¡Recórcholis! ¡Hay problemas en la Ciudad Gótica imaginaria del Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana! A propósito de la muerte de Juan Gabriel, Francisco Villegas, el aún titular del COTUCO, organizó junto a su antecesor y amigo, Miguel Ángel Badiola, una procesión por Avenida Revolución hasta llegar a la estrella que en alguna acera le develaron en vida al cantante mexicano. Por supuesto que en el trayecto el tequila no faltó. Los señores y sus acompañantes se sirvieron de lo lindo e invitaron a libar a quien se le ponía enfrente, hasta que, evidentemente, el alcohol les llegó al cerebro y la cosa se puso cómica. De Juan Gabriel, Villegas dijo primero que por un concierto que organizó con el “Divo de Juárez” estuvo en la cárcel, que después se reconciliaron y se merecía el homenaje por (textual) “cabrón que le ha escribido a México, a todo el mundo”. Luego refirió cómo entre él y Badiola le hicieron ceremonia para la develación de la estrella que él quisiera tener frente a su negocio, para culminar autonombrándose (a la dupla Badiola-Villegas) “El dúo dinámico… Batman y Robin”. La nota dio para la sorna de cualquier caso de embriagados. Pero ahora se sabe, ya no más dúo dinámico. La reelección de Francisco Villegas como titular del COTUCO, desunió a la pareja que unió el tequila, Juan Gabriel y una estrella. Luego que, explican en el organismo, Villegas se negara a seguir pagando gastos personales de Badiola (que se queja que en la CANIRAC que preside no hay presupuesto) con dineros del Comité de Turismo y Convenciones. De Batman y Robin, pasaron a ser enemigos. Tan así, que el publirrelacionista del Hipódromo intentó “quitarle” la presidencia del COTUCO, retirándole la representación de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados a Francisco Villegas, quien hubo de recurrir al Ceturmex para justificar su presencia en el Comité. Total, de ser “dúo dinámico”, se convirtieron en antagonistas de la historieta que se armaron.