Sin que el gobernador Francisco Vega se haga responsable de la seguridad en Baja California y sin la designación y operación de un Mando Único, las deficientes estrategias del Grupo Coordinación dieron entrada al Cártel Jalisco, incrementando a tres los grupos mafiosos en el Estado que actualmente aterrorizan a la ciudadanía, y saturando de muertos y sangre las estadísticas oficiales
Entre el 22 y el 29 de septiembre, 21 personas fueron asesinadas en Tijuana, dos de ellas en las inmediaciones de una escuela, provocando un terror generalizado; adicionalmente trataron de matar a balazos cuatro policías, uno perdió la vida y tres fueron lesionados. Y la noche del 27 de septiembre, detuvieron a dos agentes municipales para ser investigados por el delito de homicidio.
A unos kilómetros de distancia, en el municipio conurbado de Tecate, la mañana del viernes 23 de septiembre, en un puente colgaron una manta en la que señalaron al director de la Policía, Juan Bartolomé Lam Canto, de favorecer a la célula de los hermanos Arzate García, del Cártel de Sinaloa; lo amenazaron con decapitarlo si seguía haciéndolo.
Ante los hechos que generaron el pánico comunitario y la afectación social, los jefes de las corporaciones se comunicaron, se reunieron en más de dos ocasiones en una semana. Pero los criminales siguieron dejando muertos en las calles de Baja California.
Sin una cabeza que los dirija, el trabajo de policías y procuradurías integradas al Consejo Estatal de Seguridad de Baja California se nulifica. No hay quien supervise, quien presione, quien sancione, conduzca, genere las acciones de seguridad ni obligue a darles un seguimiento coordinado en el Estado.
No hay pauta, porque el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ordenó que los Generales en las regiones no tomaran ese papel como se hizo en el sexenio anterior. Y porque el gobernador Francisco Vega tampoco asume su responsabilidad de brindar seguridad en la entidad.
Como resultado de esta incompetencia y ausencia de compromiso se generó el crecimiento en el número de homicidios a partir de abril de 2015 a la fecha; que los asesinos retomaran las calles de los municipios, pasando del clandestinaje a invadir áreas públicas y matar a balazos a plena luz del día, poniendo en riesgo a los ciudadanos de bien; y como en años pasados, los delincuentes volvieron a sentir que gozan de suficiente impunidad para amenazar y atacar a policías.
La parte más peligrosa, esa incapacidad y falta de mando, también permitió la llegada de otro cártel, los delincuentes del Jalisco Nueva Generación -asociados con criminales locales-, se instalaron en Tijuana y están extendiendo su control territorial incluso a Tecate, provocando enfrentamientos y muertes para vender y mover su droga por un mayor número de colonias.
Mientras en el Foro de Seguridad convocando por la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), con presencia de múltiples grupos de representación ciudadana, se declaró un estado de emergencia de seguridad y decidieron emprender diversas acciones permanentes y periódicas para “externar la preocupación”, ante el “notable repunte que reporta la incidencia delictiva y los hechos de violencia fuera de todo orden”.
Balacera a la luz del día
La tarde del 27 de septiembre, poco antes de las cuatro de la tarde, Jessie Medina invitó a sus amigos Francisco Domínguez Villa y José Mora Álvarez a un lugar de mariscos y les dijo que conocía al dueño.
Pasadas las cuatro de la tarde estaban llegando a un local rústico llamado CarWash & Clamatos en la colonia Campos de la subdelegación Los Pinos, a un costado de la Escuela Secundaria Número 11. De acuerdo con la versión que Domínguez dio a las autoridades, los tres departieron con el dueño Adrián Carrillo Meza durante poco más de una hora, antes de que alrededor de las 5:20 pm llegaran cuatro desconocidos.
Se bajaron de un auto que no pudo identificar con precisión porque no puso mucha atención, un Chevrolet o Neón rojo de cuatro puertas y únicamente uno de los cuatro empezó a disparar, sin advertencia de por medio; sin embargo, trascendió que agentes periciales localizaron casquillos percutidos, al parecer, calibre 40 y un cartucho 223. El cliente José Mora y el dueño Adrián Carrillo murieron en la escena, Jessie Medina y otro joven no identificado por el testigo quedaron muy heridos, mientras Domínguez corrió con mejor suerte.
El testigo aseguró que desconoce a los cuatro atacantes, y al cierre de esta edición de ZETA, la procuraduría no había encontrado antecedentes de las víctimas ni había resultados de balística.
“Es preocupante la afectación social de que nos vayan y nos peguen en un lugar público cerca de una escuela, pero entre los maleantes no hay ética, incluso si la Policía hubiera llegado en ese momento lo primero no son ellos, es la escuela, así se instruye en los protocolos”, expuso el encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), José Luis López Medina. “No hay algo que me afecta más a mí y que me reclame más mi presidente municipal, que suceda un hecho de este tipo. Sí me ocupa”.
— Le preocupa pero, ¿qué hace, qué más puede hacer?
“Seguir trabajando, yo no niego los muertos, no me escondo ni me la paso en la oficina, la directora también anda en calle, el subdirector, a las seis de la mañana nos puede encontrar en alguno de los distritos. Me preocupa y me ocupa, no existe un policía de carrera al que le guste estar al frente de una corporación donde maten a un compañero, o que haya balaceras frente a una escuela”, respondió el funcionario, quien luego explicó que las “estrategias” las cambian diario.
“La percepción de tranquilidad no la tenemos, y yo soy el primero en salir y reconocer: sí tenemos muertos, sí tenemos delincuencia”, enfatizó.
Luego detalló que “todos los días revisan lo que harán con las áreas de inteligencia y planeación porque ya no hay el día en que te pegan más, el turno en que te pegan más o la hora en que te pegan más. Ahora es constante todos los días Por eso mantenemos una presencia equilibrada en todos los turnos y cambiamos los horarios para los cambios de turno”.
López Medina indicó que el mayor esfuerzo lo han puesto en incrementar la presencia en las calles para prevenir, para lo cual sacaron a gran cantidad de policías de áreas administrativas. Al igual están trabajando en patrullajes, en convoy con otras corporaciones.
Pero los criminales mutan y ejemplificó con los cadáveres de una pareja, abandonados en el interior de un pick-up rojo el martes 27 de septiembre sobre Avenida Miguel Hidalgo en la colonia Lomas de la Amistad, con el siguiente narcomensaje: “ESTO LES PASARA A TODA LA GENTE QUE LLEGUE ´A´ TIJUANA SIN PERMISO, ATTE LOS DUEÑOS DE TIJUANA PUTOS MUÑECAS JAJAJAJA”.
“Donde los abandonaron es un área que no es de impacto para ellos, ahí no había a quién mandarle un mensaje. Pero al analizar encontramos que ese día los operativos de Policía Municipal estaba en la parte de arriba de Sánchez Taboada, entonces ellos dejaron los cuerpos abajo”, destacó López Medina.
Policías detenidos
A punto de cerrar la semana la noche del miércoles 28 de septiembre, el centro de mando recibió el reporte, alrededor de las 11:30 pm, de que un hombre identificado como Jorge Acosta Osuna había sido asesinado a balazos en la calle Francisco I. Madero de la colonia Divina Providencia. Según un testigo de los hechos, algunos hablaron de cuatro matones, incluida una mujer, todos huyeron en un auto PT Cruiser guinda con placas americanas.
Minutos más tarde en Zona Río, a la altura del Centro Cultural Tijuana, agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) detuvieron un auto que circulaba a exceso de velocidad con las características mencionadas. A bordo de la unidad se identificaron la policía municipal activa, Alma Santillán, quien estaba en posesión de un arma, y el guardia auxiliar Miguel Valdez.
Al ser consultado, López Medina confirmó los hechos, y dijo que aún se desconoce si los oficiales detenidos estuvieron involucrados en algún delito. En la procuraduría dijeron estar a la espera de los resultados periciales del arma y del rodizonato, pero que aún se encontraban dentro del término de las 48 horas para determinar.
La narcomanta de Lam
Mientras tanto, en la manta colocada el viernes 23 de septiembre sobre el puente en Bulevar Universidad, el cual se convierte en la carretera a Ensenada, se leía: “Pueden amanecer sin cabeza un día de estos sigue agarrando dinero y entregandole gente Juan Lam Canto a las hermanas Akiles y Ranas para que sigan secuestrando y extorsionando a la gente de Tecate ya no queremos esas lacras y tampoco a ustedes por corruptos asi que ya sabes la flecha va para ti y tu comandante Alejandra”.
Contrario a lo que hizo el 16 de septiembre, cuando decidió ignorar la amenaza recibida cuando dejaron la cabeza de un hombre decapitado sobre el auto de uno de sus escoltas en el estacionamiento del edificio de la Policía, esta vez Lam pidió apoyo del Estado, no sin antes manifestar su molestia porque la información de la amenaza en su contra llegó a la prensa y asegura que sus enemigos están dentro de la corporación que encabeza.
Empleados de seguridad indicaron que como parte de los protocolos está durmiendo en el edificio de la corporación, aún se desconoce a qué acuerdos llegó con la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
De hecho, una de las hipótesis al interior del Grupo Coordinación es precisamente que el mensaje fue dejado por uniformados que saben de la corrupción al interior de la Policía que dirige Lam. Sin embargo, igual están revisando la seriedad de la amenaza, dado que efectivamente existe una pugna de células criminales en Tecate.
Una, la que de acuerdo a los señalamientos de la manta, apoya la gente de Lam, que es la del Cártel de Sinaloa, encabezada en la zona por Ignacio Hernández “El Gordo”, preso desde abril de este año, pero que conforme a las autoridades, desde la cárcel mantiene el control de la operatividad delictiva y sus secuaces, Ezequiel Jáquez, Aarón Reyes Alfredo Pereyra y Adán Tafoya.
Y sus contras, que pertenecerían al Cártel Jalisco, cuyo mando bajo sería Javier López Ríos “El Torbellino”, detenido y actualmente libre, Fernando Ibarra, Froylán Díaz Ochoa y Jesús robles.
Delincuentes atacan a municipales en Tijuana
Un par de hechos más impactaron a la comunidad y fueron dos ataques a policías de Tijuana en la Zona Centro, “la zona segura de la ciudad”, y la más vigilada. De hecho desde el 1 de septiembre la Zona Norte está bajo el resguardo adicional de la PEP.
Miguel Ángel Cabrera Espinoza es un policía municipal actualmente asignado como escolta de un supervisor de Zona Centro. Antes había sido subjefe en la Zona Norte. Al dejar su turno la mañana del viernes 23 de septiembre fue atacado a balazos sobre la calle Segunda y Benito Juárez, en la colonia Alemán, frente al Panteón Jardín; lo lesionaron, pero está vivo.
Quienes lo conocen lo describieron como “cabrón para la chamba” y “no se deja engañar”; en su declaración explicó que estaba parado en el semáforo cuando sintió que desde atrás le empezaron a disparar, después se le pusieron por un lado y siguieron disparando, y el respondió hasta que sintió que no podía ver. Le dieron en un ojo y existen altas posibilidades que lo pierda. Dijo que no pudo ver ni identificar a sus atacantes.
Agregó que sí había recibido amenazas por detener a unas personas en Zona Norte, pero meses atrás y que “no traía broncas”.
En la procuraduría la indagatoria de los avances ha sido limitada porque en la balística, las armas sutilizadas no se habían usado en otros crímenes. Y en el auto de los asesinos no localizaron huellas.
— ¿Existe una amenaza en contra de los agentes del Grupo Apoyo Zona Centro?, preguntó ZETA a José Luis López Medina respecto a una información recibida.
“El Grupo de Apoyo siempre va a tener amenazas, al grupo que metamos a Zona Norte, cuanto yo he entrado me han mandado decir que ahí no podemos entrar, y la respuesta es que ahí vamos a mantenernos. Grupo que usted mande de choque a hacer trabajo a Zona Norte, grupo que va a estar amenazado”, subrayó.
Caídos en la Zona Norte
Al día siguiente, la madrugada del sábado 24 de septiembre, de nuevo elementos de la SSPM fueron atacados. Esta vez no fue un atentado directo, los perpetradores, Ricardo Rivera y Roberto Martínez, viven en Riverside, California, traían armas largas que habían cruzado por la Garita Internacional porque querían conquistar muchachas. Así que se emborracharon y empezaron a lanzar balas.
Los reportes empezaron a llegar por radio, la madrugada del sábado; primero detonaciones a la altura del Motel Tijuana, luego detonaciones a la altura de la Comisión Federal de Electricidad Bulevar Benítez, posteriormente disparos por Macroplaza; el último de los reportes fue en Calle Segunda, a la altura de Calimax.
Entonces sucedió un ataque en cuatro tiempos:
Según el informe Policía Homologado, el primer momento se da en Calle Coahuila y Niños Héroes, frente al bar Adelita, punto al que acudieron los agentes Raúl Escobar Rodríguez y Wilfrido García Cervantes, a bordo de la patrulla 4567.
Al arribar al lugar observan un vehículo Hyundai Elantra color negro, modelo 2014, placas de California 7HWG646, serie KMHD35LHIE4228107, el cual circulaba en sentido contrario.
Los oficiales le marcaron el alto a la unidad, pero los tripulantes, sin detener la marcha del vehículo, detonaron las armas que portaban, hiriendo a los dos agentes. A García en el muslo izquierdo, y Escobar un rozón de esquirla.
En un segundo momento los delincuentes avanzan unos metros y tienen de frente a los agentes de la Comercial, Daniel Contreras Quiñónez y Jesús Armando Martínez Escobar, intentando este último interceptar el carro de los atacantes, colocándose de costado de frente al conductor del Hyundai, quien disparó causándole heridas que minutos después le costarían la vida.
De acuerdo al peritaje, en esta escena fueron localizados 12 casquillos percutidos calibre 9 milímetros y cuatro casquillos percutidos calibre.223 milímetros.
El tercer tiempo se da cuando los atacantes continuaron hacia la calle Madero y Revolución, perseguidos por el oficial de nombre Yimy, el conductor del vehículo negro detiene la marcha, desciende y dispara a la unidad de la Policía Municipal. En esta escena se localizaron diez castillos 9 milímetros, seis de calibre .223 y dos fragmentos de proyectil de arma de fuego; la patrulla registró tres impactos de bala.
Finalmente, los agresores continuaron la huida hacia Calle Segunda para luego tomar la Vía Rápida Poniente, hacia la colonia La Ciénega, donde fueron interceptados por los oficiales Mario Octavio Colmenar y Nélida Castañeda.
Los atacantes le dispararon, refieren los oficiales, por lo que repelieron la agresión, logrando que los dos sujetos se rindieran.
En la escena se localizó el vehículo negro Hyundai, en cuyo interior, sobre el piso, se encontraron dos armas largas, una calibre .223 con mira telescópica, culeta retráctil y cargador doble, así como otra arma larga calibre 5.56 milímetros negra, con mira telescópica; además, fueron incautados 58 casquillos calibre .223, 37 casquillos 9 milímetros percutidos y dos balas deformadas de tiro útil. También se localizaron dos latas de Tecate Light.
Resultado final: tres policías lesionados y uno muerto. La unidad PM 0913 registró dos impactos de arma de fuego. Del lado de los atacantes, quienes al ser detenidos estaban en total estado de ebriedad, solo uno de ellos tenía un rozón en una mano.
— ¿Qué pasó? ¿Por qué con dos atacantes ebrios hay tres policías lesionados y uno muerto, fallaron los protocolos?
“A veces la adrenalina, los deseos de hacer una buena detención, a veces hasta la indisciplina nos hace ir y llegar de frente y sin chaleco, como en este caso, olvidándonos de los que sí se nos enseña, se nos ha cuestionado mucho al capacitación, pero sí la recibimos. Si hay protocolo para no ponernos en riesgo, todos los conocemos, tenemos cursos. Detención y conducción de probables responsables, nos ponen diferentes escenarios, uno es éste. Lo que usted guste y mande pudo haber fallado ese día, a esa hora, y tenemos un policía muerto”, contestó el responsable de la SSPM, José López Medina.
— Si no fallaron los protocolos, ¿entonces qué falló?
“La puntería de los policías, ha habido enfrentamientos donde nos ha ido bien. No sé si tiraron a dar o querían solamente detenerlos”.
Municipales sin apoyo en una zona “caliente”
Para la directora de la Policía Municipal, Oliva Margarita Vidal Plata, la zona donde ocurrió la agresión contra sus compañeros “es la más caliente”; en esa área, recordó, se han registrado varios asesinatos, y en teoría hay presencia de todas las corporaciones.
Pero en la práctica la realidad es otra, según opinan los municipales. Y esto se constató la mañana del sábado 24 de septiembre, en la que solo unidades de la Sección Turística acudieron al llamado de apoyo en el primer ataque que hubo en contra de elementos municipales frente a un bar de la Zona Norte.
“El Flaco”
Jesús Armando Martínez Escobar ingresó a las filas de la Policía Municipal de Tijuana en julio de 2001.
Asignado a la Sección Turística de la Delegación Centro, tuvo de pareja al oficial Rafael Gándara Ríos.
De 2010 a la fecha su compañero fue Daniel Contreras Quiñónez, con quien ingresó en 2014 a la Universidad Humanitas para estudiar la carrera de Derecho, de la cual esperaba graduarse en 2017.
Sus compañeros recuerdan al “Flaco”, como le llamaban familiares y amigos, alegre, servicial y carismático, “pero sobre todo bondadoso y humilde”, describen “El Pecas” y “Miguelito”, sus amigos de la infancia. Mientras que Daniel Contreras anota: “Se fue mi pareja y mi mejor amigo”.
La familia
Compuesta por 10 hermanos, con 35 años, Jesús Armando era el mayor de los varones de la familia que procrearon sus padres, Griselda Escobar y Jesús Martínez.
Desde la secundaria comenzó a trabajar para apoyar en el sustento de la familia, rememora su hermana Liz, ex agente de la Policía Municipal. Al terminar la preparatoria ingresa a la Academia de Policía.
“El Flaco” nació un 20 de abril, en este 2016, decidió festejar el que sería su último cumpleaños realizando un acto de beneficencia: llevar despensas a quienes habitan en las inmediaciones del basurero de Valle de las Palmas.
Su hermana Liz comparte: “Me dijo, ‘no quiero que me festejen, vi en las noticias una colonia muy necesitada, dile a la familia que si quieren darme algo que sean despensas para ir a repartir ahí, ese sería mi regalo’”. Así fue, acopió alimentos que llevó a repartir el día de su cumpleaños número 35.
Ese tipo de acciones eran comunes en él, dijo a ZETA su hermana Tania, al anotar que cada Navidad, Jesús Armando repartía juguetes en diversas colonias.
“Fue generoso, sobre todo con su familia, a mis padres les construyó la casa y era el sostén económico y moral de la familia. ¿Enemigos?, no, mi hermano fue muy querido”, aseguró.
El adiós
Jesús Armando Martínez Escobar, fue despedido al mediodía del martes 27 de septiembre, en la ceremonia oficial que se le hizo en la Comandancia de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal en Otay.
La familia del agente quiso que se fuera como un héroe, por lo que en ningún momento solicitaron que sus exequias fueran privadas, su madre la señora Griselda Escobar recalcó: “Era un héroe al que despedíamos, nosotros no somos egoístas”.
Previo a la ceremonia, el cuerpo de Martínez Escobar fue trasladado de la funeraria a la caseta móvil de la SSPM ubicada sobre la Avenida Revolución, en la Zona Centro, donde se efectuó un pase de revista. Concluidas las honras, el cortejo fúnebre se dirigió al Panteón Monte de los Olivos para sepultar los restos del que sería el sétimo policía municipal asesinado durante la administración de Jorge Astiazarán
A Jesús Armando le sobreviven nueve hermanos y sus padres Jesús y Griselda, así como su hijo de 10 años, Osmar Martínez. Isabel Mercado Juárez
Van 634 crímenes en Tijuana
Hasta el 29 de septiembre, la Procuraduría General de Justicia en el Estado tiene contabilizados 87 homicidios. En el año, la estadística refiere 634 crímenes.
Los últimos hechos violentos datan el jueves 29. Por la mañana fue localizado el cadáver de un hombre, que portaba vestido y peluca. La víctima fue atada de pies con cinta color negro y su cuerpo cubierto con una sábana rosa de la cintura a la cabeza. El hallazgo fue en calle Aranjuez y Silao, en la colonia El Pípila.
El miércoles 28, dos hombres fueron asesinados, el primer caso se reportó en la colonia Divina Providencia. Cuatro sujetos a bordo de un vehículo PT Cruiser, color guinda, placas americanas, dispararon en varias ocasiones contra un hombre identificado como Jorge Acosta Osuna, de 21 años de edad. Un vehículo con las características similares fue detenido por agentes de la PEP. A bordo iba una mujer identificada como Alma Susana Santillán Pérez, agente de la Policía Municipal de Tijuana y quien portaba un arma de fuego, como copiloto, Óscar Miguel Valdez Chávez, activo de la Policía Comercial. Los elementos se encuentran detenidos mientras se realiza la investigación sobre su presunta participación en los hechos.
Ese mismo día fue abatido de un balazo en la cabeza un hombre identificado como Iván, cuando se encontraba entre las calles Chichimecas y Olmecas en la colonia Infonavit Otay, frente al Parque de la Amistad.
El martes 27, dos personas fueron asesinadas y tres más resultaron heridas en un ataque armado en un negocio de venta de clamatos en la colonia Campos. Agentes periciales localizaron casquillos percutidos, al parecer, calibre 40 y un cartucho 223. Testigos señalaron que los presuntos responsables huyeron en un vehículo compacto, color rojo.
El mismo día, en la caja de una camioneta, color rojo, placas americanas, fueron localizados dos cadáveres. El hallazgo ocurrió en la colonia Lomas de la Amistad. Las víctimas, de entre 30 y 40 años de edad, se encontraban atadas de pies y manos con cinchos, como huellas de violencia presentaban un surco en el cuello. A un costado de los cuerpos se localizó una bolsa de color blanco que en su interior contenía 12 cinchos de plástico.
Entre los días 24 y 25, cinco personas fueron halladas asesinadas. El primer reporte denunciaba que el cadáver de hombre se encontraba sobre la calle Cuesta en el Ejido Rojo Gómez. La víctima, de entre 35 y 40 años de edad, tenía tres lesiones en cuello, hombro y espalda.
El domingo, en un domicilio ubicado en la colonia Villas de Baja California, un hombre identificado como Luis Evelio, de 42 años, perdió la vida a consecuencia de las heridas producidas por sus victimarios en espalda y pecho. Posteriormente en una vivienda en la privada Real de Mexica, en Real de San Francisco Segunda Sección, se encontraba un costal verde, en su interior se localizaba un cuerpo humano. También se informó que en la vivienda marcada con el número 335 entre Callejón Cuauhtémoc, se encontraba una persona en estado momificado con una lesión por arma de fuego en la cabeza. Por último, se denunció que en Avenida Transpeninsular en la colonia Infonavit Lomas del Porvenir, un hombre había sido asesinado a balazos.
La mañana del sábado 24, un policía municipal identificado como Luis Armando Martínez Escobar, perdió la vida en un ataque armado, dos más resultaron lesionados. Los hechos ocurrieron en la Zona Norte. Dos sujetos con armas largas fueron capturados.