¿Quien pa`su santo reza.- Uno de los aspectos admirables de los santos, es la capacidad de recibir y manifestar el amor de Dios en sus vidas al servicio del otro, del prójimo, contra la idea errada de pensar que los santos son personajes ideales o míticos. Recordemos aquella mujer que visitó en varias ocasiones Tijuana, la Madre Teresa de Calcuta. Pensándolo bien, se trata de una mujer ejemplar, en un sentido geográfico y celestial, no sé si hay otro caso, pero ella fue Premio Nobel de la Paz 1980, y es santa, es decir, fue elevada a los altares por Juan Pablo II y el Papa Francisco. Una vida ejemplar para la humanidad como para el cristianismo.
Santo que no es visto, santo que “no es adorado”.- Los polacos tienen una lista grande de swettys o santos. Reyes, sacerdotes, mamás, religiosas, obispos. Es parte de la identidad nacional y la cultura de un pueblo. Una de las motivaciones fundamentales en Polonia, es la Fe, un creer con modelos, como San Estanislao de Koskta, o la beata Yadwiga, que después de 700 años fue elevada a los altares en razón de sus virtudes o valores. Ella fue esposa del príncipe de Letonia y Estonia, ambos fundadores de la Universidad de Cracovia, la Jagegoliana, donde estudió Copérnico y Karol Wojtyla, entre muchos otros personajes.
Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. La vida ejemplar de los santos es tan importante en la actualidad, en un mundo con necesidad de auténticos modelos de vida humana y cristiana. Y fue Juan Pablo II, quien en sus casi 30 años de pontificado,
canonizó la mitad de los santos que la Iglesia Católica tiene en dos mil años de historia. Es un orgullo para los holandeses contar entre sus personajes con el ejemplo del jesuita Tito Bransma, un sacerdote periodista que unió a la prensa libre y reivindicar su derecho a la libre expresión, ante el despotismo de los nazis hitlerianos que finalmente martirizaron al padre Bransma, religioso holandés, víctima de la policía secreta alemana (Gestapo) en la Segunda Guerra Mundial, 1943.
Un colombiano deberá sentirse orgulloso por tener como modelos al Esclavo de los Esclavos Negros, San Pedro Claver, un jesuita catalán que bautizó y curó a más de 300 mil negros traídos de África para ser vendidos como cosas por los españoles y europeos esclavistas. El Padre Claver, antes de hablarles de Dios, les curaba sus heridas personalmente y les daba de comer. Después les hablaba de Dios, ya comidos y asistidos. Por eso el Papa que le canonizó o reconoció como un ejemplo en la Iglesia Universal, dijo al leer su biografía que “después de la vida de Cristo Nuestro Señor, ninguna otra vida me ha impresionado como la del Padre Pedro Claver, apóstol de Colombia.
Continuará…
Germán Orozco Mora reside en Mexicali. Correo: saeta87@gmail.com