Álvaro Acosta Briseño, quien fungió como delegado del Registro Público de la Propiedad y del Comercio en Tijuana durante la administración estatal de José Guadalupe Osuna Millán, es acusado por sus vecinos en el callejón Fermina Rivera de la colonia del Rio, de invadir parte de la calle para ampliar su residencia.
La señora Diana Martínez, una de las quejosas, asegura además que funcionarios del Ayuntamiento de Tijuana estarían solapando esta arbitrariedad a Acosta Briseño, quien se entera a la brevedad de cuanta denuncia ella ha promovido ante el gobierno municipal.
“Empezó haciendo hoyos en el pavimento para poner varillas, construyó escaleras, hizo unos muros de la mitad del callejón hacia su predio y ya que tuvo los muros, puso un logo grandísimo del PAN”, comentó Martínez, labor que su vecino inició desde 2013, causando también molestias al dejar tierra y escombros en plena calle o frente a otras casas, ocupando más espacios de estacionamiento con vehículos irregulares.
Además, existe un documento en que el Departamento de Bienes Inmuebles de Oficialía Mayor solicita a la titular de la Dirección de Administración Urbana, Ana Lilia Loaiza, iniciar el procedimiento administrativo tendiente a la recuperación de la vialidad, fechado el 9 de mayo de 2016, sin que al momento se haya iniciado el mismo, aseguró la denunciante; mientras que un deslinde de Catastro de abril de 2016, también da cuenta de la invasión.
Según la quejosa, ante la inactividad por parte del Ayuntamiento, ha buscado en diferentes ocasiones tener una audiencia con el secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Roberto Sánchez Martínez, quien inicialmente le aseguró el tema se resolvería, para después no recibirla e incluso pedir a elementos policiacos, retirarla de Palacio Municipal.
Para la ciudadana, al parecer hay una actitud de solapar las acciones de Acosta Briseño, ya que a fin de cuentas el mayor afectado es el Ayuntamiento por la invasión a una vialidad, no mostrando interés alguno en recuperar el área. Esta inactividad ha propiciado que sus vecinos contemplen también ampliar sus residencias.
Por su parte, Ana Lilia Loaiza, titular de la Dirección de Administración Urbana (DAU), comentó a ZETA que el procedimiento de recuperación de la vialidad ya está iniciado, pero que al no representar una obstrucción al tránsito peatonal o de vehículos -al encontrarse al fondo del callejón-, esta recuperación no se encuentra entre las prioritarias entre poco más de 100 invasiones a vialidad detectadas.
Agregó que tras analizar el problema, se encontró que la pavimentación que se realizó en el Callejón Fermina Rivera en años recientes modificó la pendiente de la calle, por lo que el ex funcionario hubo de construir escaleras sobre la banqueta para acceder a su casa, al existir un desnivel de tres metros.
La directora de la DAU expuso que la escalinata cumple la función de una banqueta al facilitar el acceso a la vivienda de Acosta Briseño, y que la misma es empleada por los vecinos como atajo para acceder a una calle perpendicular al callejón, donde éstos pueden tomar transporte público.
La existencia de un talud al final de la calle, con un ángulo de inclinación muy pronunciado, es otra razón para no proceder con inmediatez contra la invasión de la vialidad, ya que de acuerdo con Loaiza, la construcción otorga estabilidad y contención al material ahí existente, por lo que de removerse, el Ayuntamiento debería realizar obras adicionales para evitar el derrumbe del talud.
“El señor no tiene una construcción de uso personal”, concluyó la funcionaria.