La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Michoacán, informó que fueron capturados los dos presuntos homicidas del sacerdote José Alfredo López Guillén, quien fue hallado sin vida el pasado 25 de septiembre en un paraje del predio denominado Las Guayabas, que se ubica en la carretera Puruándiro-Zináparo.
El cura fue secuestrado el pasado lunes 19 de septiembre, luego de que fuera saqueada la casa parroquial de la comunidad de Janamuato, municipio de Puruándiro.
El procurador José Martín Godoy Castro señaló en conferencia de prensa, que los asesinos fueron identificados como “Vicente N.”, y “Francisco N.”, los cuales habrían estado conviviendo con López Guillén minutos antes de su desaparición.
El procurador dijo que una discusión terminó con los imputados sometiendo al cura y depositándolo en la cajuela de un auto modelo Jetta, que utilizaron para escapar de la Casa Parroquial junto con una camioneta Tornado.
Los criminales ejecutaron al cura en un predio conocido como El Guayabal y continuaron su huida rumbo al municipio de Zináparo.
En Villa Jiménez la camioneta sufrió ponchadura de llantas por lo que fue abandonada en un garaje, mientras que en la carretera Quiroga-Zacapu volcaron el automóvil.
El cuerpo del religioso michoacano fue encontrado maniatado, envuelto y en avanzado estado de descomposición, según la dependencia estatal.
Los arrestos se realizaron este fin de semana, luego de que la Fiscalía obtuviera las órdenes de aprehensión correspondientes, señaló el procurador.
Godoy confirmó que los probables responsables fueron detenidos con objetos de la parroquia de Janamuato en su poder, y ya se encuentran recluidos en el Centro de Readaptación Social de Zamora.
Desde que se supo de la muerte de López Guillén, la Arquidiócesis de Morelia pidió justicia y atribuyó el asesinato al móvil del robo.
“Hasta ahora lo que sabemos es que el padre fue asesinado pocas horas después de que lo secuestraron y su cuerpo fue abandonado a unos kilómetros, llevándose su automóvil y también una camioneta de la parroquia y algunos otros objetos de valor”, señaló entonces el arzobispo Alberto Suárez Inda.