Fundadora de los Misioneros de la Caridad, Premio Nobel de La Paz 1979.
Canonizada por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro en el Vaticano este domingo 4 de septiembre de 2016 , Año de la Misericordia del Padre ; la Madre Teresa de Calcuta será inolvidable precisamente por su evangélica forma de vivir y morir, amando y sirviendo a los pobres a través de sus misioneros de la caridad.
Nacida en Skopje, Albania (26 de agosto), en la ex Yugoslavia; toma su nombre de los arrabales pobres y abandonados de la India en Calcuta, donde muere el 5 de septiembre de 1997.
La Madre Teresa que afirmaba que Juan Pablo II “es un regalo de Dios , para la Iglesia y la humanidad” ; una o dos veces al año visitaba Tijuana, Baja California; muchos le conocimos y observamos su testimonio de vida , siempre siempre por los necesitados: hambrientos, sedientos, migrantes, ancianos, adictos, abandonados.
Venía a Tijuana a visitar sus obras , ya desde San Francisco o Los Ángeles, California ; con su vestido hindú , blanco con listón azul clar , llamado Sari ; con una profunda y pura sonrisa de mamá, de fundadora, de amorosa vida por los sencillos ; y como decía el periodista Oscar Genel, con sus huarachones y su humildad , su rostro de amor.
Si Juan Pablo II , el Papa Santo de Polonia , nunca pudo visitar la frontera bajacaliforniana de Tijuana; la Madre Teresa si lo hizo, y más de una vez cada año, desde que fundó en esta ciudad su único seminario de sacerdotes misioneros de la caridad; ahí cerca de la Central Camionera en Otay.
Una de las glorias de la gran ciudad de Tijuana es esta, a más de muchas otras. Tener la dicha de que esta santa albanesa-hindú , la seleccionara para formar a sus sacerdotes misioneros. Venía de otros lugares del mundo a las ordenaciones de sus sacerdotes, en los tiempos del alcalde Montejo Favela y del Gobernador Ernesto Ruffo, en el episcopado de don Emilio Carlos Berlié Belauzarán.
Bajita, con unos huarachones y vestimenta humilde; cada día contaba con una reserva de 4 a 5 horas de oración ante el santísimo sacramento, y siempre con el santo Rosario en la mano; de pronto sabían quién era la superiora de los misioneros y misioneras de la Caridad; millones de dólares y bienes le donaban, pero sabía bien qué destino debían tener los lujos y todo lo que no era necesario. Tirar por las ventanas las alfombras nuevas y que se las llevaran los pobres de la calle; desconectar y regalar los boilers calentadores y que sus hijos se bañaran a “jicarazos” con agua “al tiempo”. Mortificaciones, ayunos, no comer entre comidas; disciplina , disciplina , eso era la santa Madre Teresa de Calcuta; ese su prestigio. Testimonio vivo de pobreza, sacrificio. Encarnado en la superiora, la modelo , la guía.
Recuerdo en el auditorio Fausto Gutiérrez de Tijuana, cuando hablaba , siempre repetía hermosamente en su perfecto inglés el Evangelio de Mateo . Que cuando lleguemos a la presencia de Dios, él nos preguntará qué hicimos con los pobres. Tuve hambre y me distes de comer, tuve sed y me diste de beber, etcétera. De memoria y con el corazón puro lo expresaba en entrevistas, en discursos, en intervenciones como ese año 1993.
Durante muchos años los seminaristas de Mexicali , La Paz, Cd. Obregón y diócesis de California , eran enviados al Seminario Mayor de Tijuana ; al no contar con uno propio. Cientos de sacerdotes hoy poseen en sus oficinas fotos con la madre Teres de Calcuta ; de modo que tienen unas reliquias impresionantes con una santa que amó nuestra región eclesial . Todos debíamos coincidir en formación en el Seminario de Tijuana. De manera que cuanta dicha conocer a esta santa que hoy canoniza el 4 de septiembre, en el Año de la Misericordia , el Papa Francisco. Es una dicha muy grande para cientos de sacerdotes que vivieron esta época gloriosa de la Iglesia Católica , la era de Wojtyla y Teresa de Calcuta.
Nadie quería faltar en esas ocasiones , con cámaras en mano , libros para autografiar , etcétera. A tal hora estará en la Capilla (donde aprendimos a rezar el oficio y el Rosario) del Seminario de Tijuana , la Madre Teresa; ánimo , la capilla se abarrotaba con la presencia del Obispo Emilio Carlos , sacerdotes formadores, invitados y seminaristas del menor y mayor. Un regalo de Dios , la presencia de este testimonio viviente del amor de Dios.
¿Y qué tanto hay que verle a esta religiosa chiquitita? Pues eso, su humildad , su gran fe , su gran amor por los pobres.
Un buen amigo y compañero Misionero de la Caridad, me dijo al oído, mira Germán , mañana llegará la madre Teresa a tal lugar , se discreto; pues resultó cierto , llegó en Otay Mesa, en un vuelo particular al Brownfield aeropuerto. Y ahí pudimos platicar con quien trabajó con ella por más de 35 años en Calcuta , el padre Damián Kulatinapra , Misionero de la Caridad.
¿Cuál es su espiritualidad? ¿Cuántas horas dedica a la oración diaria la Madre? Pues yo he compartido con ella más de treinta años de vida como misionero de la Caridad , y dedica entre 4 a 5 horas diarias en el Santisimo Sacramento ; ah , pero ten en cuenta que ella reconoce no sólo a Jesús en el Santísimo ; sino que ella reconoce a Jesús en el rostro de los enfermos , ancianos , leprosos , abandonados, migrantes ; así que ve a Cristo prácticamente todo el día.
Cuando en 1979 , le concedieron el Premio Nobel de La Paz ; avisó al Comité de Oslo , Noruega , que podría recibir el premio , pero que la cena que costaría miles de dólares , no asistiría ; y por eso el Comité de los Nobel´s , le entregó no sólo el premio por cerca de 700 mil dólares , como lo hacen con los ganadores anualmente . Sino que le facilitaron el dinero de la Cena de Gala recepción ; y al parecer con ello dio de comer un año entero a varias de sus casas de Caridad y misericordia. Antes de morir la Santa Madre Teresa de Calcuta , pidió en el Seminario de Tijuana , que hiciéramos sacrificios y mortificaciones para que sus misioneras pudieran fundar casas en Rusia y China , como efectivamente lo lograron. No me da vergüenza decirlo, pero yo me privé durante dos o tres años de comer el rico tuétano que traía el caldo de res que nos servían las madres en el seminario. Un pequeño sacrificio de tuétano, algo es algo.
La Madre Teresa de Calcuta en el Norte de México , sí , en Tijuana. Una gran dicha para la frontera bajacaliforniana. Un regalo de Dios.
Y ahí siguen las obras de caridad en más de 500 casas diseminadas por todo el mundo.
Recuerdo en una rueda de prensa con motivo de su visita; un periodista inquieto le preguntó, ¿Madre , y cómo le hace en un mundo económica y socialmente en crisis , para sostener sus fundaciones? Vino la respuesta de esta sabia mujer llena de amor , pues mire usted , es que nuestras casas y obras de caridad no dependen de las fluctuaciones del mercado mundial , sino de la Divina Providencia , que nunca falla. Confiar en Dios que se manifiesta en las personas de buen corazón y buena voluntad.
Frases de la Madre Teresa de Calcuta
“Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”.
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”.
“Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él”.
“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.
“El amor, para que sea auténtico, debe costarnos”.
“No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz”.
“No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar”.
“La paz comienza con una sonrisa”.
“Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más”.
“Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite”.
Biografía de la Madre Teresa de Calcuta 1910-1997
Beata Madre Teresa de Calcuta, bienhechora de la humanidad
“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”, decía la Beata Madre Teresa. La Madre Teresa nació un 26 de agosto de 1910 en Skopje. Fue la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu. La bautizaron con el nombre de Gonxha Agnes. Recibió la primera Comunión a los cinco años y medio; y la Confirmación la recibió en 1916.
A los ocho años muere su padre y su familia pasa por una gran estrechez económica. Cuando llegó a los 18 años deja la casa para ingresar al Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como las Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí tomó el nombre de Hermana María Teresa por Santa Teresa de Lisieux. Llega a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de hacer sus primeros votos en mayo de 1931, es destinada a la comunidad de Loreto Entally en esa ciudad de la India donde fue docente de las alumnas del colegio St. Mary.
El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpetua y llegó a convertirse en directora del mencionado colegio en 1944. Sin embargo, un 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió lo que ella llamó la “inspiración”, su “llamada dentro de la llamada”. Aquel día la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón. En las siguientes semanas, mediante locuciones interiores y visiones, el mismo Jesús le reveló su deseo de encontrar “víctimas de amor” que “irradiasen a las almas su amor”. “Ven y sé mi luz”, le dijo el Señor.
Del mismo modo, le pidió que fundara una congregación religiosa al servicio de los más pobres entre los pobres. Es así que después de muchas dificultades, el 17 de agosto de 1948 se visitó por primera vez con el sari blanco orlado de azul y salió del convento de Loreto para introducirse en el mundo de los pobres.
Recorrió los barrios pobres, visitó familias, lavó las heridas de los niños y ayudó a los olvidados. Todos los días recibía la Eucaristía y salía de casa con el rosario en la mano. Luego de algunos meses, se le unieron algunas de sus antiguas alumnas. (aciprensa.com)
En 1950 se establece oficialmente la Congregación de las Misioneras de la Caridad. Tiempo después envió a sus hermanas a otras partes de la India y abre otras casas en Venezuela, Roma, Tanzania y en los cinco continentes.
Con el tiempo funda también a los Hermanos Misioneros de la Caridad, la rama contemplativa de las Hermanas, los Hermanos Contemplativos y los Padres Misioneros de la Caridad. Así como a los Colaboradores de Madre Teresa y a los Colaboradores Enfermos y Sufrientes. Lo que inspiró a los Misioneros de la caridad laicos y al movimiento Sacerdotal Corpus Christi.
En 1979 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz y los medios de comunicación empezaron a seguir con más atención sus obras que daban testimonio de la alegría de amar y de la grandeza y dignidad de cada persona humana.
Al final de su vida y a pesar de sus problemas de salud, Madre Teresa continuó sirviendo a los pobres. Después de encontrarse por última vez con San Juan Pablo II, retorna a Calcuta y el 5 de septiembre de 1997 volvió a la Casa del Padre.
Durante la Misa de beatificación, el 19 de octubre del 2003, San Juan Pablo II dijo de ella: “Veneremos a esta pequeña mujer enamorada de Dios, humilde mensajera del Evangelio e infatigable bienhechora de la humanidad. Honremos en ella a una de las personalidades más relevantes de nuestra época. Acojamos su mensaje y sigamos su ejemplo”.