Y ahora ¿qué haremos?
En este grupo, los desplazados (en el 2015) tan solo a Tijuana llegaron alrededor de tres mil personas y hasta hoy (octubre 4) informan que en Tapachula, Chiapas, han otorgado trece mil permisos para que transiten o permanezcan en la república hasta por 30 días. No se les pregunta cómo garantizarán su salida. Eso sí, todos aseguran que su destino final son los Estados Unidos de Norteamérica. Así que lo de la crisis humanitaria ya la tenemos encima.
El domingo pasado a eso de las 9 de la noche una amiga con enorme prisa por llegar al IMSS H-20, viendo que de la internacional a la vía rápida había muchos carros, decidió cortar camino por la Calle Madero, pretendía pasar frente al Desayunador Salesiano Padre Chava. Pero tuvo que frenar porque la calle de lado a lado estaba ocupada por una multitud de desplazados. Cuidados por patrullas municipales. Tuvo que dar reversa, exponiéndose a un accidente. Por fortuna pudo salir de esa calle cerrada.
Personas que trabajan o viven por esa zona del centro de la ciudad, están sumamente alarmadas. Porque una cosa es el interés humanitario –dicen– y otra, que estén en condiciones de ayudar. “Ya bastante mal que nos va con estos sueldos miserables como para hacer caridad. Puedo parecer una deshumanizada pero un cinco que sea lo necesito para mis hijos y para mí”. Se trata de una muy joven madre jefa de familia que de verdad quisiera ayudar, pero imposible hacerlo.
En septiembre pasado la ACNUR, Agencia de la ONU para los refugiados, reunió en la Cumbre de Alto Nivel en Nueva York a casi 200 líderes de gobiernos y representantes de la Sociedad Civil, en donde se comprometieron (en la Declaración de Nueva York) “a salvaguardar los derechos de los refugiados y migrantes y compartir la responsabilidad mundial”. Suponemos que México se comprometió. Además, el Instituto de Migración está otorgando los permisos para transitar por la república.
¿Quién puede estar en contra de eso? Pero la pregunta que se hacen muchos y con razón es ¿hasta dónde crecerá el problema? ¿Seguirán exprimiendo a los albergues de migrantes? Pues hasta hoy, según escuchamos al P. Pat Murphy en entrevista de radio, el gobierno federal no ha hecho su parte. Solo otorgar permisos para transitar. Aunque bien sabemos que la economía nacional y las personales andan de bajada. Algo se tiene que hacer para ayudar. Y otra pregunta que se impone: ¿Qué van a hacer con las personas a las que se les niegue el permiso para entrar al país del norte?
Nota 1.- Inexplicable que el Tribunal de Guadalajara haya esperado al último minuto del 30 de septiembre para hacer llegar su resolución de quitar a un hombre la diputación para entregarla a una mujer y así cumplir la equidad de género. ¿No lo pudieron haber hecho antes? ¿Así jugarán con el virtual ganador de la presidencia de Tijuana, J. M. Gastélum?
Nota 2.- Ya está integrada la XXII Legislatura. Ahora todos dicen que trabajarán por B. C. y su gente. Hay varios cuya historia personal no permite abrigar esperanzas de que cumplan lo prometido en campaña. A menos que aspiren al siguiente hueso… una humilde presidencia municipal. O que se hayan regenerado.
Nota 3.- Por los medios de comunicación nos estamos enterando que los diputados de la XXI no actuaron en forma correcta a la hora de determinar la discrepancia de los límites de Ensenada y Playas de Rosarito. Éstos se tardaron tres años en “pensar” y unos minutos en decidir. Parece que no es el final del conflicto.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com