Continuando el flujo de migrantes haitianos y africanos por Tijuana con el propósito de obtener una cita con autoridades migratorias de Estados Unidos, los albergues, de por sí ya saturados, han improvisado espacios para alojarlos en condición de hacinamiento.
Desde que comenzó esta crisis humanitaria, han llegado cerca de 9 mil migrantes a territorio bajacaliforniano, quedan entre 2 mil 400 y 2 mil 500 según cifras del Gobierno del Estado. La mayoría han logrado cita con las autoridades estadounidenses para solicitar asilo político.
Sin embargo, la gran cantidad de personas que han arribado a la ciudad propician conflictos entre los mismos migrantes, quienes se encuentran desesperados por ser atendidos a la brevedad, lo que combinado con una falta de respuesta de las autoridades locales, ha derivado en aglutinamientos desordenados.
El pasado 3 de octubre, la Secretaría de Desarrollo Social Municipal (SEDESOM) entregó 40 mil pesos, así como alimentos y artículos de aseo personal al Albergue Movimiento Juventud 2000, en el que actualmente se aloja a 90 extranjeros, siendo que el recinto no suele apoyar más que a 30 migrantes al mismo tiempo. Con casas de campaña, quienes buscan asilo en el país vecino atiborran el patio de dicho albergue.
José María García, director de este albergue y coordinador de la Alianza Migrante Tijuana, comentó a ZETA que si bien el flujo migratorio ha resultado una carga para las asociaciones pro migrantes, éstas no pueden dejar de prestar la asistencia a la que se han comprometido.
“A quien le corresponde hacer su trabajo propiamente es al gobierno federal, le corresponde al Instituto Nacional de Migración (INM), a la Secretaría de Gobernación, empezar a apoyar y empezar a ver qué va a hacer, después de que el mismo está autorizando los permisos para que las personas puedan transitar en nuestro país, que es un derecho, pero desafortunadamente lo están dando de una manera que para nosotros como organización no es la correcta”, agregó.
La visita de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, a Baja California debe servir para resolver la crisis presupuestal que sufren los albergues donde se alojan los miles de migrantes extranjeros que han llegado a Tijuana y Mexicali desde el pasado mayo, anotó el presidente del Consejo Estatal de Atención al Migrante, Carlos Mora Álvarez.
Resaltó que atender a cada migrante cuesta 200 pesos diarios, lo que multiplicado por los cerca de 2 mil 500 extranjeros que se encuentran actualmente en el Estado, resulta en 500 mil pesos.
El miércoles 5 de octubre, compareció ante la Comisión de Asuntos Migratorios de la Congreso Federal para solicitarles un recurso extraordinario de 30 millones de pesos.
También se pidió la creación del Fondo de Migralidad para el país, un recurso de 3 mil millones de pesos que sería repartido para atender el fenómeno migratorio en los estados. Además se habló de evitar la desaparición del Fondo de Apoyo al Migrante, que a pesar de que este 2016 es de 300 millones de pesos, no se entregó.
El gobernador Francisco Vega, se reunió con la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu el jueves 6 de octubre. Se comprometió a “intensificar el diálogo con los países involucrados (de origen y destino) para encontrar soluciones”, informó el Gobierno del Estado.
