La carrera presidencial está caminando y la política como el dinero no deja de moverse. El PRI tiene pocos candidatos que presumir con talento y popularidad, el poder ejercido por estos casi 4 años, los ha desgastado por sus políticas que siempre joden a los de abajo, a las mayorías, con alza de precios, baja de salarios y del poder adquisitivo del peso, desmantelamiento del sector público, por la línea de vender al capital privado nacional-transnacional desde el petróleo hasta una fábrica de bicicletas.
Con los escándalos de los gobernadores que llegan a desgarrar las finanzas, los equilibrios fiscales a incrementar las deudas y a dejar en bancarrota las entidades, los casos de Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo son solo la punta del Iceberg. Baja California tiene un gobernador que le debe a la Universidad casi 500 millones de pesos y que se incrementan cada mes. Tiene un sistema hospitalario en condiciones precarias que de milagro funcionan. Pero el gobernador con avión nuevo, cuando urge que lo instruyan en aprender comunicación personal. El PRI está hundido y más solo que nunca. Y en el PAN se está agudizando la fractura entre Margarita Zavala y Ricardo Anaya.
En la oposición de centroizquierda socialdemócrata y anticapitalista. El EZLN propone una candidatura con tesis antisistema con abanderada indígena. Es una iniciativa movilizadora, noble y simbólica bienvenida que debe sumar conciencia participativa de nuestras raíces.
Graco Ramírez, el desbarrancado gobernador de Morelos, en medio de escándalos y protestas se autoproclama por el PRD, junto al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Mancera. Pero no proyectan carisma, sí debilidad e incongruencia.
Con la delantera Andrés Manuel. Tabasqueño, de gira política por cada rincón del país cada semana, es sin duda la mayor esperanza de UNIDAD y realismo de la oposición anti neoliberal y el que mayor apoyo social y electoral ha demostrado en 2006 y 2012. Llena plazas en el centro y sur del país, baluarte del nacionalismo revolucionario de Benito Juárez y Lázaro Cárdenas. No hay un candidato a la presidencia tan conocido. Es según las encuestas el ganador, como lo era en 2005.
AMLO y MORENA tienen debilidades.
Superar al Mesías y Ungido, resolver el miedo al debate de las ideas en las asambleas, aprender a escuchar sin temor a los que piensan distinto. Organizar los congresos municipales y planes de gobierno local. Superar la aprensión a la pluralidad. Las tendencias que buscamos la democracia en México enfrentamos una fragmentación que requiere de estrategia unificadora. Estrategia o elaborada ni consultada o analizada. ¿Por qué esa ausencia tan importante?
La organización de MORENA, deja mucho que desear en cuanto a formación de estructuras municipales, seccionales. No existen los cuadros suficientes con responsabilidades y capacitados en el activismo social para realizar el trabajo de defensa técnica y legal del voto, de formación cívica ciudadana, de formación de líderes. Y el problema no se resuelve solo con dinero y es igual o peor en los otros partidos.
La izquierda democrática debe modernizarse o morir en el intento.
¿Porque no hay voluntad política de organización, pese a los recursos disponibles, ni Escuelas de Cuadros en los Municipios? Urge crear Centros de Formación de jóvenes y ciudadanos para el activismo en los sindicatos, las zonas rurales, los barrios y los sectores productivos. No se construye ni se organiza en las secciones el núcleo de partido estructurado que se necesita para ganar una elección y organizar a la comunidad desde abajo. Para eso no hay recursos, ni voluntad enfocado a ejecutar los planes de movilización ciudadana.
Sin esos elementos en el terreno no se puede ganar. AMLO lo sabe, su círculo de asesores e intelectuales se lo han dicho en mil formas. Pero… lo que se ve es inmovilismo, verticalidad, centralismo, cerrazón y autoritarismo como en los de enfrente. Duele, pero es real nuestro analfabetismo organizativo, cívico, moral y político.
Es que debe construirse condiciones para la inclusión, el diálogo, el encuentro de coincidencia en debate, el respeto tolerante a todas las formas de pensar, la fortaleza de responsabilidad, transparencia y voluntad para una movilización y dirección organizada. El poder no viene de Dios, ni del Cielo. El poder es de quienes lo piensan, coordinan y trabajan.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: hrgcuellar@yahoo.com