido una mejora respecto a las condiciones denunciadas por el cuerpo médico a su cargo. El compromiso es que para antes de que termine 2016, el abasto alcance el 80%.
“Es un hospital que es indispensable para la ciudadanía, indispensable. Tenemos una óptica de ver al futuro con la esperanza de mejorar”, destacó Peñúñuri.
Sector Salud seguirá creciendo
Peñúñuri otorgó a ZETA un recorrido por las instalaciones del HGT, señalando las mejoras que se han hecho a las instalaciones, habilitándose nuevas áreas para oncología y patología, por ejemplo, que aún quedan por ser debidamente equipadas, lo que pretende lograrse mediante la ayuda de asociaciones privadas. Si bien admitió que la infraestructura del HGT no alcanza para dar la mejor atención a los pacientes, siendo cada vez mayor la demanda, llevando esto a la sobreocupación de ciertos servicios.
Asimismo, resaltó la necesidad de que se construya un edificio anexo al principal, al que puedan trasladarse las aulas que la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) tiene en el HGT, el servicio de consulta externa y el área administrativa de la institución, lo que permitiría darle un mejor uso a las instalaciones ya existentes, al quedar un espacio cercano a dos pisos completos para ampliar los servicios existentes o agregar nuevos.
Por su parte, el titular de ISESALUD dijo a ZETA que el Sector Salud crecerá mediante la construcción de un Hospital de Especialidades en Mexicali (con inversión de 929 millones de pesos), una Unidad de Especialidades Medicas (UNEME) de cirugía ambulatoria (50 millones de pesos) y otra unidad de las mismas características en Tijuana.
Además, esta el tema del Hospital Materno Infantil de Tijuana, ya construido y equipado, pero que carece del personal para su operación, la cual reduciría drásticamente la carga de trabajo del HGT, en que el 60% de la actividad se concentra en el servicio gineco-obstétrico. Para echar a andar esta clínica, según Guillermo Trejo Dozal, se requiere de un presupuesto de entre 45 y 60 millones de pesos, tras lo cual se necesitarían alrededor de 270 millones de pesos anuales.