Felipe Flores Velázquez, ex jefe de la Policía municipal de Iguala, Guerrero, en el período en que gobernaba el ex alcalde José Luis Abarca Velázquez, fue detenido tras permanecer dos años años prófugo. Sin un solo disparo, fue capturado esta mañana en Iguala, Guerrero, mientras visitaba a su cónyuge, informó este viernes el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia.
En conferencia de presencia, el funcionario federal señaló que Flores Velásquez enfrenta cargos por delincuencia organizada, secuestro y encubrimiento de sus subordinados que enfrentaron y posiblemente entregaron a los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, a miembros del cártel de los Guerreros Unidos.
“También es señalado por acatar la instrucción, notoriamente ilegal, del ex alcalde, José Luis Abarca Velázquez, consistente en perseguir y atacar a los normalistas que se trasladaban a la Plaza de las Tres Garantías, ubicada en el Zócalo de dicha localidad, donde María de los Ángeles Pineda Villa, entonces presidente del DIF Municipal, rendía su segundo informe de labores”, indicó Sales Heredia.
En el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) se señala que Flores Velásquez, de 58 años de edad, mantuvo comunicación con la Policía Federal (PF) entre los días 26 y 27 de septiembre.
La versión oficial, cuestionada por los padres de los jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, el ex mando policíaco habría pedido apoyo la noche del 26 de septiembre a César Nava González, ex subdirector de seguridad pública de Cocula, para trasladar a un grupo de normalistas al sitio conocido como Lomas de Coyote, donde fueron recibidos por integrantes de los Guerreros Unidos, quienes asesinaron e incineraron a los estudiantes.
Los especialistas de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) aseguran que no existen pruebas científicas de que los 43 estudiantes hayan sido quemados en el basurero de Cocula, sitio donde dijo la Procuraduría General de la República (PGR), se dio “la verdad histórica”.
Horas antes, la CNS había informado a través de la red social Twitter, que en coordinación con la PGR, las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), cumplimentó la orden de aprehensión en contra de Flores Velázquez.
Por su parte, la procuradora General de la República (PGR), Arely Gómez González, tuiteó que “La @PGR_mx se congratula por la detención que permitirá recabar una declaración fundamental para el esclarecimiento de los hechos de Iguala”.
El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, también celebró la aprehensión de Felipe Flores: “Esta captura es muy importante porque sin duda es una pieza fundamental para conocer más a fondo que paso con los 43 normalistas desaparecidos en Iguala”, señaló el mandatario.
Además de ser primo del ex alcalde, el ex jefe policíaco era el enlace principal entre éste, su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, y los mandos del cártel de los Guerreros unidos, y conoció de primera mano lo que sucedió la noche del 26 de septiembre, y recibió las órdenes que dio Abarca.
Flores Velázquez declaró ante la Procuraduría General de Justicia de Guerrero el día 27 de septiembre del 2014, fecha en la que prácticamente todos los elementos de la corporación municipal bajo su mando ya habían sido detenidos, dice el diario La Jornada.
En sus declaraciones ante el Ministerio Público local, inicialmente afirmó no haberse dado cuenta de nada sobre hechos de violencia, y que incluso, en lo que habría sido la primera agresión contra los normalistas en inmediaciones del palacio municipal, se asomó porque creyó escuchar disparos de arma de fuego, pero tras comprobar que no pasaba nada, regresó a su oficina.
Sin embargo, indicó el rotativo, modificó su dicho y señaló que tuvo reportes del C-4 de que en el centro de Iguala se estaban registrando algunos hechos de violencia, los cuales le eran reportados por su subdirector operativo Francisco Salgado Valladares y el encargado de radio de la corporación.
La declaración de Flores Velázquez ha servido a la PGR para acreditar que José Luis Abarca mintió cuando en entrevistas con medios de comunicación afirmó no haber estado enterado de nada de lo sucedido en su municipio la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
El ex alcalde afirmó antes haber estado en el informe de su esposa, luego haber bailado un rato y, tras ir a cenar con su familia, haber dormido sin que nadie le reportara nada. Pero mintió, según la versión del ex jefe policíaco.
Según la PGR, los Guerreros Unidos entregaban de manera periódica (semanal o mensual), entre dos y tres millones de pesos a las autoridades municipales de Iguala, Cocula e Ixtapan de la Sal, ya que con ese dinero se pagaba la nómina de los policías.
Las autoridades también relacionan a Flores Velázquez como testigo presencial del asesinato del dirigente social Arturo Hernández Cardona, cometido por el propio alcalde, tal como lo señala en una declaración notariada Nicolás Mendoza Villa, uno de los sobrevivientes del secuestro realizado 30 de mayo de 2013.