Los focos rojos están prendidos en Tijuana. La ciudadanía, con toda razón, está inquieta. Los medios de comunicación cada día dedican más notas al tema y en general está despierta la incertidumbre.
Sin duda, hay mucho trabajo individual de las corporaciones y de la mayoría de sus elementos, pero una cosa es muy cierta: los homicidios y el grado de violencia siguen creciendo en la región.
La noticia por sí sola es indeseable, pero ni es sorpresiva ni desafortunadamente es algo que haya sucedido de la noche a la mañana. Paulatinamente, en los meses y semanas recientes, los índices delictivos del más grave de los crímenes han tenido una tendencia alcista infrenable.
Entre otras notas donde advertíamos esta senda de impactantes delitos, podemos invocar las declaraciones que proporcionamos a AFN y que se publicaron el 4 de septiembre del 2013, justo hace tres años, con el título “No debe regresar El Infierno” y donde en su parte medular, en la nota se escribió: “Tras el repunte de crímenes y hechos delictivos que se han reportado en las últimas horas y días, el Coordinador de Alianza Civil, “ALAS”, Jesús Alberto Sandoval Franco, llamó a no permitir que Tijuana y la entidad vuelvan a los hechos violentos de hace cinco años, en que consideró que “vivimos un infierno”.
“El activista consideró que para esto deben de coordinarse las autoridades de los tres órdenes de gobierno para no permitir que volvamos a experimentar esos constantes enfrentamientos entre las bandas del crimen organizado, las guerras de los cárteles de las drogas, ejecuciones y asesinatos de policías y civiles.”
“Ante esta área de oportunidad, nosotros no debemos dejar que se nos vaya como agua entre los dedos lo que tanto trabajo nos costó; ejecutaron a policías, vivimos un infierno”, y “no podemos permitir que se nos vaya la seguridad”, insistió el dirigente del organismo ciudadano.”
Lamentablemente, tras tres años de aquellas declaraciones que hicimos, la triste realidad es que empresarios, líderes ciudadanos, colonos, medios de comunicación y muchísima gente más siguen elevando sus reclamos en clamor de mayor seguridad.
Pero bueno, como siempre, ni ha sido ni es nuestro estilo simplemente sumarnos a las críticas al gobierno, sino que de lo que se trata, es no solo señalar el problema o ser parte de él. Más bien, nuestro enfoque –y creemos que debería de ser el de todos– es el de buscar una solución al preocupante y lacerante peligro de la inseguridad.
A nuestro ver, independientemente de la necesidad de una mayor y mejor coordinación entre las autoridades, lo que se requiere es que se atiendan dos rubros, siendo el primero el que corresponde a una coordinación más integral, donde como ha quedado evidenciado, haya una auténtica prevención del delito, no solamente oficial, sino que principalmente se realice con la inclusión de la participación ciudadana de la manera más amplia posible.
Quienes piensen que solo a base de espectaculares operativos y apantalladores equipamientos de las corporaciones el problema se va a acabar, los hechos les han demostrado que están totalmente equivocados.
Y segundo, como si fuera una prescripción médica para un tratamiento grave, el remedio no es de una sola dosis, es decir, es imprescindible que se implemente una solución integral a la que se le dé continuidad en forma permanente.
Todos en alguna forma u otra nos quejamos de la inseguridad, pero ni hacemos lo necesario ni mantenemos el esfuerzo para lograr el orden.
Particularmente en la etapa de gobierno municipal en que nos encontramos en las cinco ciudades bajacalifornianas, en el preludio de la transición y con altibajos en la relación con la federación, resulta de vital importancia que se desarrollen acciones de acuerdo al nivel de la problemática y que tanto las autoridades como los ciudadanos les demos el seguimiento que corresponde.
Todo es cuestión de luchar por la seguridad.
Alberto Sandoval es Coordinador de Alianza Civil, A.C. Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: AlianzaCivil Twitter: @AlSandoval
