El desalojo de las unidades de la empresa de autotransporte Calfia de la lanzadera de la 5 y 10, se derivó de la venta del terreno que ahora es ocupado por Altisa.
El predio fue vendido por el Ayuntamiento de Tijuana a Altisa este año y lo entregó en posesión el jueves 1 de septiembre.
Sin mediar un aviso, pese a tener un acuerdo con Calfia para el uso del terrenos como lanzadera, el gobierno de Jorge Astiazarán efectuó un despliegue de policías y funcionarios de Oficialía Mayor del XXI Ayuntamiento, para desalojar las unidades de Juan Manuel Barreto.
Al lugar y en el momento del desalojo se apersonó José Luis Hernández Silerio, director de Vialidad y Transporte, pero solo “para verificar que las unidades desalojadas no fueran a obstruir la vía pública”, indicó.
De la razón por la que el terreno fue desocupado de esa manera, evasivo respondió: “No sé, es un tema que no me compete, es un arreglo del municipio que desconozco, apenas Oficialía Mayor”.
No obstante, la Secretaría de seguridad Pública Municipal informó que la presencia de los agentes policiacos en el desalojo, obedeció a una petición previa dela Dirección de Transporte Municipal.
El inmueble, ubicado sobre el Libramiento Salvador Rosas Magallón, había sido donado por el gobierno del estado al municipio.
