Tras una breve investigación realizada por la Dirección de Inteligencia Nacional y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el gobierno de Barack Obama decidió este viernes acusar oficialmente a Rusia de realizar una operación de amplio alcance para interferir con la campaña electoral de 2016, incluyendo el hackeo a los servidores del Comité Nacional del Partido Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés).
“Intentaban interferir con el proceso electoral de Estados Unidos [a celebrarse en noviembre próximo]. Creemos, basados en el alcance y sensibilidad de tales esfuerzos, que solamente funcionarios del más alto rango de Rusia podrían haber autorizado estas actividades”, dijeron ambas dependencias en una conferencia conjunta.
“La comunidad de inteligencia de EU se siente segura de que el Gobierno ruso ordenó comprometer los correos electrónicos de ciudadanos e instituciones estadounidenses, incluidos los de organizaciones políticas estadounidenses”, afirmaron en un comunicado conjunto la oficina del Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, y el titular del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Johnson.
El Kremlin respondió de inmediato, calificando de “sandeces” las acusaciones de Washington. “Otra vez se trata de algún tipo de sandez. [Nuestra] web sufre decenas de miles de ataques de hackers todos los días”, dijo el portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, a la agencia Interfax.
En junio pasado se difundieron correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata, en los que se veía claramente como las autoridades del Partido realizaron maniobras para favorecer a la precandidata Hillary Clinton y perjudicar a rival Bernie Sanders.
La campaña demócrata, así como varios expertos informáticos, señalaron directamente a Moscú, al que acusaron de querer beneficiar al candidato presidencial republicano, Donald Trump, que en varias ocasiones ha alabado al presidente ruso, Vladimir Putin. Sin embargo, el gobierno ruso siempre negó esta afirmación, y señaló que era parte de la elección interna estadounidense.
En diciembre pasado, Trump declaró que es “un gran honor” recibir elogios del presidente ruso, Vladimir Putin. El magnate también ha declarado que no irá en ayuda de los Países Bálticos si éstos son atacados por Rusia, pese a que son miembros de la OTAN, y ha negado que Rusia se haya anexionado Crimea, en Ucrania.
En julio, el jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, tuvo que dimitir por sus vínculos que podrían ser ilegales, con el ex Gobierno prorruso de Ucrania, que fue derrocado en febrero de 2014.
En anuncio llega justo cuando el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, declaró su intención de difundir más información de la campaña de Clinton en las próximas semanas, y en vísperas de un nuevo debate entre Hillary y Trump, este domingo. Además, el protagonista de la mayor filtración de WikiLeaks, el ex espía y ex contratista estadounidense, Edward Snowden, está en Moscú, con estatus de refugiado político.