Estremeciendo a chicos y grandes, la Sonora Santanera se apodera de la noche, el corazón, el alma y provoca los aplausos, rostros alegres, y el baile de más de 20 mil personajes que tapizaron la explanada del Centro Cultural Tijuana, en el marco de la celebración del 34 aniversario de dicha institución cultural.
Con 61 años de tradición musical sobre el escenario, una docena de músicos reviven desde las 20:40 horas, temas que los han hecho legendarios en el mundo. Manteniendo la esencia de los barrios de la Ciudad de México, la Santanera dice mantenerse vigente en los nuevos tiempos, y para muestra presumen dos álbumes, uno con invitados y otro sinfónico.
Dos músicos, Arturo Arias y Antonio Méndez, sobreviven en la agrupación de aquella alineación que fundaran hace más de seis décadas, y que hoy celebra provocando el baile, felices, heredando de a poco el estilo y ritmo a sus hijos y nuevos músicos que dan vida a la nostalgia. Elegantes, la docena de músicos portan un listón rosa, del que explicaron los porqués:
“En el mes de la lucha contra el cáncer de mama, la banda portamos un listón rosa en apoyo a la guerra contra el mal”, explicaron los cantantes, para luego interpretar “Perfume de gardenias”, mismo que dedicaron a todas las mujeres que atestiguan el recital gratuito.
“La Boa”, “El Mudo”, “Bómboro Quiña Quiña”, “Los aretes de la Luna”, “Luces de Nueva York”, “Mi razón”, “¿Dónde estás Yolanda?”, son algunos de los temas que apila la banda capitalina, quien goza el recibimiento de la esquina de Latinoamérica: “Gracias familia hermosa, queremos verlos felices, comencemos bailando. Les queremos decir que estamos preparando nuestro regreso a Tijuana con nuestro otro disco (sinfónico)”, adelantando la posibilidad de mostrar su lado más clásico en la frontera.
“Tenemos canciones para todos los ánimos, y este tema es dedicado para todos los hombres que hemos sido maltratados por las mujeres, pero cumplimos con todo lo que nos mandan, que lava los trastes, que esto, que lo otro…”, dijeron los legendarios músicos para interpretar “Congoja”, ante aplausos y disgustos de las mujeres.
La Luna casi llena completa una noche romántica en el corazón de Tijuana, dónde la Santanera revive temas como “El Botones”, y celebra su carrera, la historia del Cecut, y la felicidad de los personajes que dejan huella sobre Paseo de los Héroes con danzas y círculos alegres, precisos movimientos a ritmo de cumbia y sabor.
